SUPERVISIÓN GUALEGUAYCHÚ
Ocaso, quiebra y olvido de una de las instituciones más emblemáticas de la ciudad

Los ex empleados, socios de la Supervisión Mutual siguen esperando respuestas que no llegan. Los últimos 21, llegaron a ser más de 40, no cobraron un solo peso en concepto de indemnización. Los socios se quedaron sin los servicios por los cuales aportaron durante muchísimos años. Denuncias por la venta de un inmueble por valores irrisorios. La quiebra afectó a los empleados, familias y a quienes trabajaban en forma indirecta.
Por Fabián Miró Supervisión Gualeguaychú fue una de las instituciones más admiradas y reconocidas en la ciudad. Fuertemente vinculada al ex Frigorífico, contaba con un supermercado modelo, una farmacia y una serie de servicios para sus socios. Pero paulatinamente comenzaron a disminuir los servicios tras una serie de administraciones que no fueron las adecuadas, y terminaron con la Mutual, que finalmente presentó quiebra luego de ir quedándose sin mercadería. La quiebra de la Supervisión Gualeguaychú, Mutual de Servicios Sociales fue confirmada por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial en abril del 2019, ratificando el fallo del Juez Civil y Comercial Marcelo Arnolfi de septiembre de 2018. La Supervisión llegó a tener más de 900 socios y cerca de 50 empleados en sus tiempos de esplendor cuando era un emblema de la ciudad. Roberto Moreyra, ex empleado de la farmacia, entrevistado por ElDía recordó que a “mediados del 2017 dejé de trabajar junto a otros 3 empleados, y si bien presentamos una demanda por despido en conjunto, no hemos cobrado un solo peso en concepto de indemnización, además de aguinaldos, vacaciones y sueldos caídos. No hay que olvidarse que en los últimos meses nos abonaban en forma semanal cifras muy bajas y nunca terminábamos de completar un haber mensual”. El ex empleado reveló que “era muy difícil comunicarse con la Comisión Directiva. No solamente fueron damnificados los empleados que no han cobrado un peso desde el cierre y posterior quiebra, también los socios se han visto perjudicados por servicios que pagaron y finalmente perdieron todo, por ejemplo servicios médicos, sepelio, nichos y otros”.
Roberto señaló que las “últimas comisiones directivas se encargaron de ir perdiendo la confianza que muchos socios habían depositado en la mutual durante años, llevándonos al anunciado final”, e indicó que “como ex empleados somos muy agradecidos de los socios que nos acompañaron, gente que perdió todos los servicios y por temer a perjudicar a los trabajadores no efectuaron las demandas correspondientes”. "La mayoría de los trabajadores nos consideramos despedidos por la falta de pago, tomamos la decisión dado que la situación era insostenible desde donde se la observara”, sostuvo, y añadió que el abogado que los patrocina, les informó que "en poco tiempo saldrían a remate los bienes muebles de la supervisión y luego se irá a lo que es el remate de los inmuebles”. Los puntos de la denuncia Como empleado y socio, Roberto fue parte de las 26 personas que firmaron la denuncia para que se aclare una situación que tiene muchos grises. "En la anteúltima asamblea no se aprobó el balance donde constaba la venta del ex Hotel Paris, en la última no nos dejaron entrar y tuvimos que llamar a un escribano para que labre el acta correspondiente", denunció el ex empleado, que recordó que "como antecedente basta recordar que en el 2009 se había efectuado una denuncia, viendo la situación que se avecinaba, además de irregularidades estatutarias, que no fueron tenidas en cuenta y años después, terminamos en lo que terminamos”. Finalmente, aclaró que “la denuncia se hizo ante el Ente regulador de la Provincia, por lo que sería bueno hacer una mea culpa a quien le corresponda”. El Hotel París Otro de los puntos del conflicto, se centra en este mítico hotel. El ex empleado relató que "se denunció la venta porque la misma no estaba aprobada por la asamblea”, de un inmueble cuyo “50% pertenecía a la mutual de forma indivisa”. Cuando fue a remate judicial el otro 50 %, la mutual se había presentado a comprarlo. En ese acto en Tribunales se generaron hechos de violencia que fueron de público conocimiento y que terminaron con una persona de Comisión Directiva agredida. “Lo que no entiendo es por qué si saliste a comprarla unos años antes, después se vendió a un precio irrisorio comparado con el valor de mercado de ese momento”, expresó Moreyra. En el mismo sentido, sostuvo que “los socios presentaron alternativas a la Comisión nueva que asumió en lugar de Sergio Pascual. Así llegó nueva gente; hasta que se hace cargo Timone. Una de las ideas de los socios era vender parte del inmueble, invertir en mercadería, levantar la mutual (algo que era posible porque la gente quería ayudarnos con la condición que se investigara la venta del hotel) y ahí se truncaba todo”. Según Roberto “no se quería destapar la olla y saber qué nivel de responsabilidad le cabía a los que tomaron la decisión de la venta. Algo que no sabemos. La denuncia está acompañada por toda la documentación respaldatoria y fue radicada ante el INAES”, acotó. La (casi imposible) reinserción laboral Moreyra comentó que es “muy difícil conseguir trabajo, especialmente para gente con muchos años en la supervisión, siendo los menos los que pudimos reinsertarnos. Otros viven de changas, algunos pudieron montar un negocio y otros con pequeños emprendimientos y es hasta el día de hoy que hay compañeros que no han podido conseguir nada”. Acotó que “fueron momentos duros, y si bien nos dábamos cuenta de que íbamos al cierre y a la quiebra, el día que se bajaron definitivamente las persianas resultó muy duro”. El día que se bajaron definitivamente las persianas resultó muy duro “Mientras se iban vaciando las góndolas, porque no había reposición de mercadería, la gente nos preguntaba por determinados productos para comprar y ayudarnos, pero no había. La gente-destaca- tenía y tiene un sentido de pertenencia muy fuerte para con la supervisión”. Matilde Díaz, socia activa, esposa de Clemente Risso, ex presidente y uno de los fundadores de la institución dijo a ElDía que “resulta muy triste, deprimente, pasar por la Supervisión y verla en el estado de abandono en el que se encuentra. Me genera recuerdos de tiempos pasados en que mi esposo y tanta gente trabajó para colocar en lo más alto a una mutual que brindaba servicios de todo tipo y que se había ganado un sentido de pertenencia en buena parte de los vecinos de Gualeguaychú.” Los 5 puntos a resolver 1) Situación de los empleados que no han cobrado un solo peso, además de sueldos caídos y aguinaldos 2) Situación de los socios que perdieron servicios por los que pagaron durante años (algunos más de 40 años) 3) La quiebra. Remate de muebles e inmuebles. 4) Denuncia de la venta de parte del inmueble del ex Hotel Paris ante el INAES. 5) Propuestas en asambleas no aceptadas para vender otro inmueble, para luego investigar la venta del hotel y determinar la legalidad o no de dicha venta. Los panteones Luego que quebrara la Supervisión en noviembre del 2019, el acuerdo entre el municipio y la entidad caducó, porque el Estado Municipal no recibía pago alguno desde el año 2016, razón por la cual el municipio se quedó con los terrenos y las construcciones que se han realizado en los panteones. En aquel entonces se aclaró que “el Municipio participaba de la quiebra como damnificado y que los asociados a la mutual no tienen ninguna deuda con el estado municipal”.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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