El Estudio de Danzas de la profesora Nina Fuentes está cumpliendo 40 años de existencia. Sus barras y espejos vieron pasar a miles de alumnos. Ella sigue con el mismo entusiasmo del primer día, pero con mucha más experiencia. "Me siento mucho más segura de mí misma para enseñar", confió a ElDía.Nina tenía 8 años cuando empezó a estudiar con la reconocida profesora Tuchi Touron, y 17 años cuando fundó su Estudio y comenzó a dar clases de danzas."Después de recibida empecé a viajar a Buenos Aires. Durante más o menos 15 años estuve haciendo todos los seminarios que se dictaban en el Teatro Colón. Y después, con grandes maestros a nivel particular", recordó.- 40 años en esto es como una vida... - Es la vida entera y mi vida realmente dedicada a esto. Es mi vocación. No sé hacer otra cosa y no me interesa hacer otra cosa tampoco.-¿Dejas de estar algún día en el estudio?- Estoy todos los días de mi vida en el Instituto. Estoy con cada uno de mis alumnos todos los días que ellos asisten. Porque si bien tengo las chicas que son mis asistentes, estoy siempre y doy las clases en casi todos los grupos.- Es decir, tenés alumnas que deben tener 30 y pico de años, seguramente...- Algunos empezaron conmigo hace 40 años y en este momento mis alumnos mayores tienen 52 años y están al lado mío. Van a hacer su clase, no a enseñar. Ellos van a bailar.- ¿Cuántos alumnos han pasado por tu Instituto?- Han pasado miles. Creo que voy por la tercera generación de familias que han pasado por el Instituto.- Y anualmente ¿cuántos chicos estudian?- Alrededor de 200. - ¿Cuáles son las especialidades del Instituto?- Solamente ballet clásico. No hay nada más, porque lleva mucho tiempo poder tener un buen logro de trabajo.- Esos logros seguramente se ven reflejados en reconocimientos externos...- Sí, por ejemplo la que tengo, que es como mi hija del corazón, Elizabeth Antúnez. Ella egresó del Teatro Colón. Y es la primera bailarina del Argentino de La Plata. Allá le llaman primera figura, no le dicen primera bailarina. Y también ha estado en el exterior. Ella pudo llegar como bailarina. Después tengo alumnas que han puesto sus academias acá en Gualeguaychú y son unas cuantas. Es como que se agrandó la familia. Yo creo que también el haber sobrevivido 40 años con un instituto de danzas de manera ininterrumpida es el premio más grande al trabajo, más que todos los demás. Porque ahora está muy de moda hacer certámenes, pero eso se ha desvirtuado un poco. Se ha hecho muy comercial. Por eso, este año el Instituto no fue a ninguna competencia. Decidimos utilizar el dinero para estudiar. Entonces, por ejemplo, fuimos con los chicos a tomar clases con Maximiliano Guerra. Lo traje a Ricky Pashkus a Gualeguaychú, y fue una experiencia increíble. Y ahora estuvimos con el maestro ruso Andrei Vassiliev en Paraná. En unos días (21, 22 y 23 de octubre), la traigo a Paloma Herrera al Instituto, donde va a dar seis clases magistrales. Es una de las de bailarinas más grandes del siglo. Entonces, preferimos dedicarnos a estudiar este año. El año que viene vamos a certámenes de vuelta. Pero este año paramos. Y preparamos el espectáculo de fin de año. - ¿Qué van a hacer?- Vamos a hacer una adaptación de "La Historia sin fin", de Michael Ende, que fue publicada en el año 79 y fue un éxito. Es una historia mágica, donde se mezcla el reino de la fantasía y el mundo real.- ¿Todo el año se pasan preparando el ballet de fin de año?- No. Es algo que a los chicos los cansa. Así que hemos estado estudiando. Nos llevará dos o tres meses preparar las coreografías, los vestuarios. Tenemos muchas modistas, los que hacen los tocados, quienes pintan los trajes; trabaja mucha gente en eso.- Volviendo a la pasión: la palabra danza ¿qué significa para vos?- Es mi vida; pero de verdad que es mi vida. Como que por ahí no tengo espacio para otras cosas. Si, por supuesto, para mi familia, mis hijos. Pero ésta es mi vida. Es mi pasión.
