Mal de Alzheimer: algunas claves para comprenderlo
La enfermedad es la nueva epidemia del siglo XXI. En diálogo con Radio Cero, el doctor Julio César Zarra explicó los factores de riesgo, su aparición solapada, su detección temprana y las posibilidades de prevención y tratamiento.
Por Carbone, Rivas y Lorenzo - Tenemos entendido que el mal de Alzheimer es una degeneración de las células neuronales. ¿Es así?Doctor Julio César Zarra:- Exactamente. Es una enfermedad degenerativa cerebral. En la cual se va produciendo una transformación celular a lo largo del tiempo. Y va incapacitando la función de la célula hasta que termina destruyéndola y matándola casi por completo. Esto, en el aparato psíquico, se va expresando con déficit a distintos niveles de la función cerebral.- Y los síntomas más comunes. ¿Cuáles son?- En principio no todos los pacientes tienen los mismos síntomas. No todos tienen la misma progresión de síntomas ni la misma gravedad. En su mayoría el cuadro inicial se suele presentar con el déficit de la memoria. De la memoria a corto plazo. Es decir, la persona comienza a no poder recordar los hechos recientes: qué comió anoche, apellidos, los acontecimientos más próximos de las 24 o 48 horas, etc. Sin embargo, conserva en perfecto estado su memoria remota. Esto hace que los primeros síntomas, que suelen ser muy leves, pasen desapercibidos. Lamentablemente, éste es un aspecto que todavía la ciencia médica no logra difundir lo necesario. Estuve hace pocos días en el Congreso de la Asociación Internacional de Psicogeriatría en Montreal. Como no había ninguna droga nueva para presentar, lo esencial del Congreso se puso en las estadísticas. Y se llegó a la conclusión unánime de que, de acuerdo a la presentación de varios registros de distintos países, lamentablemente los pacientes consultaban cinco años después. Es decir, cinco años tarde.- Debieran haberlo hecho cinco años antes.- Exacto. Sobre todo teniendo en cuenta que este proceso de degeneración celular, de transformación celular, de daño cerebral, comienza generalmente 15 años antes de que se manifiesten los síntomas. Es decir que no es un proceso que se presenta de la noche a la mañana. Ni de un día para otro.- ¿Cuál es la causa del mal? ¿Está ligado al estilo de vida o a un motivo orgánico?- Es muy difícil, en una enfermedad tan compleja como ésta, establecer una sola causa. Hay muchas teorías. De todos modos, está científicamente comprobado que se provoca una degeneración, una transformación del metabolismo de las proteínas a nivel cerebral. Proteínas que se van degradando y se van acumulando. Y esto va -dicho en términos prácticos- como intoxicando la célula.
Sintomatología compleja
- Usted dijo que la degeneración celular comienza 15 años antes de que se manifiesten los síntomas. ¿Significa que no hay modo de detectar el mal antes de su manifestación? - Así como la causa es muy compleja -me remito a la pregunta anterior para empalmarlo con esta- también el proceso de presentación no suele ser sencillo para hacer el diagnóstico. Los primeros síntomas ya nos están dando una evidencia de que la lesión está en marcha. Es acá donde podemos actuar y donde tenemos chances. Realmente, durante esos 15 años se está en una etapa subclínica. Es decir, que todavía no puede detectarse clínicamente (...) La mayoría de las personas que consultan -la mayoría gracias a esta difusión de la prevención- en realidad presentan déficit por estrés, por trastornos del estado de ánimo. Pero no siempre por una enfermedad como el Alzheimer.- ¿Cómo dilucidar si es una cosa o la otra?- Bueno, ahí está la tarea de diagnóstico que debe hacer el especialista. El diagnóstico de la enfermedad Alzheimer, como hay otras demencias, se basa en un trípode. En las neuroimágenes, tomografía o resonancia magnética nuclear del cerebro. Hay otros estudios que son bastantes más sofisticados, más complejos así que prácticamente son inaccesibles. Que están en más de 5 mil dólares. Y hay solo dos equipos en el país, en Buenos Aires y en Mendoza. Pero nos manejamos con los que tenemos a mano a nivel de neuroimágenes. Por otro lado, está el laboratorio. Los análisis clínicos de laboratorio arrojan datos interesantes. Y fundamentalmente, la evaluación neuropsicológica. Es decir las pruebas que miden el estado no sólo de la memoria sino de toda la función cerebral. La memoria es en realidad el primer síntoma, pero puede haber muchos más. Se puede abrir el cuadro con la memoria indemne. Es decir, con otro tipo de trastornos a nivel de la atención, a nivel de la ejecución de tareas, de tareas a nivel del lenguaje o a nivel de la toma de decisiones.