“NADIE ESTÁ PREPARADO PARA SEMEJANTE ÉXITO”, SENTENCIÓ
Nelson Taffarell, el gualeguaychuense que trabajó con Tinelli y vive como “un actor feliz”
Empezó haciendo imitaciones con amigos, pero un día llegó a la pantalla grande, nada menos que en Videomatch, el programa de Marcelo Tinelli que explotaba las pantallas. Nunca dejó de actuar, combinó su vida con los caballos de polo y su amor por Gualeguaychú, donde vive y desde donde se considera “un actor feliz”.
Daniel Serorena
Nelson Taffarell cultiva el perfil bajo desde siempre, le gusta pasar desapercibido, aunque para los que lo conocen desde hacer varios años, es inevitable que en algún momento de la charla surja espontáneamente su trabajo como actor, que lo catapultó a formar parte del staff de Marcelo Tinelli en Videomatch en épocas que la pantalla explotaba con más de 30 puntos de rating.
Nelson accedió gustoso al diálogo con Ahora ElDía, mostrándose agradecido. “No es común que se acuerden de mí en Gualeguaychú, seguramente mucha gente debe recordar lo que hice pero hoy tengo la tranquilidad de caminar por la calle como un vecino más”, expresa.
¿Cómo empezaste con la actuación, viniendo de un palo distinto como es el deporte?
Siempre fui medio monigote, especialmente en la familia. Me gustaba mucho hacer imitaciones, imitaba a mis compañeros de básquet, de rugby, compañeros de colegio. Una vez me pasó que la imité en la clase a una querida profesora como fue Lidia Meillard, pero se ve que no le gustó y me puso amonestaciones!!! Después, con el tiempo, la volví a ver y quedó todo bien, pero en el momento no le gustó nada.
Después, siempre mis amigos y mi familia me insistía en que tenía que actuar, pero era una época en que era joven, no tenía muy claro lo que quería hacer.
¿Y los primeros acercamientos con la tele?
Fueron acá en Gualeguaychú, con amigos, en el viejo Canal 2 que estaba en calle Maipú. Hicimos una parodia de cuando Maradona le tiró a los periodistas con un aire comprimido, yo lo imité a Diego, pusimos una imagen de un helicóptero, tiramos algunos petardos y eso un día se editó, quedó en un viejo VHS y alguien algún día se lo mostró a Tinelli. Recuerdo que Jorge Rial, con el que trabajé casi dos años en el viejo Canal 9, un día comiendo un asado me dijo “Nelson, yo estaba cuando Tinelli te eligió, esa imitación de Maradona lo mató a Marcelo”.
¿Ahí llegás a entrar a Videomatch?
Si, también estudié con Agustín Alezzo, que siempre me dijo que la imitación era un don que no todos poseíamos, así que además de leer y estudiar con textos de Shakespeare y otros grandes, a la par que hacía imitaciones para Tinelli.
Fue una explosión, porque la exposición pública de estar en un programa de ese tipo es inimaginable para un paisano de Gualeguaychú, que le gustaba el rugby y pasarla bien con sus amigos. Claro está que las imitaciones con las que llegué, no las hice, porque Maradona se lo dieron a Toti Ciliberto, que es un crack, un gran tipo del que aprendí muchísimo. Pero pude insertarme en un mundo totalmente distinto, aunque siempre me consideré un bicho raro ahí dentro. El eje central siempre fue Tinelli y yo no soy amigo de Marcelo, siempre tuve una relación cordial, pero entendí en todo momento que Marcelo, además del jefe, era la estrella del equipo. Fijate que los que siguieron con él, entendieron su rol, como Larry de Clay, Carna Crivelli, en su momento Listorti. Marcelo era y sigue siendo la figura y en torno a él giraba todo el programa.
Era una época de humor y con grandísimos humoristas
Era una Selección, estaba Miguel Rodríguez, Toti Ciliberto, Fena y Carlitos Sturze, Sergio Gonal, Hijitus, Eduardo Husni, algunos que también eran productores del programa y con los que me llevé muy bien. Más tarde llegaron Pablo y Pachu, otros fenómenos.
¿Cuánto tiempo estuviste con Tinelli?
No recuerdo si fueron dos años y pico, pero sin mucha continuidad. Hubo cosas que excedieron de mí, primero que no fui contratado como figura, era un actor que hacia imitaciones, algunas de ellas como la de Francéscolli, pegaron mucho, Bilardo lo mismo, pero yo siempre tuve claro que las estrellas eran otros. Tampoco tuve un productor que se jugara por mí, algo que es fundamental, porque los productores son el alma del programa. Los dos principales productores que tiene Tinelli hoy son Chato Prada y Fede Hoppe que en ese momento estaban dando sus primeros pasos, fueron quienes interpretaron a la perfección lo que había que hacer. Y cuando el humor dejó de ser efectivo, Marcelo fue mutando a otras cosas. El tipo siempre tuvo claro por qué lado pasaba el show. Solamente así se explica su vigencia.
¿Y cómo fue trabajar después de Tinelli?
Fue complicado el tener que salir a laburar una vez que estás afuera de ese momento en la cresta de la ola, porque por más que vos la quieras caretear, estuviste en el programa más visto de la televisión del momento. Y de golpe hubo que salir a laburar, llegué a trabajar de cartero, mucha gente me decía “yo a vos te tengo a algún lado” y yo le decía que era del colegio o del club, porque no tenía ganas de explicarle. La realidad es que no estaba preparado con 24 o 25 años para entrar en semejante jaula de leones.
Después tuve la chance de trabajar con Jorge Rial en Canal 9, hice participaciones en algunas novelas, me llamaron para hacer cine, que me encanta. También grabé y sigo grabando muchas publicidades, no me faltó trabajo, pero no era lo mismo que estar con Tinelli. Hice algo con Fantino en TyC, trabajé en Los Únicos, con Carlín Calvo en RRDT, siempre participaciones. En Casados con Hijos hice algunas apariciones y como la siguieron pasando, estuve cobrando hasta el mes pasado. Hice de Rondeau en la película Artigas, donde me puse muy dentro del personaje y salió algo buenísimo.
¿Y ahora cuál es tu vínculo con la actuación?
Sigo haciendo algunas publicidades, hago castings que los armo en mi casa, los mando y si me llaman para grabar, viajo a Buenos Aires, grabo y me vuelvo a Gualeguaychú. También hice algunas imitaciones, la última que hice que a Adolfito Cambiasso, al que conozco por mi vínculo con los caballos de polo. De hecho trabajé afuera del país como petisero y empecé como una joda a imitarlo a Adolfo y mandarlo a los grupos de polo. El vago se re divertía, le gustó mucho y lo seguí haciendo pero siempre dentro del ambiente del polo, nunca para la tele ni nada parecido.
¿Es jodido el mundo artístico?
Hay de todo, como en todos lados. Tengo mucha gente con la que mantuve una buena relación, pese a no frecuentarnos ni ser amigos, pero de la época de Tinelli me quedaron buenas relaciones. También hay otros que se hacen los que no te conocen, me pasó con una productora que trabajó con Marcelo y la crucé en la puerta de Ideas del Sur y me dio vuelta la cara como si no me conociera. Pero me acostumbré.
¿Qué dice tu currículum: actor o tipo feliz?
No tengo hecho el curriculum. Pero creo que diría un actor feliz.