Operativo Aprender: entre el apoyo y el temor al ajuste a la educación

Un nuevo gobierno, un nuevo método de evaluar y realizar un diagnóstico de la educación pública y privada. Los docentes de la ciudad se manifestaron a favor y en contra del sistema aplicado. Acusan al gobierno de querer utilizar la evaluación "para recortar la escuela pública". Mónica Farabello Mientras que unos sostienen la necesidad de realizar el diagnóstico, otros aseguran que la intencionalidad política del operativo Aprender es un recorte a la educación pública, o inclusive, una incitación a migrar hacia una educación de gestión privada.El debate fue planteado y desde ambas posturas defendieron con argumentos sus visiones acerca del operativo que se llevó adelante por primera vez en todo el territorio nacional.El mismo día en que se tomó la prueba de Lengua, Matemática, Ciencias Sociales y naturales, el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, calificó con un "10" al programa y opinó que "la resistencia al Operativo Aprender se basó en conceptos políticos y prejuicios ideológicos".La evaluación se inició este martes con alumnos de escuelas primarias y secundarias. A los alumnos de la secundaria se los evaluó en las cuatro asignaturas, mientras que a los alumnos de la primaria, sólo en Lengua y Matemática.En declaraciones a medios nacionales, el funcionario afirmó que el operativo "no era para medir el trabajo de los docentes", sino de los responsables de Educación de todo el país.Asimismo, dijo que no está en agenda publicar los resultados del examen escuela por escuela, sino que buscan empezar a "cambiar la percepción de que la educación privada es mejor que la estatal. Queremos que se vea que el Estado les da herramientas a los docentes para hacer mejor su trabajo".Al respecto, concluyó: "El presidente Mauricio Macri va a liderar la revolución educativa y va a hacer de la escuela pública una escuela del siglo XXI". Las críticas y el 'No' a la evaluación El profesor Sergio González dicta clases en la escuela pública y se define como un defensor de la escuela estatal, abierta y tomada como espacio de inclusión para niños, jóvenes y adultos.En diálogo con ElDía, González se mostró escéptico respecto a los fines que persigue la aplicación del operativo Aprender. Al respecto, confesó ser bastante crítico con este Operativo."La evaluación es una cuestión muy compleja. No admite simplemente tomar datos duros, datos cuantitativos y a partir de aquí podemos sacar un montón enorme de conclusiones; especialmente cuando se trata de procesos educativos. Son procesos complejos", manifestó el docente.La segunda cuestión planteada por González es que el Operativo no da cuenta de los contextos socio -culturales donde se desarrolla el proceso de enseñanza y el de aprendizaje, que son dos procesos diferentes integrados, aclara."No considera la historicidad del proceso educativo. Si decimos 'estos chicos obtuvieron un promedio de 6 en tal asignatura', fantástico, pero ¿De dónde vienen estos chicos? ¿Cuál es su historia? ¿Sus padres en qué momento fueron padres? ¿En qué contexto social y cultural se desarrollaron? Todo este tipo de cuestiones no dan cuenta una evaluación que es de tipo cuantitativo", opinó el profesor.Como un tercer eje, González señala la mirada "político ideológica" de cualquier examen diseñado por un gobierno. "Yo tengo mis serias presunciones, de que esto tiene un perfil altamente parecido a lo que pasaba en la década del 90 y la verdad que ese sistema no me convence", argumentó.Además, González enfatizó que la evaluación "no es anónima; es con el número de CUIL de los chicos. Ellos sabían claramente qué contestaba cada chico y eso a mí particularmente no me agrada porque resta legitimidad".Además, respecto a la estandarización de la prueba, el profesor aseguró que "no es lo mismo un colegio de gestión pública que un colegio de gestión privada y no es lo mismo un colegio totalmente privado. No es lo mismo haber nacido en Buenos Aires que haber nacido en Entre Ríos o en Corrientes y no es lo mismo evaluar conocimiento que evaluar capacidades". Con la mirada de todosSergio González rescató la importancia de la participación colectiva en el armado de la evaluación. "Es muy peligroso cuando se hacen este tipo de mediciones donde no participan en el diseño y en la elaboración todos los actores de la comunidad educativa. Cuando digo todos los actores me refiero a los padres, estudiantes, docentes, organizaciones sindicales que representan los intereses de los trabajadores y el Estado obviamente. Si es solamente el Estado que lo diseña sin la presencia de los otros sectores, cual es la garantía que esto se va a utilizar para los fines que se dice que se van a utilizar ¿Por qué tanto secreto? ¿Qué es lo que ocurre detrás?", se preguntó el educador.Finalmente, aseguró que al Operativo Aprender lo analiza "con cierta precaución y adhiero a la denuncia que hace AGMER y que hace CTRA. No se pueden manejar así las cosas. No es: 'vengo, hago, impongo y no