- ¿En estos casos se emplean tests evaluatorios?- Sí, aunque eso es patrimonio ya de la neuropsicología, no de la psiquiatría. Es una ciencia relativamente nueva que nace en los años '70 en Estados Unidos. Ya en la Argentina tenemos las primeras camadas de neuropsicólogos y hacen una serie de evaluaciones, de pruebas, de tests, que miden toda la función cerebral, incluso la memoria. Son pruebas muy sencillas, pero altamente fidedignas.- ¿Qué ejemplo puede darnos?.- Por ejemplo, están los déficits cognitivos o de las funciones intelectuales. Es la dificultad para acceder a la abstracción, al pensamiento abstracto. Esto se expresa, por caso, cuando una persona tiene dificultades para copiar una figura geométrica. Entonces se colocan delante del paciente uno, dos o tres figuras geométricas superpuestas. Y a veces algo tan sencillo como eso no lo puede copiar. También está el test del reloj. A veces la persona no puede colocar la hora o no puede colocar los números en su lugar.
Entrenar la memoria
- ¿Es conveniente en estos casos tener el pensamiento activo, para retrasar el mal neuronal? - Es fundamental. Cuando hablamos de tratamiento, hablamos de un tratamiento dual. Por un lado, un tratamiento farmacológico. Por otro, lo que llamamos rehabilitación neuro-cognitiva, que es el ejercicio permanente de la memoria. Hay talleres en que se entrena la memoria. La memoria es -dicho gráficamente- como si fuese un músculo. Si no la usamos se atrofia.- Parece que mucha gente que se jubila y después lleva una vida muy pasiva, es como que se envejece...- Esto es así. Algo que se agrava más si se combina con un trastorno del estado de ánimo. Sin que llegue a una depresión severa. Pero una persona que ha sido activa o muy activa durante su estado laboral y de repente, de un día para otro, deja de tener ese ejercicio cotidiano, no siempre lo procesa de una forma agradable.
Cómo juega lo hereditario
- Volviendo al tema de las causas del mal. ¿Puede ser hereditario?- Es una pregunta muy atinada. Hay un fantasma con respecto al componente genético o hereditario de la enfermedad de Alzheimer -incluso de otras demencias también-. Ojo que esta enfermedad representa el 65 a 70 % de todas las demencias. Es decir, Alzheimer es mayoría entre todas las demencias, incluidas la vascular. El concepto de hereditario en medicina significa que el hijo o el nieto van a heredar sí o sí la enfermedad. Como ocurre con la hemofilia, por ejemplo. Pero éste no es el caso. Si bien hay algunas teorías que postulan que hay una transmisión, que hay genes que pueden trasladar esta tendencia, no están totalmente aceptadas. No hay estudios concluyentes al respecto.- ¿Pero puede haber por lo menos alguna propensión?- Eso sí. Hablamos de una mayor disposición. Una persona que ha tenido padre, madre o abuelos con enfermedad de Alzheimer, en forma diagnosticada, debe estar más atento que otra persona que no tiene antecedentes familiares. Podría haber una predisposición mayor, pero no hay una causalidad. De todos modos -y lo cuento como anécdota- en una familia de Escocia, en los años '50, se descubrió que había transmisión hereditaria. Fue solo una familia. Después se descubrió que siete y ocho miembros de una familia en Alemania tuvieron el mal, el cual se presentaba a la edad de 35 a 40 años. Ya estaban demenciados a los 40 años. Fue toda esa familia. Pero nunca más volvió a aparecer algo similar en el mundo.- ¿Desde cuándo se conoce esta enfermedad?- La describió Alois Alzheimer en 1901. En 1906 la expone en un congreso local en Munich, describiéndola como una enfermedad de la corteza cerebral. El famoso psiquiatra alemán Emil Kraepelin -al cual le debemos la clasificación de psicosis- nombra por primera vez el mal con el nombre de Alzheimer, en un libro de psiquiatría de 1910. Y esto para gran sorpresa de Alzheimer, que era un hombre muy modesto. Y de hecho él jamás le hubiera puesto su propio apellido a la descripción de la enfermedad. A partir de ahí ya está descripta y ha continuado hasta nuestros días, lamentablemente, sin ningún tipo de modificación.
