Los familiares de Jonathan Roldán pidieron justicia en Paraná
Los padres de los pequeños fallecidos en el Hospital San Roque de la capital provincial aseguran que en cada uno de los casos hubo negligencia y exigen justicia. Requieren el acceso a las historias clínicas y la remoción del cargo de los médicos que estuvieron a cargo en cada una de las situaciones. Se reunieron con el director del nosocomio.Ayer por la mañana familiares de tres bebés fallecidos se manifestaron frente al hospital materno infantil San Roque de Paraná, para denunciar por presunta mala praxis a profesionales que se desempeñan en el nosocomio. Fueron recibidos por el director del hospital, Hugo Catti, y su abogado, Javier Heirlein, pero, según sus testimonios, "no obtuvieron respuestas concretas".Lo que los padres de estos bebés reclaman es el acceso a las historias clínicas de sus pequeños y la remoción del cargo de los médicos que estaban a cargo de la guardia en el momento en que fueron atendidos. Aseguran que hubo negligencia o al menos por supuesta desidia o negligencia de los médicos. Las tres familias llevaron los casos a la Justicia.Cintia Godoy, de Gualeguaychú, llegó a Paraná el 18 de enero de 2014 con Jonathan, de cinco meses, quien presentaba un problema en uno de sus pulmones. "El 4 de febrero lo operaron y no nos dejaban verlo, ningún médico nos explicó que pasaba, nos dijeron que le iban a sacar el pulmón pero nada más. En un momento logré meterme en el lugar donde estaba Jonathan y estaba morado y frío. Entró riéndose a la operación, y al rato salió el médico a decirnos que estaba muerto y no nos explicaron nada, no puede ser que haya fallecido así", expresó Godoy."Nos entregaron el cuerpo de Jonathan en una bolsa, pedimos la historia clínica y respuestas sobre la causa de su muerte, pero nadie no dijo nada. Les entró por una oreja y salió por la otra", indicó Godoy.Por su parte, Adriana Nichea tiene 23 años y un hijo de 6. Al momento de comenzar con las contracciones, la noche del 4 de junio, fueron con su esposo a una clínica privada de Paraná. Como no pudieron ubicar a la médica que controló el embarazo ni a la partera, el marido la llevó al hospital San Roque. Ingresó a la sala de preparto con su cuñada, Leandra Dietz, quien se esforzó en explicarle a los médicos de turno que Adriana ya había tenido problemas en su anterior alumbramiento.Adriana Nichea, madre de Celestina, contó que no dilataba. "Recién fueron a verme cuando se levantaron de dormir, a las 5.20 del otro día. Yo me estaba desangrando", relató."A la bebé me la sacaron muerta. Me hicieron firmar un papel y yo estaba casi inconsciente, no sé que firme. Terminaron sacándome el útero. Mi cuñada y mi marido hicieron la denuncia. No nos dejaron ver el historial médico y es una vergüenza como no escuchan. Nadie hace caso y dice nada", relató la entrevistada.Marisel, la hermana de Daniela Pratti, relató que su hermana se internó el 11 de enero de 2014. El 12 de enero Mateo Jesús nació con una muerte cerebral irreversible. La familia culpa a la médica que dirigió el trabajo de parto, quien nunca les habría dado la información sobre lo que sucedió. La familia de Daniela considera que el desprendimiento de placenta en el trabajo de parto habría sido fatal. Además, creen que le extirparon el útero, porque la joven estuvo unas cuatro horas en la sala la cirugía por la cesárea."La atención que le brindaron a mi hermana fue vergonzosa. No tenían los elementos ni herramientas necesarias para atenderla", indicó Marisel y agregó: "No vamos a parar hasta que se haga justicia, y le saquen la matrícula a los médicos que la atendieron, ya que no es una excusa que haya sido un accidente obstetríco". (Diario Uno)
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