
El Obispo de Gualeguaychú, Monseñor Jorge Lozano presidió anoche la tradicional Misa Crismal en Catedral San José ante cientos de feligreses. La celebración es un verdadero acontecimiento diocesano en la cual está presente todo el clero como así también delegaciones de todas las parroquias de la diócesis para retirar los óleos que se bendicen durante la misma. A la mañana comenzó una Jornada de encuentro y reflexión de todos los sacerdotes con el obispo. Como todos los años se dedicó un espacio para la reflexión espiritual y Adoración al Santísimo. Por la tarde se efectuó la elección de los nuevos integrantes del Consejo Presbiteral para el período 2012-2014, concluyendo con una celebración penitencial.La Misa Crismal que el obispo concelebra con los presbíteros de las diversas zonas de la diócesis, y dentro de la cual consagra el Santo Crisma y bendice los otros óleos, es considerada como una de las principales expresiones en las que se pone de manifiesto la plenitud del sacerdocio del obispo y la estrecha unidad de todos los presbíteros con él.La liturgia cristiana ha hecho suyo el uso del Antiguo Testamento, según el cual los reyes, sacerdotes y profetas eran ungidos con el óleo de la consagración, pues ellos prefiguraban a Cristo, cuyo nombre significa precisamente "Ungido del Señor"."De manera semejante el santo crisma significa que, por el bautismo, los cristianos fueron injertados en el Misterio Pascual de Cristo, han muerto, han sido sepultados y resucitados con Él, hechos partícipes de su sacerdocio profético y real. El crisma es también un signo de la unción espiritual del Espíritu Santo que les es dado a los cristianos en la confirmación".El óleo de los catecúmenos "prolonga el efecto de los exorcismos ya que fortalece a los bautizados para que puedan renunciar al demonio y al pecado, antes de acercarse a la fuente de la Vida para renacer en ella. El óleo de los enfermos cuyo uso atestigua el apóstol Santiago, sirve de remedio para las enfermedades del cuerpo y del alma y permite a los enfermos soportar con fortaleza, combatir sus males y alcanzar el perdón de sus pecados." (Pontifical Romano).Cabe acotar que en la celebración los sacerdotes renovaron las promesas que efectuaron el día de su ordenación. Al final de la misa el obispo entregó los óleos a cada una de las comunidades parroquiales de la diócesis.Celebrar la alegría de la fe

Durante su homilía, Lozano manifestó que la fe es un don de Dios y una respuesta humana. "Tener fe implica haber recibido y acogido el anuncio del amor que Dios tiene por nosotros. Implica una experiencia de encuentro personal y comunitario con Cristo Vivo. Él no es un personaje de la historia pasada; camina junto a nosotros".Dijo que "no es un Dios que puso en marcha el universo y se retiró en su soledad, dejándonos librados a nuestra propia suerte. Tampoco es un Dios irascible, quejoso y mal llevado que anda todo el tiempo de mal humor observando a ver en que nos equivocamos para castigarnos. Menos aún un Ser vengativo, caprichoso y flojo en sus compromisos".Cuando se pierde la dimensión trascendente de la vida, va creciendo en la persona un desierto interior, todo se vuelve árido e inhóspito. "La presencia de Dios transforma ese desierto en tierra fecunda, con diversos frutos para sí mismos y para los demás. Nos da certezas absolutas que nos ayudan a vivir confiados en el Amor que Dios tiene por nosotros".Enfatizó que "la fe nos da una familia. Por medio del Bautismo Dios nos hace sus hijos, miembros de su familia que es la Iglesia. La fe que profesamos es la fe de la Iglesia católica. Si cada uno de nosotros puede decir 'creo en Jesucristo', es porque formamos parte del Pueblo de Dios que canta las maravillas del Señor y que, cada domingo, renueva la fe recibida de los Apóstoles".El Obispo sostuvo que en el objetivo general "que nos propusimos trabajar en la Asamblea Diocesana buscamos fomentar la espiritualidad de comunión para fortalecer nuestra misión, y esto se canaliza por medio del encuentro personal y comunitario con Cristo Vivo para renovarnos como discípulos misioneros".Sin esta experiencia de encuentro "confundimos la fe con ideología o voluntarismo.Pero demos otro paso. El encuentro con Cristo desemboca en el seguimiento, en caminar con Él escuchando su Palabra, reconociéndolo como Maestro".Finalmente, Lozano enfatizó que el camino de la Asamblea Diocesana "nos ayuda a vivir la fe y comunicarla con alegría y entusiasmo misionero. Si alguien te pregunta de qué predicó el obispo en la misa Crismal, decile:Jesús me ama y entrega la vida por mí,Me tengo que cuidar del gris pragmatismo,y el amor de Dios es también para vos".