Mercedes, después de más de 10 mil madrugones, decidió descansar

Una inmensa emoción embargó los aparatos de radio ayer por la mañana. Mercedes, la pionera de la locución de la ciudad, se despidió del micrófono de LT41. Se la va a extrañar, mucho. Estela Gigena Este 30 de diciembre fue especial para los gualeguaychuenses, sobre todo para quienes se criaron amaneciendo con la radio y sus voces. Ayer, Mercedes Pérez, la reconocida locutora de LT41 decidió despedirse después de 42 años y pico de romance con el micrófono y la gente.Y emocionó a todos. A sus compañeros de ruta. A sus oyentes. A sus amigos. A quienes reconocen su voz aunque nunca la vieron y la imaginan, por esa magia que únicamente ostenta la radio.Así, Mercedes dejó atrás más de 10 mil días de madrugar para estar a las 6, sentada frente al micrófono, cruzando la ciudad de una punta a la otra. A la LT de calle Fray Mocho, a la LT de Gualeguay; a la LT de San Martín; a la LT de Pellegrini y finalmente, a la LT de calle Montiel. Porque su casa se mudaba de lugar y allí se mudaba con su matecito dulce y el bolso, que además de sus pertenencias, guardaba las soluciones para el percance de cualquiera de sus compañeros de radio.Porque fue un poco madre de todos los que llegamos a la radio siguiendo la vocación. Un poco madre y gran maestra. Además de hacernos pagar derecho de piso, con mucha paciencia nos indicaba cómo leer la tanda, los tonos, las formas, los silencios, las risas. Fue buena maestra y absolutamente generosa.DE CARA A LA FUNDACIÓNDe eso precisamente hablan sus batallas solidarias. En cada evento para ayudar al otro estaba y está Mercedes. Papá Noel; bailes a beneficio; colecta de alimentos, ropa, medicamentos; anteojos; lo que sea... El necesitado sabe que es a través de LT41 donde se consigue la ayuda que necesita. Y allí va, a buscar a Mercedes.Hace tiempo me confió su deseo para este tiempo de descanso que inicia: crear una fundación para continuar con su tarea filantrópica. Y es muy posible, lo aseguro, que en breve lo estemos anunciando."Mi querida, ¿dónde me puso esta mañana?", preguntó durante años a sus oyentes cuando abría su espacio exclusivo dentro de la mañana de la radio "Solo...para mujeres", donde daba rienda suelta a su costado coqueto y de servicio, prodigando consejos, invitando a especialistas y endulzando con poesía y música melódica.Su voz, cantarina y fresca en la tanda comercial es una marca. Tan es así, que muchos comerciantes piden que su publicidad no sea grabada; la quieren en vivo, en la voz de Mercedes.En el Radioservicio también se la va a extrañar. El caudal de audiencia de las zonas rurales la considera su mensajera. En las épocas en que no existían los celulares, era su voz la que llevaba las buenas y las malas a las zonas alejadas de la ciudad.Es que las voces que se impregnan en la gente perduran, hacen historia, quedan guardadas en nuestra memoria, indelebles. Es el caso de Mercedes, una pionera de la locución en Gualeguaychú que dejó gran parte de su corazón en su radio, LT41. Le costaba irse, despedirse. Por eso, cuando el Estado le dijo que debía jubilarse, hace algunos años, hizo caso omiso y siguió a su corazón. Hasta ayer.Mercedes Pérez se aleja del micrófono, aunque sabemos o deseamos que no es definitivo. Ayer, en la despedida que le hicieron en LT41, el director de la emisora, Eduardo Gurovici le pidió que descanse, pero que lo piense, que no se vaya del todo y hasta le propuso hacer juntos un programa el año que viene, embargado por la emoción de despedir a su compañera y cómplice del aire de veintitantos años.Ella agradeció. Agradeció a todos y confió: "yo quiero descansar; estoy cansada", aunque aclaró: "después vamos a ver". Y prometió: "siempre voy a estar apuntalando a la radio desde cualquier lugar, porque uno no puede ser desagradecido con quien te dio tantas cosas, tantos años". Y agradeció especialmente a Gurovici haber permitido que siga trabajando luego de su jubilación.El cierre del programa y del año fue de ella. Llenos sus ojos de lágrimas y con su voz casi quebrada citó, de Charles Chaplin: "La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sinaplausos".Y allí, en el estudio de LT41, llovieron los aplausos.
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