"ES UNA MEDIDA APRESURADA E INCONSULTA”
Los productores porcinos alertan que la importación de cerdo de Brasil podría quebrar al sector

Desde que el presidente Milei anunció la apertura de importaciones, la carne traída del vecino país puso en jaque al sector. Denuncian que se les plantea un escenario de competencia desleal debido a que los cortes más populares en Argentina no son queridos en Brasil, pero además también abaratan todo porque utilizan en la crianza hormonas que acá está prohibidas. En paralelo, un convenio para poder exportar a Uruguay puede ser usado como un aliciente.
En 2023, Argentina se ubicó en el segundo puesto en el ranking de países que más carne consume per cápita. Sin embargo, en cuanto al consumo de carne porcina, los argentinos no están en las primeras posiciones, ocupando el puesto 11. Aun así, y sobre todo por los aumentos de la carne vacuna, el consumo interno del cerdo creció mucho en los últimos años: En 2021, cada argentino consumía en promedio 11,51 kg de carne de cerdo por año. En 2024, el consumo per cápita se estimó en 15,41 kg por habitante en marzo.
Ante este panorama, cualquiera podría pensar que el sector está atravesando un momento de auge y crecimiento, pero las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei volvió a complicar el panorama, ya que recientemente realizó una apertura de importaciones, la cual incluye, precisamente, a la carne de cerdo, dejando un futuro incierto para los productores locales.
El principal problema al que se enfrentan ahora es que esta medida con respecto a la importación de carne de cerdo deja todo listo para que Brasil, país vecino a la Argentina, ingrese al mercado local con precios más competitivos derivados de métodos de crianzas que en nuestro país no están permitidos. En otras palabras, consideran que en este presente lo que prima es una competencia desleal por parte de los brasileños con el visto bueno del gobierno nacional.
“La medida es totalmente perjudicial porque los cortes de carne que entran vienen de Brasil, país que tiene algunos cortes, como la bondiola, que no consume. Por lo tanto los manda a Argentina a valores muy bajos y eso lo que hace se nos desintegre la res, que es cuando vos tenés que vender todo el animal. Todo eso te obliga a bajar los costos y los precios de venta, y con un costo tan alto como hay ahora, obviamente que todo el panorama es muy perjudicial”, explicó a Ahora ElDía Daniel Fenoglio, presidente de la Federación Porcina Argentina.
Lo cierto es que la medida dispuesta por la gestión de La Libertad Avanza no solo abarca una apertura de fronteras, sino que viene de la mano de instrumentos y facilidades para aquellas empresas que deseen desarrollarla, como lo son la reducción en los plazos de pago, con una importante diferencia en relación a los casos de insumos para la producción, así como la eliminación del cobro de percepciones de ganancias e IVA a los elementos de la canasta básica que lleguen a la Argentina en este marco.
"Es una medida apresurada e inconsulta. Nosotros tenemos muchos insumos importados que componen el costo de producción que están cargados con el Impuesto PAIS y el anticipo de Ganancias, y ahora abrieron la importación de carne de cerdo y con beneficios, lo que nos lleva a competir en condiciones desiguales", sostuvo.
Esta también fue una de las temáticas que la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper) expuso su queja ante el ministro de Desarrollo Productivo de Entre Ríos Guillermo Bernaudo, a quien se le comentó la "compleja situación" que atraviesa el sector, considerada de "quebranto". Allí se advirtió por los números negativos a la hora de producir.
Al abordar el tema de las políticas de comercio exterior y su impacto en el sector porcino, se advirtió a la Provincia por el riesgo siempre latente de las importaciones, fundamentalmente de aquellos cortes congelados que llegan desde Brasil.
La crianza y las hormonas
“Brasil tiene condiciones de producción diferentes a las nuestras. No solamente que tienen distintos costos laborales e impositivos, sino que aparte sus cerdos consumen hormonas de crecimiento que acá están prohibidas, y eso hace que la conversión sea mucho más favorable para ello debido a que los costos de producción son bastante menores a los nuestros”, afirmó por su parte Martín Irigoyen, productor local de carne porcina.
Es aquí donde entra en juego otra cuestión que complica la competencia con la carne de cerdo brasileña: en el vecino país está permitido usar químicos o fármacos que aceleran el crecimiento del animal, lo cual disminuye los costos de producción.
Y es entonces donde entra en cuestión la ractopamina, un aditivo alimentario para animales que se utiliza para promover el crecimiento de cerdos, entre otros animales, especialmente de su masa muscular. Se utiliza en Estados Unidos, Brasil y más de 0 países, pero está prohibido en la Unión Europea y en otros 150 países, incluido la Argentina.
“En el caso particular de Brasil, usan este producto que es promotor de crecimiento que acá está prohibido. De esta manera, tiene una ventaja adicional que nosotros no tenemos. Todo esto se traslada al precio final porque les baja el costo entre un 6 y un 10%. Esto claramente es una competencia desleal porque nosotros en Argentina no lo podemos utilizar”, sostuvo Fenoglio sobre este tema.
La ractopamina se asocia con importantes problemas de salud en los animales productores de alimentos, como el síndrome de “depresión” y estrés cardiovascular severo, y también se ha relacionado con problemas cardíacos e incluso intoxicaciones en humanos.
“Es algo curiosa esta situación, porque se consume lo que viene de Brasil con ese producto, pero acá está prohibido. Brasil es uno de los pocos países que utiliza este producto, pero cuando exporta a otros lugares, como por ejemplo China o Rusia, generalmente no aceptan la ractopamina. El único que acepta eso es Argentina, por eso entra al país carne de cerdo con ese producto”, remató el presidente de la Federación Porcina Argentina.
Sin una salida a la vista
En vista a la manera de manejarse que tiene Javier Milei y su gabinete a la hora de tomar decisiones, parece difícil que haya una marcha atrás con la medida en el corto o mediano plazo.
Desde el sector se insiste con que este tipo de competencia es desleal y que puede llevar al sector a la quiebra.
Según la Capper, se están vendiendo capones a un precio de venta por kilo que ronda los 1.000 pesos, mientras que los costos de producción promedian los 1.150 pesos. Ante este panorama y con estos números, advierten que las perspectivas son muy difíciles y complicadas para 2024.
Convenio para exportar cerdo a Uruguay
En paralelo al drama de las importaciones, esta semana se realizó en Gualeguaychú el Simposio Internacional de la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur
Durante este evento, los gobiernos de Argentina y Uruguay anunciaron que se acordó la primera exportación de carne de cerdo a Uruguay, país que tradicionalmente ha importado este producto desde Brasil.
De este modo, Argentina enviará por primera vez carne de cerdo (pulpa) enfriada y sin hueso a Uruguay, a un valor de 2.500 dólares por tonelada.
“Los precios en Argentina son totalmente competitivos por varias razones. Una, porque el país tiene los costos de producción y los precios de venta menores del mundo junto con Brasil. Y segundo, porque actualmente Argentina está pasando por un momento muy difícil en la producción porcina donde el cerdo ha perdido todo valor, ha bajado el precio desde diciembre hasta ahora desde 1.250 pesos a 900 pesos por kilo, con lo cual la mayor parte de los criaderos están en una situación muy complicada, con lo cual vamos a tener muy buenos precios para poder exportar a cualquier lado, en este caso particular a Uruguay”, sostuvo Fenoglio.
El anuncio fue realizado por el secretario de Bioeconomía, Fernando Villela, quien estuvo acompañado por el ministro de Agricultura y Ganadería del Uruguay, Fernando Mattos; el director de Producción Porcina de Argentina, Eduardo Torrado; y representantes de productores y cámaras porcinas de ambos países.