
El abogado de la Asamblea Ambiental Ciudadana, Fabián Moreno Navarro, destacó la solidez de la presentación Argentina ante la Corte Internacional de La Haya, al tiempo que consideró "ilógico el planteo Uruguay" de pretender demostrar que los contaminantes en el Río no son de Botnia sino a otras fuentes de impacto ambiental.Para el letrado, lo más importante es el pedido final que Argentina efectuó a la Corte Internacional de Justicia que es "la vuelta de las cosas al inicio, que todo quede como estaba antes que Uruguay cometiera sus violaciones a la norma, lo que implica el cese del funcionamiento de Botnia en esa ubicación".En diálogo con Radio Cero, destacó además que "no se esperaba esas argumentaciones de la defensa uruguaya sobre todo cuando en la prueba recogida de la floración algal se encontró restos de celulosa", y remarcó que "decir que esa situación tuvo origen en la bahía de Ñandubaysal y no de Botnia, es una cuestión poco lógica".Moreno Navarro dejó en claro que las argumentaciones de Argentina fueron muy sólidas "tanto desde el punto de vista jurídico como ambiental-técnico de lo que han sido los estudios del equipo de vigilancia ambiental".En su última intervención ante el Tribunal Internacional, Argentina rebatió varios de los argumentos de Uruguay, como lo son la violación o no del Estatuto del Río, el funcionamiento de Botnia y el impacto en el medio ambiente. En este sentido, el abogado advirtió que el vecino país "pretendía derivar las responsabilidades del Estado, o de los diferentes episodios que han ocurrido, a fuentes diferentes a Botnia"."Por suerte eso no lo han intentado con el tema de los olores, lo que hubiera sido ridículo", sentenció y se mostró sorprendido por "la visión que Uruguay hace del Estatuto, limitándolo en su función haciéndolo prácticamente estéril".Y añadió: "no entiendo para que existe una Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) si se tiene esa visión de la normativa".Por otra parte, Moreno Navarro aclaró que no se vio sorprendido por la apuesta fuerte del vecino país en hablar sobre el presunto consentimiento de Argentina a la instalación de Botnia. "Si bien es cierto que la cuestión no tuvo un funcionamiento dirigente en ese momento, eso no implica un consentimiento" por parte de nuestro Gobierno, explicó.