FINANCIAMIENTO PARA LOS PEQUEÑOS EMPRENDEDORES LOCALES
Micropréstamos: una herramienta indispensable para lograr la inclusión social en la ciudad
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Los pequeños préstamos para emprendedores excluidos del sistema bancario suelen ser una alternativa válida. Pero la alta inflación ha venido conspirando contra todo tipo de crédito. ¿La baja de tasas abre chances para un retorno de esta práctica?
En el mundo quien hizo famosos los microcréditos fue Muhammad Yunus, el economista indio que, en su etapa de profesor universitario, observó cómo el acceso a pequeñas cantidades de dinero podía marcar una enorme diferencia en la vida de unos aldeanos.
Fue así que Yunus comenzó a otorgar microcréditos por su cuenta en la India, hasta que en 1983 fundó el Grameen Bank (Banco de la Aldea).
Desde esa plataforma centró sus esfuerzos en brindar oportunidades a colectivos desfavorecidos, como jóvenes, mujeres, personas mayores, habitantes de zonas rurales y personas en riesgo de exclusión.
La experiencia demostró que estas personas, excluidas del sistema bancario establecido, no solo eran capaces de poner en marcha actividades que generaban ingresos con los que devolver lo prestado, sino que mejoraban significativamente sus condiciones de vida.
Esta metodología hizo merecedor a Yunus del Premio Nobel de la Paz en 2006 y desde entonces esta mecánica de inclusión financiera para emprendedores se replicó en todo el mundo.
A nivel local esta práctica se viene aplicando desde agencias estatales, como la municipalidad, que hace de intermediaria de fondos provinciales y nacionales.
También fue la modalidad adoptada por la Cooperativa de Crédito Gualeguaychú desde su nacimiento, allá por enero de 2016. En los primeros años, la entidad devino en herramienta válida para vecinos que encontraron en ella una fuente de financiación con un bajo costo de devolución.
Los créditos se dirigían a distintos fines: preferentemente para impulso de proyectos productivos, aunque también para adquisición de vehículos; reparación, refacción y ampliación de viviendas familiares; gastos personales o de salud; entre otros.
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Pero desde hace al menos dos años, con la inflación disparada, el consejo directivo de la cooperativa decidió no otorgar más crédito por lo ruinoso de la operatoria (tanto para ella como para el tomador), según explicó a Ahora ElDía el contador Ricardo Díaz, miembro de ese consejo.
“La función de la cooperativa no es prestar dinero a tasas exorbitantes, como nos vimos obligados por la inflación. Nosotros veníamos tomando dinero a un costo de capital muy alto. A ese condicionante había que agregarle el interés para prestar, más el factor riesgo, lo que volvió inviable la experiencia crediticia”, explicó el directivo.
Preguntado por el funcionamiento de financieras privadas que vienen operando sin interrupción en el mercado local, aun cobrando altísimas tasas de interés, Díaz comentó que estas entidades tienen una ventaja adicional: el código de descuento. Por este mecanismo tienen asegurada la devolución de sus préstamos para el caso de los empleados públicos provinciales o nacionales, a quienes se les descuenta de forma automática la cuota mensual de su sueldo.
Según explicó, antes de que la inflación alta volviera inviables las operatorias, la Cooperativa ofrecía créditos a tasas que se conformaban por el costo del capital + el interés + el riesgo.
“Nosotros prestábamos a la menor tasa posible, con algo de capital propio y con algo de aporte de inversores, que nos cobraban un interés mínimo. De esta manera abastecíamos con distintos créditos a un sector emprendedor de la ciudad”, recordó.
Otro escenario
¿Qué expectativa se abre para la Cooperativa en la actual coyuntura? “Ahora vemos con satisfacción la baja de tasas de interés en el país, con los cual los riesgos crediticios disminuyen. Esto crea las condiciones para la vuelta del crédito”, respondió Díaz.
Sostuvo que la Cooperativa puede actuar como canalizador de capital mediante acuerdos con distintos actores públicos y privados. Al respecto, mencionó que la cooperativa local comercializa los créditos de Cuenca, una entidad financiera regulada y supervisada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
“Aspiramos a que se visualice esta entidad como herramienta por parte de distintos organismos locales que apoyan al emprendedor, que tienen una mirada productivista”, destacó.