consulto a los actores'. Porque los gobiernos pasan, los funcionarios pasan, las políticas educativas se transforman, se modifican, pero los sujetos que pertenecen a la comunidad educativa, esos son los permanentes".Luego, criticó al ministro de Educación de la Nación, Estaban Bullrich. "Cuando él dice 'cada diez chicos solamente tantos terminan la secundaria', reduce la cuestión de la trayectoria educativa o la función de la escuela, a un resultado. Es cierto que muchos chicos no se han recibido pero ¿saben cuántos chicos salieron de la calle a través de la escuela?", concluyó. "El diagnóstico es muy necesario" María Julia Sosa Castro es docente de la escuela primaria Olegario Víctor Andrade de Sarandí. En diálogo con ElDía manifestó su postura frente al operativo Aprender, aplicado en los últimos días en Gualeguaychú y en todo el país.Contó que si hijo fue uno de los alumnos evaluados y que volvió de la escuela "muy contento y conforme" y aseguró que la evaluación le había resultado fácil de responder.Por otra parte, declaró que estuvo "leyendo y viendo muchas críticas que se hicieron al operativo" y aseguró no entender tantas palabras en contra. "Creo que el error que cometemos es el de no pensar más allá de lo que es el Operativo Aprender" y agregó: "además no es la primera vez que se hace este tipo de evaluaciones en todo el país.Luego, relató que siendo una mujer de 36 años, cuenta con más de veinte años entre todos los niveles de escolaridad. "Los sistemas educativos han cambiado creo que tres veces o tal vez más y ninguno funcionó. Entonces, ¿qué está pasando?", cuestionó.Asimismo, dijo que se cuestiona que no se tenga en cuenta "el contexto del alumno", pero por otra parte se quejan de las preguntas relacionadas a la educación de sus padres o al cuestionamiento para conocer si reciben o no la Asignación Universal. "Eso es tener en cuenta el contexto del chico", expresó María Julia.Además, manifestó la posibilidad de crear un sistema educativo nacional "propio" y recordó las veces en que desde Argentina se importaron patrones y sistemas que en otros países ya habían fracasado.En este punto, coincidió con su par, Sergio González, en la necesidad de trabajar toda la comunidad educativa en conjunto, para avanzar en un sistema que contenga la realidad del país, para luego ser adaptada a cada región o provincia.En cuanto a las preguntas específicas del Operativo Aprender, opinó que los ejercicios o preguntas de Lengua, Matemática o Ciencias Naturales pueden ser aplicados en cualquier provincia del país sin ningún inconveniente y agregó: "la geografía o la historia debe adaptarse a cada provincia, pero tampoco veo que sea imposible tomar la misma evaluación en todo el país. "No es un instrumento abstracto" El licenciado en Ciencia Política, Martín Méndez, es oriundo de Gualeguaychú, pero actualmente trabaja en instituciones educativas de la Ciudad de Buenos Aires. Trabajó como Becario Doctoral en la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires; es Doctor en Filosofía, recibido en la Universidad Nacional de Lanús. Su carrera de Ciencia Política la concluyó en la Universidad de Buenos Aires.A modo de reflexión, Méndez escribió: "Sobre las resistencias y las críticas al "operativo Aprender", escucho y leo comentarios del tipo: "toman las Escuelas porque no quieren ser evaluados", "los docentes tienen que acostumbrase a que se los evalúe", "hay que evaluar para saber qué tan mal está la educación".Primero, vean de dónde viene y por quiénes está diseñada la evaluación. Segundo, tengan en cuenta que no se trata de un instrumento abstracto, que se puede aplicar aisladamente, sino que se utiliza en un contexto de sospecha y de deslegitimación de la Educación Pública. Y tercero, pónganse a pensar qué clase de medidas gubernamentales se podrían justificar a partir de los resultados obtenidos por la evaluación.La introducción de sistemas meritocráticos, basados en premios y castigos a las Escuelas consideradas como más "eficientes", es aquí una respuesta muy posible.Pero claro, esa respuesta generaría preguntas más incómodas, como por ejemplo ¿cuál es el criterio de la eficiencia?, ¿por qué hay que medir y distinguir a las Escuelas Públicas con un criterio semejante?, ¿por qué evaluar lo público a través de una noción económica?, y así... Esa es otra forma de "educarse", haciendo preguntas en lugar de llenar respuestas para un test multiple choice. Ninguna evaluación es "objetiva", "neutral" o absolutamente "trasparente". Al contrario, siempre está guiada por determinados fines políticos y económicos. Vale decir, las evaluaciones son instrumentos de gobierno, utilizadas por lo general para crear las "condiciones de aceptabilidad" de determinadas medidas y reformas.Comentario adicional: todos hablan de la necesidad de evaluar qué aprenden o qué no aprenden los estudiantes. Nadie habla de evaluar el estado de las Escuelas donde se realizan esos aprendizajes, que por cierto es calamitoso".
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