Un mal asociado al paso de los años
- ¿El hecho de que se haya extendido la vida de las personas hace que haya más casos de Alzheimer?- Totalmente. Cuando hablamos de factores de riesgo -y retomando una pregunta anterior- entre ellas figura el riesgo de la edad. Es decir, a mayor edad mayor disposición a contraer la enfermedad. Por otro lado, las cifras de la Organización Mundial de la Salud hablan de una verdadera epidemia de Alzheimer. Hay una explosión mundial de la enfermedad (...) Lamentablemente en los países subdesarrollados la edad avanzada no lleva a aumentar la calidad de vida, sino a disminuirla. De todas formas, la edad avanzada tiene que ver con el aumento de los medios de seguridad en medicina, en los métodos de diagnóstico. Todo ha contribuido a la prolongación de la expectativa de vida. Una persona de Gualeguaychú en 1870 aspiraba a vivir 33, 34, 35 años, como mucho. Hoy la expectativa de vida está entre 74 y 80 años. Con lo cual están apareciendo enfermedades de la gerontología, de la geriatría, que antes no existían. Y en una proporción alarmante. Porque las cifras en este congreso de Montreal son en un punto escalofriantes.- Lo que queda claro, siguiendo sus dichos, es que Alzheimer está ligado íntimamente al aumento en la tasa de envejecimiento de la población... - Paralelamente se está dando otro fenómeno. En Capital Federal, en el año 2009, por primera vez se invirtió la pirámide poblacional. Es decir, allí los individuos de más de 70 años, superan a los niños de menos de 10 años. Esto jamás había ocurrido en la historia del país.- Usted hace poco dio una conferencia sobre este tema en el Hospital Centenario y tuvo una gran repercusión.- Creo que nos sorprendió a todos porque no esperábamos una concurrencia tan masiva. Lo cual habla de la gran necesidad de la población, tanto médica como general, de informarse. Porque la medicina cada vez se ha ido especializándose más. Y los médicos, refugiados en su especialidad, se van alejando de las otras. Con lo cual se impone una actualización constante de los conocimientos.- ¿Es muy costoso el tratamiento del mal de Alzheimer?- El tratamiento farmacológico, lamentablemente, aborda fármacos que tienen costos bastante elevados con respecto al poder adquisitivo.- ¿Y las obras sociales cubren estos gastos?- Este es un punto muy oscuro. En especial hay grandes problemas con las obras sociales estatales.- ¿Y qué piensa del escáldalo de las mafias de los medicamentos truchos? - Es algo doloroso. Por un lado está esta malversación, de la que nos hemos enterado todos los argentinos. Y por otro lado esto que decía de las obras sociales del Estado. La población todavía no tiene conocimiento -y no tiene por qué tenerlo- de que existen leyes nacionales de discapacidad. Y el Alzheimer está comprendido dentro de esta legislación. Con lo cual el Estado, que reconoce la ley, debería a su vez administrar la medicación en forma gratuita para los enfermos de Alzheimer, así como lo hace para los tratamientos oncológicos, el cáncer y el sida. Sin embargo el Estado desconoce estas leyes, al no cubrir sus obras sociales los gastos de la enfermedad, en forma plena.
