“Me quedé abajo del colectivo con ella, me decía que iba a morir y yo la tranquilicé”
Roberto Rodríguez es bombero desde hace 23 años. En el accidente del jueves, donde un camión chocó a un transporte escolar, rescató a Manuela que había quedado aprisionada debajo del colectivo.Por Mónica Farabello Los bomberos voluntarios junto al personal médico y policial fueron parte fundamental para lograr un operativo exitoso en el accidente donde un colectivo escolar y un camión colisionaron."El milagro de la ruta 14" dejó una historia de vida. Sus protagonistas: Roberto Rodríguez, bombero voluntario con 23 años de experiencia y Manuela, una joven de 14 años de edad.De guardia en el cuartel, "Pitufo" como lo apodan sus compañeros, se muestra de buen humor mientras comparte unos mates. Entre bromas, asegura que "se va a hacer famoso" y recuerda otros accidentes donde formó parte junto a sus pares.Según relata Roberto "pitufo" Rodríguez, cuando sintieron el toque de sirena, sabían que iban a un incendio de un camión, pero cuando llegaron al lugar con las dos autobombas "la situación era catastrófica: había gurises en la banquina y se escuchaban llantos".Con muchos años de experiencia en incendios y accidentes, asegura que "la situación lo desbordó". Rodríguez tiene dos hijos: el varón de 21 años que siguió los pasos del padre y también es bombero voluntario, y una adolescente de 18. "Se llama Manuela, no me olvido más"Entre el caos que se vivía tras el accidente donde un colectivo que transportaba alumnos de la Escuela "Olegario V. Andrade" de Sarandí, fue impactado en su parte trasera por un camión de origen brasilero, Manuela de 14 años era buscada por los rescatistas."No la podíamos ver" cuenta Rodríguez, "luego con el jefe de bomberos de Ceibas, Marcelo Paredes y otro bombero más la encontramos atrapada. Estaba debajo del vehículo, entre el diferencial, con una pierna aprisionada con las duales del colectivo".Además, explicó que "lo más complicado era que había un árbol lleno de espinas que estaba enredado en el pelo de ella. Se llama Manuela, no me olvido más. Tengo ganas de ir a verla porque sé que la van a intervenir quirúrgicamente en el Hospital".Cuando lograron divisarla, Roberto Rodríguez ingresó debajo del colectivo y vio su pelo. El bombero contó que la joven "se portó bien, nos ayudó mucho. Estaba lúcida y conversé con ella mientras el jefe de Ceibas montaba el operativo para levantar el colectivo"."Me quedé con ella y le dije que la íbamos a sacar y ella me decía que iba a morir, que sentía que se quemaba. Ella veía el fuego del camión porque lo tenía de frente y escuchaba a la gente que murmuraba y eso hacía que se ponga intranquila", relató Rodríguez.Luego expresó que "en el momento en que estaba con ella, se me representaron muchas cosas y cuando logramos con Marcelo Paredes, sacarla y rescatarla, me fui al camión y lloré porque me sobrepasó la situación, porque es una criatura". "No soy un héroe"Roberto Rodríguez resaltó en todo momento, el trabajo en equipo que realizó junto a sus compañeros. "No soy un héroe, es el resultado de la coordinación de todo el equipo; porque si falla algo, falla todo", aseguró."Fue un milagro pero nos ayudó que al camión no se le hayan reventado las cubiertas; que los camioneros que nos ayudaron hayan tenido gatos hidráulicos, que la chica haya estado conciente y se haya portado tan bien", reflexiona Rodríguez, quien además resalta que ellos están siempre "para ayudar al prójimo".
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