CONDUCTA Y SACRIFICIO
Miqueas Eschudi, la promesa gualeguaychuense que se consagró campeón en el Panamericano de Taekwondo
A través del arte marcial, el joven de la ciudad se destacó en Chile entre representantes de distintos países de Latinoamérica y dejó bien alto al deporte de Gualeguaychú. Una historia de constancia, disciplina y entusiasmo que desencadenó que pueda subirse a lo más alto del podio.
La frase universal “sin sacrificio no hay recompensa” aplica a cualquier orden de la vida, como alcanzar un logro deportivo. Es el caso de Miqueas Eschudi, un gualeguaychuense de 24 años, quien se coronó campeón panamericano de taekwondo ITF en la categoría hasta 57 kilógramos (cinturón rojo y rojo punta negra). Su esfuerzo, dedicación y pasión por este arte marcial de origen coreano reflejan el éxito obtenido en la capital chilena.
Eschudi representa a la Escuela Do-Contack, que dirige el maestro Antonio Gómez, quien también viajó al Campeonato Panamericano, al igual que Francisco Marín, también taekwondista.
La escuela funciona en la planta alta de un inmueble ubicado en San Martín y Montevideo. Hasta allí se acercó Ahora ElDía para conocer la historia del flamante medallista de oro de artes marciales, en el plano internacional.
Los taekwondistas se rigen bajo un código de principios, como el de “cortesía”, por eso en cada paso que dio Miqueas cuando nos recibió, pidió permiso al maestro Gómez, desde el momento de entrar y salir de la clase, hasta para hacer la producción de fotos y realizar la entrevista. Y hasta no recibir el visto bueno de su superior, no movía un ápice de su lugar.
Con conceptos claros y convincentes, Eschudi habló sobre sus inicios en el taekwondo, los beneficios que encontró en él, la significancia de ser campeón panamericano y sus proyecciones en su futuro deportivo.
“Hace nueve años que entreno este arte marcial, que no sólo me brindó un gran desarrollo físico, sino social, porque quizás quien no lo practica, desconoce los beneficios que tiene fuera de la parte deportiva”, indicó de entrada sobre sus comienzos en la disciplina que hoy es su gran pasión.
“Cuando era joven, mi mamá practicaba taekwondo y llegó hasta punta azul. Siempre me motivaba ver los cuadros de examen de ella o fotos de alguna competencia. Siempre le pedía que me llevara a taekwondo, no pedía ni fútbol ni básquet. Hasta que un día, no sé si la cansé o qué, me trajo a una clase”, acotó.
En varios pasajes de la charla, Eschudi hizo foco en los beneficios de esta disciplina y al momento de profundizar sobre ello, remarcó: “La principal diferencia entre un artista marcial y un deportista es que el primero es una persona dentro del taekwondo que pone en práctica los cinco principios, que son los que debe seguir todo practicante (cortesía, integridad, autocontrol, espíritu indómito y perseverancia). Esas características forman a una persona de carácter noble y justa, y sobre todo a una persona que a pesar de las adversidades que se le presenten dentro de la disciplina, como en la vida misma, siempre va a persistir”.
“La principal diferencia entre un artista marcial y un deportista es que el primero es una persona dentro del taekwondo que pone en práctica los cinco principios, que son los que debe seguir todo practicante (cortesía, integridad, autocontrol, espíritu indómito y perseverancia)".
El taekwondo ITF se divide en dos modalidades: formas y lucha. En esta última, Miqueas se coronó campeón en el Panamericano de Santiago de Chile, cuya competencia se desarrolló entre el 6 y 10 de mayo. El artista marcial local ya había competido, con buen suceso, en un Centro Sudamericano, que se llevó a cabo en la localidad bonaerense de Villa Ballester, en 2019.
Pero su participación en Chile significó su primera salida del país y su primer viaje en avión. En definitiva, su primera gran experiencia internacional como deportista de alto rendimiento. Aunque el camino, tanto para él, como para su compañero Francisco Marín y el maestro Antonio Gómez, no fue fácil desde lo económico: “Hicimos rifas, recibimos la ayuda de nuestros familiares, de los chicos del turno infantil de la escuela y hasta de un excompañero, que nos donó un lechón para sortear. El proceso fue difícil, pero pudimos viajar. Planificamos ir a este Panamericano en octubre pasado, pero era todo incertidumbre lo que podía pasar en el durante con el precio de los vuelos y los hospedajes. Pero nunca lo vimos como un objetivo imposible porque nos pusimos a trabajar desde el primer día y con esfuerzo nos dimos cuenta que con ‘un poco de garra’ íbamos a cumplir nuestro sueño”, agregó.
El certamen reunió a artistas marciales de Chile, Bolivia, Perú, Venezuela, Colombia, Honduras y Estados Unidos, aunque el 80% de la convocatoria fue argentina. Entre ellos los representantes de la Escuela Do-Contack de Gualeguaychú.
El momento más emotivo para los exponentes gualeguaychuenses fue la consagración de Eschudi. Sobre la significancia de subirse a lo más alto del podio, expresó: “Fue una sensación de alivio porque sentía mucha presión, pero no por ganar, sino porque tenía que dejarlo todo, al igual que mis rivales. De hecho, cuando terminamos la lucha final, con mi contrincante nos largamos a llorar, porque quedó claro que ambos sentimos pasión por el deporte. También sentí alivio porque sentí el apoyo de mi familia y mis compañeros. Entonces cuando entrás a competir, tenés una mochila pesada sobre la espalda porque no sólo lo hacés por vos, sino por todas esas personas que te ayudan en el camino”.
“Fue una sensación de alivio porque sentía mucha presión, pero no por ganar, sino porque tenía que dejarlo todo, al igual que mis rivales. De hecho, cuando terminamos la lucha final, con mi contrincante nos largamos a llorar, porque quedó claro que ambos sentimos pasión por el deporte".
En cuanto a los sentimientos provocados por el logro deportivo, Miqueas dijo: “Ser campeón panamericano fue un logro que hace un tiempo atrás lo veía como algo lejano, debido a tener que invertir tiempo en trabajar y estudiar. Pero nada es imposible, dónde se quiere lograr algo se puede y así fue que tomamos la decisión de ir a representar a nuestra escuela a Chile, donde tuve el agrado de salir primero en mi categoría y poder dejar bien representada a la institución y a la ciudad. Obviamente que traer una medalla de oro es un reconocimiento enorme al sacrificio, pero es importante recalcar que no termina acá, tenemos más torneos por delante de gran nivel y exigencia que nos esperan”.
Aunque el taekwondo no es un deporte que goza de popularidad mediática, el logro de Miqueas repercutió en la ciudad, como en otros puntos de la provincia, y en las redes sociales su nombre fue tendencia durante varios días: “No me esperaba tanta difusión y está buenísimo que nos den voz, como me toca a mí ahora, porque necesitamos dar a conocer nuestra disciplina que puede ser una herramienta para sacar personas en situación de calle o que pasan por momentos delicados como lo es el consumo problemático. O jóvenes que están pendientes de un celular y son reacios a hacer una actividad física. Como esta hoy en día la sociedad, creo que el taekwondo sería de gran ayuda para la formación de las personas y de los alumnos en los colegios”.