Mujer de palabra
Nidia Della Giustina , docente y escritora larroquense conversó con Enfoque acerca del sentido de ambas vocaciones ¿Qué significa para ud ser docente y escritora?
Podría decir que ambas realidades de mi existencia son una verdadera bendición. Una me ha permitido darme, servir, sentirme madre, gozar de relaciones vitalizantes... Y poder escribir con esas palabras que vienen a mi encuentro con algo de belleza y todo mi sentimiento, me ha resultado una verdadera gracia, capaz de liberarme, elevarme. Sentirme aquí, pero estar más allá, en plenitud, conmigo. En un viaje sin pasaje por todos lados... Placentero, no? ¿Ambas vocaciones nacieron simultáneamente?
Con mirada retrospectiva, afirmaría que prácticamente sí. Recuerdo a la niña que fui, tanto usando puertas de madera a modo de pizarrones, como empezando a escribir con afán de poesía que no llegaba más que a algunos renglones con rima, pero indudablemente ya rondaba ese duende que roba palabras de ese interior hondo, infinito, sediento de luz, de tinta.. ¿Las vive como oficio, vocación o misión?
Si tomo la palabra vocación acercándome a su etimología, entendiéndola como "llamado a...", puedo afirmar que la docencia y la poesía son, ante todo, eso. Alguna voz me convocó, desde el misterio a ser maestra y a enredarme en letras, y andando esos caminos he conocido la plenitud, la libertad, el poder del amor, el poder de la palabra. Ud trabaja en una escuela confesional ¿cree que la poesía tiene algo de rezo?, que nos comunica con el todo, con la divinidad del otro, que nos aúna en algo común?
Para mí, rezar es hablar con mi Padre, con mi Amigo, abandonarme en su Amor, en medio del misterio...Hay un lenguaje, en el rezo, que surge de lo más intimo de mi ser. Para muchos es muy loco esto de dirigirse a Alguien que no se ve... Y siempre están los otros en mis ruegos, los hermanos del camino... Evidentemente, misterio, intimidad, locura, otredad, están tanto en el rezo como en la poesía... Por eso se emparentan, y muchas veces hacen el juego de fondo y figura. También la educación produce transformaciones en el ser humano y en la sociedad. ¿Qué le agrega la creación literaria a la educación?
La creación literaria le provee a la educación los preciosos ingredientes de la belleza, los colores, un arco iris a un blanco y negro. Le aporta un lenguaje distinto. Le rescata los sueños para afrontar la realidad... No sé, se me ocurre decir que es un paño frío para la fiebre, un bálsamo. ¡Y no es poco decir!... Sin olvidar que las creaciones literarias tienen ese poder de sensibilizar, de enseñar a mirar con otra mirada. Y esto, absolutamente, transforma, lleva a un despegue de lo terrenal donde prevalece el espíritu.La poesía, el acto de escribir, transforma en metáfora el acontecer cotidiano ¿hay dos realidades o una realidad vista desde dos puntos de vista?
Creo que coexisten dos mundos. Lo interior y lo exterior. Desde mi interioridad decodifico el afuera, lo interpreto...Yo, alma y cuerpo, soy realidad y metáfora a la vez. Podría decir que hay una fusión, y el factor unitivo es el sentimiento de cada ser, originalísimo. Por eso me inclino más a decir que hay una sola realidad, y con la subjetividad del ser humano aparecen las dos miradas.
Ud comparte la escritura con otras docentes ¿cómo definiría al docente escritor?
El docente escritor es el que a veces ayuda, resulta admirado, aplaudido, como también en muchas oportunidades es el distinto, el solitario, el incomprendido... Depende mucho del grupo donde interactúa. En particular he disfrutado del placer de "servir" con este don de la escritura, he sido retribuida con la calidez, con el estímulo...Pero insisto en pregonar que cada uno tiene su propio talento, y desde él puede ser feliz y llevar felicidad a otros.El docente ¿lleva su impronta pedagógica al acto creador, a las temáticas?
No siempre. El acto creador va por canales distintos a las normativas. No obstante, uno va a la creación con su pasado y su presente, con un todo. Por eso, a pesar que la poesía dice lo que quiere, cuando quiere, como quiere, y se mueve libérrima en el alma de un carpintero, o de un campesino, o de un sacerdote, o de un maestro...algunos gramos del "oficio" van a caer en los versos que escriba. Ser poeta, ¿agrega o quita al docente...?
Estoy convencida que ser poeta "suma" a la hora de educar. El niño va a poder encontrar ese camino necesario hacia su hondura humana, llevado por un lenguaje, por una interpelación, por una mirada más sensible a su pena o a su alegría, que vendrá de un docente que mezcla sangre y tinta en sus palabras... porque siente distinto. Quizá no sea mejor maestro, digo simplemente distinto... Y no será garantía de ser el más amado, porque les hará memorizar los mil y un poemas, sin descanso! Perfil:Nidia Haydée Della Giustina es poeta. Nació y creció en Cuchilla Redonda; se graduó como maestra en Gualeguay, realizó cursos de perfeccionamiento en Psicología Social y en diversas áreas relacionadas con su actividad profesional. Ejerció la docencia en el Instituto del Perpetuo Socorro de la Congregación de Hermanas Franciscanas y en la actualidad se desempeña en la Escuela N° 66 José Manuel Estrada de Larroque. Ha sido distinguida con premios y menciones especiales por sus trabajos literarios. Sus poemas integran diversas antologías. Su primer libro Estás en casa fue publicado por la editorial Vinciguerra. Actualmente integra en Taller literario dirigido por la escritora Susana Lizzi y participa en encuentros literarios nacionales e internacionales.