“Si la municipalidad, por ejemplo, hace un programa de apoyo a los emprendedores, creemos que nosotros podemos aportar nuestra experiencia de gestión”, ilustró.
“Podríamos ser útiles para un sector económico local que está fuera de la mira de los bancos tradicionales”, remarcó.
“Ahora visualizamos que, al bajar la inflación, y con la consecuente baja de tasas de interés, se da un paso importante para la normalización del mercado de crédito. Creemos que se abre una oportunidad para que nosotros podamos tomar dinero a costos razonables y represtarlo luego al sector emprendedor”, destacó.
Por último, Díaz indicó que la entidad local viene haciendo una importante labor de asistencia técnica a distintas cooperativas de trabajadores locales, necesitadas de mejorar su administración y gestión.
Micropréstamos de la comuna
En los últimos años, la Caja de Jubilaciones de la Municipalidad se ha convertido en una importante herramienta de financiamiento para los empleados activos y pasivos de la comuna.
Por allí se canalizan muchos pequeños préstamos con fines varios, sobre todo para consumo, a tasas más accesible que las que se encuentra en el mercado, aunque sólo beneficia a un sector de la sociedad local.
Paralelamente, desde la Secretaría de Desarrollo Humano del municipio se han venido otorgando micropréstamos orientados a la llamada “economía social”, donde actúan emprendedores que producen a pequeña escala, con un régimen jurídico especial, que no obstante suelen ser excluidos de la banca tradicional.
Actualmente se trata de un programa financiado por el gobierno de la Provincia (que a su vez recibe fondos de la Nación), pero que se canaliza a través de la Dirección de Desarrollo Social de la comuna, que dirige Marcos Henchoz.
En diálogo con este medio, Henchoz comentó que, tras un llamado en febrero para la preinscripción con vistas a obtener microcréditos, hubo 180 inscriptos de los cuales calificaron 30 iniciativas que recibirán este aporte monetario, las cuales se corresponden a emprendimientos que ya están funcionando.
Este tipo de financiamiento tiene las siguientes características:
1) Es escalonado y continuo (depende del éxito del emprendimiento)
2) El monto no puede sobrepasar el valor de un salario mínimo, vital y móvil (alrededor de $230.000)
3) Se otorga a tasa 0% de interés
4) La devolución está estipulada en 6 cuotas mensuales
5) Rige un compromiso grupal de devolver el crédito en tiempo y forma mediante la metodología de la “garantía solidaria”.
Según Henchoz, las personas beneficiarias del programa reciben diversas capacitaciones por parte de técnicos municipales, con el objetivo de fortalecer los emprendimientos.
“A veces, más que el aporte crediticio en sí, muchos emprendedores necesitan capacitación en distintos aspectos. Por ejemplo, en el rubro alimentos, capacitarse en su manipulación. O cómo promocionar el producto”, destacó el funcionario en relación al asesoramiento técnico que brinda la municipalidad en estos casos.
Los emprendimientos que se beneficiaron en esta primera parte del programa se vinculan a actividades artesanales (cerámica o tejido), también confección de indumentaria, albañilería, herrería, panificación, carpintería y talabartería, entre otros.
Perfil social
El entrevistado recordó que la misión fundacional de la Cooperativa de Crédito, más allá de la coyuntura cambiante de la realidad económica, es “ser parte de la matriz productiva local”.
“Acá hay un grupo de dirigentes sociales que apostamos por esta herramienta crediticia a favor de la comunidad local. Trabajamos ad honorem; todos los profesionales que nos asisten están en esta condición”, remarcó.
Al respeto, comentó que la entidad tiene dos vías para cumplir con su cometido. “Una es la crediticia, por la cual aspiramos a canalizar parte del ahorro local para que se financien los emprendedores locales. En este sentido actuamos como intermediarios. Y la otra es el apoyo y acompañamiento técnico a cooperativas de trabajadores y a emprendedores”.