En la sede de la Conferencia Episcopal Argentina, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Eduardo Lozano, recibió a legisladores nacionales.Estuvieron las diputadas nacionales Victoria Donda, Graciela Cousinet, al diputado nacional Federico Masso (los tres del bloque de Libres del Sur), al senador nacional por el GEN Jaime Linares y a la referente de CABA de Libres del Sur Laura Velasco.En dicha reunión se analizó la situación social de país y se compartieron preocupaciones vinculadas a la pobreza, el desempleo, las adicciones, el aumento de las tarifas de servicios públicos, el aumento de la demanda en los comedores comunitarios.Participaron los miembros de la Comisión Nacional de Justicia y Paz Ayelén Tomasini y Fernando Granda, quienes coincidieron en la instancia positiva que constituye el diálogo fluido sobre las problemáticas y desafíos que se van presentando en este tiempo en la Argentina.Monseñor Lozano insistió en la necesidad de buscar espacios de diálogo y fortalecer la cultura del encuentro. LAUDATO SIInmediatamente después de finalizado ese encuentro, el obispo compartió panel con el rabino Sergio Bergman - ministro de Ambiente y Desarrollo sustentable - y Benigno Rodríguez - representante residente A.I. PNUD -, coordinados por María Eugenia Di Paola, coordinadora de Ambiente y Desarrollo Sostenible del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)."La Laudato Si' (LS) es una bisagra en la crisis ambiental. Sella un período de revisionismo histórico y ecuménico. Laudato Si' es un documento integral e integrador: habla de ecología humana, de la indivisibilidad entre la naturaleza y el mundo, indica que los cambios son humanos, científicos y tecnológicos, que la tecnología y las finanzas no pueden ser las únicas formas de solución a los problemas, que la degradación del ambiente es primordialmente humana y ética, que atravesamos tiempos de rapidación (intensificación de los ritmos y ciclos de vida), que la educación es 'la' herramienta para tomar medidas concretas en materia de medio ambiente y desarrollo sostenible", indicó Rodríguez al abrir el diálogo.En tanto que Lozano destacó el "camino realizado para llegar a la encíclica": "El cardenal Bergoglio fue elegido Papa, sucesor del apóstol Pedro, el 13 de marzo de 2013 y él decidió llamarse Francisco. Ahí empezó a tener un gesto acerca de su preocupación por el ambiente. Cuando le preguntaron el porqué, uno de los motivos tenía que ver con san Francisco de Asís y su cercanía y amistad con la naturaleza en general. Allá por el mes de mayo de ese año, en alguna de las entrevistas que dio, expresó su deseo de escribir una encíclica sobre la cuestión ambiental que presentó dos años después. ¿Qué pasó entre ese primer anuncio y el día en que fue presentada la encíclica? Un proceso participativo. No fue esta encíclica escrita en la soledad de un escritorio. Él, a partir de un esquema inicial que realizó, lo dio en consulta a distintos especialistas: filósofos, teólogos morales, referentes de otros credos, científicos, biblistas, y de todos ellos fue recibiendo aportes a lo largo de ese primer año y un poco más. Luego sí se sentó a escribir este texto que nos regaló el 18 de junio de 2015. Este estilo de confección, que para los católicos es magisterio del Papa y que para buena parte de la humanidad ha sido un incentivo para la búsqueda del bien común, el servicio a los pobres y el cuidado del ambiente, tiene que ver con compartir con la comunidad humana una problemática que es de la comunidad humana".Luego, fue el mismo Lozano quien se ocupó de resaltar los siguientes conceptos de la LS: La tradición judeo-cristiana es destacada de modo particular por Francisco. Creación es decir más que naturaleza. Toda pérdida de la biodiversidad es una mutilación en el plan del amor de Dios.Al referirse al subtítulo de la LS, monseñor Lozano afirmó: "Si hablamos de casa, hablamos de una familia común. Todos tenemos derecho a disfrutar de nuestra casa. Este concepto está incluido en varios documentos; no es solo una cuestión religiosa".A su turno, el rabino Bergman agradeció el poder compartir con monseñor Lozano este panel: "Inscribo esta conversación en la semilla del Diálogo Argentino, una herramienta muy importante para la cultura argentina. Este encuentro tiene una reverberancia de ese tiempo". Y continuó: "Hay déficit y una deuda del Estado argentino en muchos temas que toca la Encíclica. Este tipo de espacios reparten responsabilidades pero no culpas. Y miremos no tanto los valores que pregonamos como las bondades que practicamos. En la LS hay un regreso a los textos revelados, se cierra un círculo de 2000 años de Occidente, nos hace retornar a un lugar común y eso es de una enorme potencia".Al hablar desde su rol como ministro, Bergman aseguró que es necesario "volver a una agenda regional, latinoamericana y propia".Ya abiertas las preguntas originadas en el público asistente, Lozano abordó la cuestión de la crisis socioambiental "que deberá tener soluciones socioambientales también". "Francisco habla de Justicia en la cuestión ambiental, la casa común y el destino universal de los bienes. Vivimos inmersos en un sistema injusto: el 20% de la población mundial acapara el 80% de los recursos energéticos. Hay quienes acaparan y despilfarran. Los que vengan dentro de 10, 20 o 200 años tienen el mismo derecho que nosotros al aire puro, la tierra fértil, el agua dulce y potable. Es un tema de justicia intergeneracional", concluyó Lozano.Tanto Rodríguez, como Bergman y Lozano coincidieron fuertemente en que la ética es clave en el tema del cuidado de ambiente y sus vinculaciones con todas las implicancias de la vida humana.