"Prefiero el hospital público"
- Usted viaja mucho al exterior. ¿Cómo estamos en salud pública respecto de otros países?- Bueno, así como hablamos de aspectos dolorosos en la Argentina, también podemos hablar de aspectos felices. Creo que Argentina, junto con Cuba, tal vez tenga una de las mejores medicinas públicas. Es altamente llamativo, es una perla que todavía conservamos. Sobre todo por sus recursos humanos. En países altamente desarrollados, como Canadá o Estados Unidos, que tienen una medicina pública bastante masiva, se da el hecho de que la misma población no acude a la medicina pública porque está desprestigiada, porque la atención no es buena, porque tienen que hacer cola. Acá suele ser al revés. Siempre le digo a mi familia: si me pasa algo por favor llévenme al hospital público. Y esto pese a que los recursos técnicos en lo privado superan a la medicina pública.- Hay hospitales como el Garrahan que son emblemáticos de lo que dice.- Que no han perdido su nivel y lo aumentan día a día. Y van conservando una medicina de excelencia, que al privado le cuesta alcanzar. - ¿La comunicación es importante a la hora de prevenir? - Es clave. Esto que hacen ustedes lo considero altamente valioso. Siempre rescato el valor del Dr. Florencio Escardó, quien fue el primero quizás en transmitir los conocimientos de la información médica a la comunidad, a la población general. Y él siempre decía que: "la primer etapa de la prevención es la información".
Ficha técnica
Julio César Zarra, médico especialista en Psiquiatría y Psicología Médica, atiende en Gualeguaychú, cada quince días, en el CeNNyP.Zarra es Médico Psiquiatra Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Italiano de La Plata. Además es Fundador y Director del Centro de Estudios para la Memoria.Por otro lado, es miembro de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), de la Asociación Neuropsiquiátrica Argentina (ANA), de la International Neuropsychiatric Association (INA), de la International Psychogeriatric Association (IPA), International Member of the American Psychiatric Association (APA).Fundador y ex Presidente de la Asociación Argentina de Investigación en Neurociencia, el entrevistado ha sido docente de la Cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata.El médico es investigador principal y co-investigador en numerosos estudios de Investigación Clínica en Psiquiatría y Neurología. Tiene una actividad académica y científica intensa.Es autor y co-autor de más de 500 trabajos en la especialidad, disertante en más de 300 conferencias en instituciones y eventos de la especialidad, dentro y fuera del país.Zarra es autor de más de 400 publicaciones nacionales e internacionales de trabajos de Investigación Clínica, presentaciones en Congresos, Simposios y Jornadas de la especialidad.
Por Carbone, Rivas y Lorenzo - Tenemos entendido que el mal de Alzheimer es una degeneración de las células neuronales. ¿Es así?Doctor Julio César Zarra:- Exactamente. Es una enfermedad degenerativa cerebral. En la cual se va produciendo una transformación celular a lo largo del tiempo. Y va incapacitando la función de la célula hasta que termina destruyéndola y matándola casi por completo. Esto, en el aparato psíquico, se va expresando con déficit a distintos niveles de la función cerebral.- Y los síntomas más comunes. ¿Cuáles son?- En principio no todos los pacientes tienen los mismos síntomas. No todos tienen la misma progresión de síntomas ni la misma gravedad. En su mayoría el cuadro inicial se suele presentar con el déficit de la memoria. De la memoria a corto plazo. Es decir, la persona comienza a no poder recordar los hechos recientes: qué comió anoche, apellidos, los acontecimientos más próximos de las 24 o 48 horas, etc. Sin embargo, conserva en perfecto estado su memoria remota. Esto hace que los primeros síntomas, que suelen ser muy leves, pasen desapercibidos. Lamentablemente, éste es un aspecto que todavía la ciencia médica no logra difundir lo necesario. Estuve hace pocos días en el Congreso de la Asociación Internacional de Psicogeriatría en Montreal. Como no había ninguna droga nueva para presentar, lo esencial del Congreso se puso en las estadísticas. Y se llegó a la conclusión unánime de que, de acuerdo a la presentación de varios registros de distintos países, lamentablemente los pacientes consultaban cinco años después. Es decir, cinco años tarde.- Debieran haberlo hecho cinco años antes.- Exacto. Sobre todo teniendo en cuenta que este proceso de degeneración celular, de transformación celular, de daño cerebral, comienza generalmente 15 años antes de que se manifiesten los síntomas. Es decir que no es un proceso que se presenta de la noche a la mañana. Ni de un día para otro.- ¿Cuál es la causa del mal? ¿Está ligado al estilo de vida o a un motivo orgánico?- Es muy difícil, en una enfermedad tan compleja como ésta, establecer una sola causa. Hay muchas teorías. De todos modos, está científicamente comprobado que se provoca una degeneración, una transformación del metabolismo de las proteínas a nivel cerebral. Proteínas que se van degradando y se van acumulando. Y esto va -dicho en términos prácticos- como intoxicando la célula.