Podría decir que ambas realidades de mi existencia son una verdadera bendición. Una me ha permitido darme, servir, sentirme madre, gozar de relaciones vitalizantes... Y poder escribir con esas palabras que vienen a mi encuentro con algo de belleza y todo mi sentimiento, me ha resultado una verdadera gracia, capaz de liberarme, elevarme. Sentirme aquí, pero estar más allá, en plenitud, conmigo. En un viaje sin pasaje por todos lados... Placentero, no? ¿Ambas vocaciones nacieron simultáneamente?
Con mirada retrospectiva, afirmaría que prácticamente sí. Recuerdo a la niña que fui, tanto usando puertas de madera a modo de pizarrones, como empezando a escribir con afán de poesía que no llegaba más que a algunos renglones con rima, pero indudablemente ya rondaba ese duende que roba palabras de ese interior hondo, infinito, sediento de luz, de tinta.. ¿Las vive como oficio, vocación o misión?
Si tomo la palabra vocación acercándome a su etimología, entendiéndola como "llamado a...", puedo afirmar que la docencia y la poesía son, ante todo, eso. Alguna voz me convocó, desde el misterio a ser maestra y a enredarme en letras, y andando esos caminos he conocido la plenitud, la libertad, el poder del amor, el poder de la palabra. Ud trabaja en una escuela confesional ¿cree que la poesía tiene algo de rezo?, que nos comunica con el todo, con la divinidad del otro, que nos aúna en algo común?
Para mí, rezar es hablar con mi Padre, con mi Amigo, abandonarme en su Amor, en medio del misterio...Hay un lenguaje, en el rezo, que surge de lo más intimo de mi ser. Para muchos es muy loco esto de dirigirse a Alguien que no se ve... Y siempre están los otros en mis ruegos, los hermanos del camino... Evidentemente, misterio, intimidad, locura, otredad, están tanto en el rezo como en la poesía... Por eso se emparentan, y muchas veces hacen el juego de fondo y figura. También la educación produce transformaciones en el ser humano y en la sociedad. ¿Qué le agrega la creación literaria a la educación?
La creación literaria le provee a la educación los preciosos ingredientes de la belleza, los colores, un arco iris a un blanco y negro. Le aporta un lenguaje distinto. Le rescata los sueños para afrontar la realidad... No sé, se me ocurre decir que es un paño frío para la fiebre, un bálsamo. ¡Y no es poco decir!... Sin olvidar que las creaciones literarias tienen ese poder de sensibilizar, de enseñar a mirar con otra mirada. Y esto, absolutamente, transforma, lleva a un despegue de lo terrenal donde prevalece el espíritu.La poesía, el acto de escribir, transforma en metáfora el acontecer cotidiano ¿hay dos realidades o una realidad vista desde dos puntos de vista?
Creo que coexisten dos mundos. Lo interior y lo exterior. Desde mi interioridad decodifico el afuera, lo interpreto...Yo, alma y cuerpo, soy realidad y metáfora a la vez. Podría decir que hay una fusión, y el factor unitivo es el sentimiento de cada ser, originalísimo. Por eso me inclino más a decir que hay una sola realidad, y con la subjetividad del ser humano aparecen las dos miradas.
Ud comparte la escritura con otras docentes ¿cómo definiría al docente escritor?
El docente escritor es el que a veces ayuda, resulta admirado, aplaudido, como también en muchas oportunidades es el distinto, el solitario, el incomprendido... Depende mucho del grupo donde interactúa. En particular he disfrutado del placer de "servir" con este don de la escritura, he sido retribuida con la calidez, con el estímulo...Pero insisto en pregonar que cada uno tiene su propio talento, y desde él puede ser feliz y llevar felicidad a otros.El docente ¿lleva su impronta pedagógica al acto creador, a las temáticas?
No siempre. El acto creador va por canales distintos a las normativas. No obstante, uno va a la creación con su pasado y su presente, con un todo. Por eso, a pesar que la poesía dice lo que quiere, cuando quiere, como quiere, y se mueve libérrima en el alma de un carpintero, o de un campesino, o de un sacerdote, o de un maestro...algunos gramos del "oficio" van a caer en los versos que escriba. Ser poeta, ¿agrega o quita al docente...?
Estoy convencida que ser poeta "suma" a la hora de educar. El niño va a poder encontrar ese camino necesario hacia su hondura humana, llevado por un lenguaje, por una interpelación, por una mirada más sensible a su pena o a su alegría, que vendrá de un docente que mezcla sangre y tinta en sus palabras... porque siente distinto. Quizá no sea mejor maestro, digo simplemente distinto... Y no será garantía de ser el más amado, porque les hará memorizar los mil y un poemas, sin descanso! Perfil:Nidia Haydée Della Giustina es poeta. Nació y creció en Cuchilla Redonda; se graduó como maestra en Gualeguay, realizó cursos de perfeccionamiento en Psicología Social y en diversas áreas relacionadas con su actividad profesional. Ejerció la docencia en el Instituto del Perpetuo Socorro de la Congregación de Hermanas Franciscanas y en la actualidad se desempeña en la Escuela N° 66 José Manuel Estrada de Larroque. Ha sido distinguida con premios y menciones especiales por sus trabajos literarios. Sus poemas integran diversas antologías. Su primer libro Estás en casa fue publicado por la editorial Vinciguerra. Actualmente integra en Taller literario dirigido por la escritora Susana Lizzi y participa en encuentros literarios nacionales e internacionales.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios