El 21 de marzo es el Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down. Pablo Recchia, de Fundación Incluir expresó que es un día de conmemoración y manifestó las principales barreras con las que hoy se enfrenta la problemática.Cada 21 d marzo, la Asamblea General busca aumentar la conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. Además de resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.¿Por qué el 21?" Se establece como una paradoja en la trisonomía en el cromosoma 21 que es la diferencia de las personas con Síndrome de down con nosotros", explicó en diálogo con ElDía, Pablo Recchia, referente de la Fundación Incluir en nuestra ciudad y de esta problemática. "Necesitamos que la población tenga una mirada sustentable hacia la problemática de la discapacidad intelectual, sobre todo el síndrome de down", manifestó."Mucho se habla de la discapacidad que se ve y siempre se ha tenido postergada la discapacidad intelectual, hoy una de las mayores problemáticas que tenemos es la inclusión en la educación, porque nosotros nos basamos en la educación formal para que la persona evolucione", contó Recchia y agregó "para nosotros es una barrera importante que no los acepten en la escuela, que los segreguen o que les pongan trabas porque si no, no van a aprender".Hace más de 20 años se comenzó a trabajar en una movida asociativa de padres, con la creación de diferentes organizaciones a lo largo y ancho del país con el objetivo de generar acciones en conjunto para trabajar fundamentalmente con la educación de los chicos con discapacidad intelectual.En este sentido, Recchia dijo que "lo que menos se creía años atrás era que los chicos eran capaces de aprender, pero eso sucedía porque no se les enseñaba". "Es así que a partir de un trabajo sostenido de enseñanza y la posibilidad, todavía resistida por el sistema educativo, buscamos ingresarlos a escuelas comunes, sin apartarnos de la enseñanza especial pero sí de la escuela especial porque segregan, no integran y los progresos son limitados", agregó."Cuando hablamos de incluir, y empezamos a incluir a la persona con discapacidad en todo tipo de ámbito sobre todo en el educativo, empezamos a mostrar que esta persona aprende, que tiene posibilidades de una vida autónoma y que además tiene posibilidades de trabajar", explicó Pablo. La inclusión en la ciudadEn Gualeguaychú, hay un gran número de comercios y establecimientos, que tienen incorporados personas con síndrome de down donde cumplen con su tarea de manera excelente. "Mi hija Lucía, hoy tienen 27 años, fue desde jardín a una escuela secundaria, con un apoyo y acompañamiento tanto del establecimiento educativo como de sus compañeros, y está trabajando en un organismo público, tiene una vida social plena, no hay nada que demostrar", explica Pablo."Así como ella, en la ciudad hay chicos en restaurantes, librerías y organismos públicos donde desarrollan sus tareas dentro de las capacitaciones, capacidades y posibilidades que tienen, y esto sucede a lo largo y ancho del país, una significativa cantidad de personas han hecho la escuela y hoy se encuentran incorporados a un sistema laboral competitivo como cualquier otro", añadió.
Las familias"Desde hace 25 año hemos visto cómo ha ido evolucionando la persona con síndrome de down, y hay una decisión de la familia de que esto también suceda, si así lo decido puedo lograr que la persona sea lo más autónoma posible porque creo que es capaz de hacerlo", manifestó Recchia."Hemos transmitido a la sociedad lo que es esta problemática y de qué manera se puede ir trabajando para que sean incluidas, porque eso buscamos, la inclusión social" , comentó y en este sentido agregó que "la sociedad hoy lo está viendo con otros ojos, es más inclusiva, conoce más el tema o al menos no lo esquiva".En este contexto, y en el marco de esta conmemoración, Recchia concluyó "estamos felices con que haya personas con síndrome de down incluidas laboralmente, pero sabemos que hay que trabajar en los contextos educativos", e insistió que "es importante que la familias tomen la posta, las herramientas y sean guerreros para luchar por sus hijos y lograr que tengan mayores posibilidades".