
Anoche, ante gran cantidad de fieles, el Obispo de la Diócesis, Monseñor Jorge Lozano, presidió la tradicional Misa Crismal en la Catedral San José.La celebración es un verdadero acontecimiento diocesano en la cual está presente todo el clero como así también delegaciones de todas las parroquias de la diócesis para retirar los óleos que se bendicen durante la misma.Ese día, desde la mañana, se realizó una Jornada de encuentro y reflexión de todos los sacerdotes con el obispo. Este año, quien tuvo a su cargo la meditación de la mañana, fue el Cardenal Estanislao Karlic. La jornada incluyó momentos de oración, diálogo y concluyó con una celebración penitencial.La Misa Crismal que el obispo concelebra con los presbíteros de las diversas zonas de la diócesis, y dentro de la cual consagra el Santo Crisma y bendice los otros óleos, es considerada como una de las principales expresiones en las que se pone de manifiesto la plenitud del sacerdocio del obispo y la estrecha unidad de todos los presbíteros con él.La liturgia cristiana ha hecho suyo el uso del Antiguo Testamento, según el cual los reyes, sacerdotes y profetas eran ungidos con el óleo de la consagración, pues ellos prefiguraban a Cristo, cuyo nombre significa precisamente "Ungido del Señor". "De manera semejante el santo crisma significa que, por el bautismo, los cristianos fueron injertados en el Misterio Pascual de Cristo, han muerto, han sido sepultados y resucitados con Él, hechos partícipes de su sacerdocio profético y real. El crisma es también un signo de la unción espiritual del Espíritu Santo que les es dado a los cristianos en la confirmación. El óleo de los catecúmenos prolonga el efecto de los exorcismos ya que fortalece a los bautizados para que puedan renunciar al demonio y al pecado, antes de acercarse a la fuente de la Vida para renacer en ella. El óleo de los enfermos cuyo uso atestigua el apóstol Santiago, sirve de remedio para las enfermedades del cuerpo y del alma y permite a los enfermos soportar con fortaleza, combatir sus males y alcanzar el perdón de sus pecados." (Pontifical Romano).Durante esta celebración los sacerdotes también realizan la renovación de las promesas que efectuaron el día de su ordenación. Al final de la misa el Obispo entregó los óleos a cada una de las comunidades parroquiales de la diócesis.

Homilía del ObispoSan Lucas nos relata la primera predicación de Jesús en la cual El mismo nos cuenta su misión. Lo hace a partir de un texto profético proclamado en la sinagoga de Nazareth..El pasaje es del libro de Isaías que es enviado para anunciar una gran noticia al pueblo que está cautivo y oprimido en Babilonia: terminó el exilio, se acabó; llegó la liberación, volvemos a casa, a la patria, a los amigos.El texto nos menciona a los destinatarios del anuncio: pobres, cautivos, ciegos, oprimidos. Para ellos una buena noticia. No para los satisfechos y autosuficientes, o para los que se acomodaron con el poder.Hasta aquí el relato del Profeta. ¿Y la predicación de Jesús? Tan breve y concreta como desconcertante: "Esto se ha cumplido hoy"Ya no hay deportación a Babilonia, pero sigue habiendo pobres, cautivos, ciegos, oprimidos: los grandes pecadores, los paganos, los marginados de la comunidad.Jesús es ungido por el Espíritu Santo "para anunciar la buena noticia a los pobres".Sabemos que cuando se proclama el Evangelio en la liturgia es el mismo Señor el que está presente y nos habla. No hemos escuchado como quien oye un relato del pasado; hoy Jesús vuelve a leer entre nosotros este texto y nos dice otra vez: "esto se ha cumplido hoy". ( Cfr. S.C. 7 y V.D. 52 )Nos recuerda el Papa Benedicto en su Exhortación Apostólica sobre la Palabra de Dios, que "en el acto litúrgico, la Palabra de Dios va acompañada por la íntima acción del Espíritu Santo, que la hace operante en el corazón de los fieles". ( V.D. 52 )Podemos decir entonces, sin lugar a dudas, que el Espíritu del Señor está sobre nosotros. Sí, sobre todos nosotros. Iglesia diocesana.Hoy -quienes estamos en este Templo y otros que forman parte de las diversas comunidades- somos enviados a anunciar buenas noticias a los pobres y oprimidos. A los que son marginados y a los que no conocen a Dios. ¿y cuál es la buena noticia?: "Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en El no muera, sino que tenga Vida eterna" (Jn. 3, 16)El Espíritu Santo está sobre vos, Iglesia diocesana", consignó Monseñor Lozano, anoche en Catedral San José."Hay una buena noticia para las familias. Ustedes son un tesoro muy valioso, querido por Dios. Sabemos de sus alegrías y preocupaciones. Nos comprometemos a acompañarlas y fortalecerlas. Ustedes son escuela de amor, verdad, justicia....Queremos proclamar otra buena noticia: la vida es hermosa, es un regalo de Dios. Nadie vive por casualidad y menos aún por castigo. Nos comprometemos con la dignidad humana, muchas veces pisoteada por la pobreza, las adicciones, la exclusión social"."Quiero hoy volver a convocarlos a seguir caminando juntos con estos objetivos que nos hemos propuesto para servir a quienes el Señor nos confía a nuestro cuidado pastoral. Hoy resuena en este Templo la buena noticia: el Espíritu Santo está sobre nosotros y nos envía. Digamos: ¡aquí estoy! ¡contá conmigo!".