Sintomatología compleja
- Usted dijo que la degeneración celular comienza 15 años antes de que se manifiesten los síntomas. ¿Significa que no hay modo de detectar el mal antes de su manifestación? - Así como la causa es muy compleja -me remito a la pregunta anterior para empalmarlo con esta- también el proceso de presentación no suele ser sencillo para hacer el diagnóstico. Los primeros síntomas ya nos están dando una evidencia de que la lesión está en marcha. Es acá donde podemos actuar y donde tenemos chances. Realmente, durante esos 15 años se está en una etapa subclínica. Es decir, que todavía no puede detectarse clínicamente (...) La mayoría de las personas que consultan -la mayoría gracias a esta difusión de la prevención- en realidad presentan déficit por estrés, por trastornos del estado de ánimo. Pero no siempre por una enfermedad como el Alzheimer.- ¿Cómo dilucidar si es una cosa o la otra?- Bueno, ahí está la tarea de diagnóstico que debe hacer el especialista. El diagnóstico de la enfermedad Alzheimer, como hay otras demencias, se basa en un trípode. En las neuroimágenes, tomografía o resonancia magnética nuclear del cerebro. Hay otros estudios que son bastantes más sofisticados, más complejos así que prácticamente son inaccesibles. Que están en más de 5 mil dólares. Y hay solo dos equipos en el país, en Buenos Aires y en Mendoza. Pero nos manejamos con los que tenemos a mano a nivel de neuroimágenes. Por otro lado, está el laboratorio. Los análisis clínicos de laboratorio arrojan datos interesantes. Y fundamentalmente, la evaluación neuropsicológica. Es decir las pruebas que miden el estado no sólo de la memoria sino de toda la función cerebral. La memoria es en realidad el primer síntoma, pero puede haber muchos más. Se puede abrir el cuadro con la memoria indemne. Es decir, con otro tipo de trastornos a nivel de la atención, a nivel de la ejecución de tareas, de tareas a nivel del lenguaje o a nivel de la toma de decisiones.- ¿En estos casos se emplean tests evaluatorios?- Sí, aunque eso es patrimonio ya de la neuropsicología, no de la psiquiatría. Es una ciencia relativamente nueva que nace en los años '70 en Estados Unidos. Ya en la Argentina tenemos las primeras camadas de neuropsicólogos y hacen una serie de evaluaciones, de pruebas, de tests, que miden toda la función cerebral, incluso la memoria. Son pruebas muy sencillas, pero altamente fidedignas.- ¿Qué ejemplo puede darnos?.- Por ejemplo, están los déficits cognitivos o de las funciones intelectuales. Es la dificultad para acceder a la abstracción, al pensamiento abstracto. Esto se expresa, por caso, cuando una persona tiene dificultades para copiar una figura geométrica. Entonces se colocan delante del paciente uno, dos o tres figuras geométricas superpuestas. Y a veces algo tan sencillo como eso no lo puede copiar. También está el test del reloj. A veces la persona no puede colocar la hora o no puede colocar los números en su lugar.
Entrenar la memoria
- ¿Es conveniente en estos casos tener el pensamiento activo, para retrasar el mal neuronal? - Es fundamental. Cuando hablamos de tratamiento, hablamos de un tratamiento dual. Por un lado, un tratamiento farmacológico. Por otro, lo que llamamos rehabilitación neuro-cognitiva, que es el ejercicio permanente de la memoria. Hay talleres en que se entrena la memoria. La memoria es -dicho gráficamente- como si fuese un músculo. Si no la usamos se atrofia.- Parece que mucha gente que se jubila y después lleva una vida muy pasiva, es como que se envejece...- Esto es así. Algo que se agrava más si se combina con un trastorno del estado de ánimo. Sin que llegue a una depresión severa. Pero una persona que ha sido activa o muy activa durante su estado laboral y de repente, de un día para otro, deja de tener ese ejercicio cotidiano, no siempre lo procesa de una forma agradable.
