El arquero de Juvenil del Norte marcó el empate de su equipo ante Black River en la agonía del partido. Así postergó el ascenso de su rival.
Enmudeció a la parcialidad rionegrina con un cabezazo que no estaba, siquiera, en los planes del propio Migueles. El árbitro Lohayza marcó un minuto más de los cuatro que ya había adicionado, por la demora de un jugador de Black River que ganaba 1 a 0 y se quedaba con el primer ascenso a la Divisional A. Y en esos 60 segundos finales llegó el córner desde la derecha que Migueles, sin marca alguna, transformó en gol. Festejo y revancha para el joven arquero que supo atajar en el Federal A, en el Provincial de Clubes y en el Torneo del Interior, defendiendo las camisetas de Juventud Unida y Juventud Urdinarrain.Nicolás Migueles tiene 23 años y 18 en el fútbol, contabilizando los inicios en la categoría 93 de Juventud Unida, club en el que fue escalando hasta llegar a Primera, donde debutó en el 2010 con tan solo 16 años, en el partido en que Juan Carlos Migueles le metió 6 goles a Juvenil del Norte. Después se consagró campeón local con el Decano luego de 20 años sin títulos, en un recordado 2 a 1 en la cancha de Pueblo Nuevo.Integró los planteles del Argentino B y del Federal A. En este último fue titular en el juego ante Central Norte -fue derrota 2 a 0- y en los partidos ante Gimnasia de Concepción del Uruguay y Guaraní Antonio Franco de Posadas, además de ir al banco de suplentes en reiteradas oportunidades. Estuvo en el banco la noche del ascenso a la B Nacional, cuando Juventud le ganó a Gimnasia 2 a 1. Previamente, había atajado en el triunfo ante Sol de América (1 a 0) y en la caída, por penales, ante Gimnasia de Concepción del Uruguay en la Copa Argentina.Las vueltas de la vida y del fútbol lo llevaron a Juventud Urdinarrain para jugar el Federal C, quedando eliminado en cuartos por Salto Grande de Concordia en la última edición del certamen.Si bien su pase le pertenece a Juventud Unida, el arquero siguió defendiendo los palos de Juventud Urdinarrain hasta que decidió dejar la entidad. Recibió un llamado de Juvenil del Norte, aceptó el desafío y tuvo su tarde de gloria el último domingo.Su equipo perdía 1 a 0 ante Black River, resultado que catapultaba al Rionegrino a la Divisional A, pero a falta de nada, llegó el tiro de esquina para los de San Isidro. "Le hice señas a Juan (Braun), de que iba a buscar el cabezazo", contó a ElDía. "Me paré en la puerta del área mayor, porque sabía que el centro, desde la derecha, ejecutado por Esteban Molina, iba a llegar abierto; tomé carrera y le entré de lleno con un frentazo que se metió entre el arquero y un defensor que estaba en el poste", recordó.Además, reconoció que no pensaba que se podía dar una situación como la del domingo, "después del gol salí a festejar como loco", dijo. Fue una de las pocas veces que dos hinchadas festejaron un gol. La de Juvenil del Norte y la de Unión del Suburbio, que en la agonía de la fecha se quedó con el ascenso que, a esa altura, parecía perdido.
En el profesionalismoCarlos Chiquito Bossio, portero de Estudiantes de La Plata, entró en la historia grande del fútbol de Primera el 12 de mayo de 1996, cuando se convirtió en el primer arquero en marcar un gol de cabeza tras un córner para el empate 1 a 1 entre Racing.En julio del 2015, en la Primera B Metropolitana, Tristán Suárez jugaba ante Riestra y se iba derrotado como local. Sin embargo, en la última jugada del encuentro Rodrigo Lugo fue a buscar un córner y después de un rebote, se arrojó de "palomita" para establecer el 1 a 1 final.
