“Noni estaba enamorada, se quería casar, luchaba por los pobres y se la llevaron”

Cristina y Pedro González recordaron a su hermana Norma, desaparecida en plena dictadura cívico militar. Recordaron su militancia, su compromiso social y la incansable búsqueda de su madre, Mireya, una de las Madres de Plaza de Mayo. Mónica FarabelloNorma "Noni" González tenía 21 años cuando un grupo de personas la secuestró en su lugar de trabajo, el supermercado "El Picaflor" ubicado en Urquiza y Rosario. Era agosto de 1976, y la joven fue obligada a subir a un Fiat 128 color gris y nunca más se supo de ella.36 años después y luego de haberse conocido el fallo de prisión perpetua para Juan Miguel Valentino y Naldo Miguel Dasso, los hermanos opinaron sobre las condenas y recordaron a su hermana Norma.Era la tercera de cinco hermanos. Coqueta, alegre, enamorada de su novio Raúl, con ideales sociales muy arraigados. Su papá le decía "la abogadita de la familia" porque siempre trataba de resolver los conflictos de todos.Cristina González tiene 59 años y aunque sólo la separaban once meses con su hermana Noni, asegura que la recuerda "joven y yo envejezco". Compromiso con la Fe"Nosotros venimos de un hogar con fuerte compromiso en la fe. Hicimos catequesis y aspirantes de Acción Católica. Cuando fuimos adolescentes descubrimos que a través de la Iglesia no podíamos modificar todo lo que nosotros queríamos y a Noni le interesaba el temas de la vivienda, la salud, la inclusión, la educación", comenzó a contar Cristina a ElDía."Participábamos en la Casa de la Juventud que era todo un movimiento donde convergían sectores de la política, de la Iglesia con un fuerte contenido social y de formación, y a partir de ahí optamos por el peronismo como política y como herramienta para poder transformar este mundo, este país", expresó.Noni era muy joven pero sus ideales eran muy fuertes. Militó en la zona Norte de la ciudad, en el actual Barrio Franco. "Su convencimiento era total y absoluto", dice su hermana Cristina, quien asegura que "tenía mucho compromiso. Noni trabajaba por los pobres".Ella le enseñaba a las madres a sacar piojos; ayudaba en una salita y colaboraba con el médico Jorge Portela, llevaba mercadería, ayudaba con el apoyo escolar, donde se daban charlas para que la gente aprendiera a organizarse y a defender sus derechos. Cristina resalta que "se hacían cosas para los chicos, inclusive se llegó a hacer una Colonia donde hoy es Puerta del Sol. La vida de Noni en esa militancia transcurrió haciendo todo ese tipo de tareas, convencida que lo que estábamos haciendo era lo que correspondía, porque siempre decía que salvarse solo no servía. Que uno debía defender un proyecto a favor de todo el mundo. Donde realmente queríamos Justicia Social y donde no queríamos ver cómo la pobreza crecía". 12 de agosto de 1976A Noni la secuestraron el 12 de agosto de 1976, cerca de las 11. Entraron directamente a su oficina del supermercado. Cristina relató que "le dijeron: Norma González, agarraron su bolso y se la llevaron".Hubo testigos. Todos declararon en el juicio donde contaron que "eran personas de civil. No estaban uniformados y andaban en un Fiat 128 gris. La pusieron en el asiento de atrás y esa fue la última vez que personas la vieron a Noni", contó Cristina.En tanto, Pedro, el hermano mayor de Noni, contó que él llegó en ese mismo momento a la esquina del supermercado: "Ví un movimiento extraño y cuando llegué estaban los compañeros de Noni en la puerta. Me contaron que se la habían llevado y fuimos con mi madre a hacer la denuncia. Estaba Mondragón y Pérez en la policía (hoy absueltos por la Justicia) y no nos quisieron tomar la denuncia. Insistimos y se negaron a recibirnos la denuncia del secuestro de mi hermana. Ellos estaban a cargo y se negaron", sentenció Pedro. Y Agregó: "Luego, cerca de las 17, un conocido mío me tomó la denuncia, pero porque no sabía que no lo tenía que hacer".¿Tenían antecedentes de que pasara algo así en Gualeguaychú?-Cristina: Había compañeros que estaban presos desde inclusive antes de la dictadura. Por ejemplo, Noni tenía su novio preso y ella quería casarse el 21 de septiembre en el penal. A su vez, le iban a dar la opción de salida del país, pero no se pudo concretar. Nunca nos imaginamos que en Gualeguaychú podría llegar a haber desaparecidos, porque acá lo que se hacía era militar; jamás se puso una bomba, sólo se hacían actos, movilizaciones y nada más que eso.¿Qué pasó con Raúl, el novio de Noni?-A él lo liberaron. Actualmente vive en España. Se casó y formó su familia y hasta hoy se comunica conmigo. Declaró en el juicio vía telecoferencia y para Navidad nos llama todos los años.La primera vez que hablamos me contó que tiene 2 hijos: Fernando el mayor y a su hija menor le puso Norma Beatriz y le dice Noni, casi me desmayo cuando me lo dijo, pero es lindo saber que hay una nueva Noni. La gran MireyaLa madre de Noni González, Mireya, fue un emblema en la ciudad respecto a la lucha por encontrar a los 21 jóvenes desaparecidos. Ella fue una de las madres fundadoras a nivel local y murió sin llegar a ver el juicio que se realizó para conocer cuál fue el destino de su hija."Mi madre estuvo años pensando que iba a volver. A ella le costó muchos años entender que eso no iba a pasar. Mi madre tuvo una vida muy dura porque quedó vuida muy joven y con cinco hijos adolescente.Fue una gran luchadora. Le gustaba hablarles a los jóvenes, le gustaba mucho hablarles, sobre todo en el último tiempo, donde daban charlas en los colegios", recordó Cristina.En tanto, Pedro, el hermano mayor de Norma, también recordó a su madre como "una luchadora incansable". "Me la robaron de Rosario" Pedro relató a ElDía que "un día me crucé con Valentino en un ascensor y me preguntó: '¿sabés algo de Noni? Y yo le respondí: "Mayor, si no sabe usted, qué quiere que sepa yo?, entonces Valentino me dijo: 'A Noni me la robaron de Rosario".A partir de ese diálogo, los familiares de Noni González de 21 años de edad, comenzaron una búsqueda intensa por Rosario, sin éxito. Nunca más se supo de Norma González.El duelo no terminaCristina contó cómo es sobrellevar un duelo de una persona que desaparece. "El duelo no se termina nunca. Solamente a quienes les faltan personas, ya sea por cuestiones políticas o por la Trata, pueden entenderlo. Es duro y en lo emocional te marca mucho. Porque además pienso: 'qué le habrán hecho. Cuánta tortura. Cuánto habrá sufrido'. En algún momento me decía: 'ojala se haya muerto de un ataque al corazón, porque con las cosas que cuentan los que estuvieron adentro uno piensa en eso para que no haya sentido dolor.Con la mirada triste pero firme, Cristina siente que se avanzó, que la Justicia dio un gran paso, aunque la sentencia "fue agridulce". En cambio Pedro asegura que la etapa se cerró inconclusa y que los genocidas condenados deberían estar en la cárcel y no en sus casas. De cualquier modo, coinciden en que el homenaje y el recuerdo constante a la vida de Noni es trascendente y superador.Hoy Noni tendría 58 años. Nunca volvió a su casa; su madre murió sin saber de ella, pero el recuerdo será imborrable, siempre joven, siempre con una sonrisa.
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