Cómo juega lo hereditario
- Volviendo al tema de las causas del mal. ¿Puede ser hereditario?- Es una pregunta muy atinada. Hay un fantasma con respecto al componente genético o hereditario de la enfermedad de Alzheimer -incluso de otras demencias también-. Ojo que esta enfermedad representa el 65 a 70 % de todas las demencias. Es decir, Alzheimer es mayoría entre todas las demencias, incluidas la vascular. El concepto de hereditario en medicina significa que el hijo o el nieto van a heredar sí o sí la enfermedad. Como ocurre con la hemofilia, por ejemplo. Pero éste no es el caso. Si bien hay algunas teorías que postulan que hay una transmisión, que hay genes que pueden trasladar esta tendencia, no están totalmente aceptadas. No hay estudios concluyentes al respecto.- ¿Pero puede haber por lo menos alguna propensión?- Eso sí. Hablamos de una mayor disposición. Una persona que ha tenido padre, madre o abuelos con enfermedad de Alzheimer, en forma diagnosticada, debe estar más atento que otra persona que no tiene antecedentes familiares. Podría haber una predisposición mayor, pero no hay una causalidad. De todos modos -y lo cuento como anécdota- en una familia de Escocia, en los años '50, se descubrió que había transmisión hereditaria. Fue solo una familia. Después se descubrió que siete y ocho miembros de una familia en Alemania tuvieron el mal, el cual se presentaba a la edad de 35 a 40 años. Ya estaban demenciados a los 40 años. Fue toda esa familia. Pero nunca más volvió a aparecer algo similar en el mundo.- ¿Desde cuándo se conoce esta enfermedad?- La describió Alois Alzheimer en 1901. En 1906 la expone en un congreso local en Munich, describiéndola como una enfermedad de la corteza cerebral. El famoso psiquiatra alemán Emil Kraepelin -al cual le debemos la clasificación de psicosis- nombra por primera vez el mal con el nombre de Alzheimer, en un libro de psiquiatría de 1910. Y esto para gran sorpresa de Alzheimer, que era un hombre muy modesto. Y de hecho él jamás le hubiera puesto su propio apellido a la descripción de la enfermedad. A partir de ahí ya está descripta y ha continuado hasta nuestros días, lamentablemente, sin ningún tipo de modificación.
Un mal asociado al paso de los años
- ¿El hecho de que se haya extendido la vida de las personas hace que haya más casos de Alzheimer?- Totalmente. Cuando hablamos de factores de riesgo -y retomando una pregunta anterior- entre ellas figura el riesgo de la edad. Es decir, a mayor edad mayor disposición a contraer la enfermedad. Por otro lado, las cifras de la Organización Mundial de la Salud hablan de una verdadera epidemia de Alzheimer. Hay una explosión mundial de la enfermedad (...) Lamentablemente en los países subdesarrollados la edad avanzada no lleva a aumentar la calidad de vida, sino a disminuirla. De todas formas, la edad avanzada tiene que ver con el aumento de los medios de seguridad en medicina, en los métodos de diagnóstico. Todo ha contribuido a la prolongación de la expectativa de vida. Una persona de Gualeguaychú en 1870 aspiraba a vivir 33, 34, 35 años, como mucho. Hoy la expectativa de vida está entre 74 y 80 años. Con lo cual están apareciendo enfermedades de la gerontología, de la geriatría, que antes no existían. Y en una proporción alarmante. Porque las cifras en este congreso de Montreal son en un punto escalofriantes.- Lo que queda claro, siguiendo sus dichos, es que Alzheimer está ligado íntimamente al aumento en la tasa de envejecimiento de la población... - Paralelamente se está dando otro fenómeno. En Capital Federal, en el año 2009, por primera vez se invirtió la pirámide poblacional. Es decir, allí los individuos de más de 70 años, superan a los niños de menos de 10 años. Esto jamás había ocurrido en la historia del país.- Usted hace poco dio una conferencia sobre este tema en el Hospital Centenario y tuvo una gran repercusión.- Creo que nos sorprendió a todos porque no esperábamos una concurrencia tan masiva. Lo cual habla de la gran necesidad de la población, tanto médica como general, de informarse. Porque la medicina cada vez se ha ido especializándose más. Y los médicos, refugiados en su especialidad, se van alejando de las otras. Con lo cual se impone una actualización constante de los conocimientos.- ¿Es muy costoso el tratamiento del mal de Alzheimer?- El tratamiento farmacológico, lamentablemente, aborda fármacos que tienen costos bastante elevados con respecto al poder adquisitivo.- ¿Y las obras sociales cubren estos gastos?- Este es un punto muy oscuro. En especial hay grandes problemas con las obras sociales estatales.- ¿Y qué piensa del escáldalo de las mafias de los medicamentos truchos? - Es algo doloroso. Por un lado está esta malversación, de la que nos hemos enterado todos los argentinos. Y por otro lado esto que decía de las obras sociales del Estado. La población todavía no tiene conocimiento -y no tiene por qué tenerlo- de que existen leyes nacionales de discapacidad. Y el Alzheimer está comprendido dentro de esta legislación. Con lo cual el Estado, que reconoce la ley, debería a su vez administrar la medicación en forma gratuita para los enfermos de Alzheimer, así como lo hace para los tratamientos oncológicos, el cáncer y el sida. Sin embargo el Estado desconoce estas leyes, al no cubrir sus obras sociales los gastos de la enfermedad, en forma plena.
"Prefiero el hospital público"
- Usted viaja mucho al exterior. ¿Cómo estamos en salud pública respecto de otros países?- Bueno, así como hablamos de aspectos dolorosos en la Argentina, también podemos hablar de aspectos felices. Creo que Argentina, junto con Cuba, tal vez tenga una de las mejores medicinas públicas. Es altamente llamativo, es una perla que todavía conservamos. Sobre todo por sus recursos humanos. En países altamente desarrollados, como Canadá o Estados Unidos, que tienen una medicina pública bastante masiva, se da el hecho de que la misma población no acude a la medicina pública porque está desprestigiada, porque la atención no es buena, porque tienen que hacer cola. Acá suele ser al revés. Siempre le digo a mi familia: si me pasa algo por favor llévenme al hospital público. Y esto pese a que los recursos técnicos en lo privado superan a la medicina pública.- Hay hospitales como el Garrahan que son emblemáticos de lo que dice.- Que no han perdido su nivel y lo aumentan día a día. Y van conservando una medicina de excelencia, que al privado le cuesta alcanzar. - ¿La comunicación es importante a la hora de prevenir? - Es clave. Esto que hacen ustedes lo considero altamente valioso. Siempre rescato el valor del Dr. Florencio Escardó, quien fue el primero quizás en transmitir los conocimientos de la información médica a la comunidad, a la población general. Y él siempre decía que: "la primer etapa de la prevención es la información".
Ficha técnica
Julio César Zarra, médico especialista en Psiquiatría y Psicología Médica, atiende en Gualeguaychú, cada quince días, en el CeNNyP.Zarra es Médico Psiquiatra Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Italiano de La Plata. Además es Fundador y Director del Centro de Estudios para la Memoria.Por otro lado, es miembro de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), de la Asociación Neuropsiquiátrica Argentina (ANA), de la International Neuropsychiatric Association (INA), de la International Psychogeriatric Association (IPA), International Member of the American Psychiatric Association (APA).Fundador y ex Presidente de la Asociación Argentina de Investigación en Neurociencia, el entrevistado ha sido docente de la Cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata.El médico es investigador principal y co-investigador en numerosos estudios de Investigación Clínica en Psiquiatría y Neurología. Tiene una actividad académica y científica intensa.Es autor y co-autor de más de 500 trabajos en la especialidad, disertante en más de 300 conferencias en instituciones y eventos de la especialidad, dentro y fuera del país.Zarra es autor de más de 400 publicaciones nacionales e internacionales de trabajos de Investigación Clínica, presentaciones en Congresos, Simposios y Jornadas de la especialidad.
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