
El presidente de la delegación argentina en la CARU dialogó con elDía y Radio Cero. Explicó el papel que juega la Comisión y cómo repercutió la decisión unilateral de aumentar la temperatura de los efluentes.Al mismo tiempo que se ajustaban detalles para comenzar con el prometido y esperado monitoreo de la planta UPM ex Botnia, se conocía la noticia que anunciaba que el Gobierno uruguayo por decreto, permitía aumentar la temperatura de los efluentes a 37° C.La novedad causó conmoción en el seno de la Asamblea Ambiental y en la delegación argentina en la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay). Al respecto, el presidente de la delegación argentina, Hernán Orduna, fue consultado por elDía y Radio Cero (FM 104.1) para conocer los pormenores de esta decisión unilateral y el modo de trabajo en conjunto con la delegación uruguaya."Si bien había manifestaciones unilaterales del Uruguay en cuanto a cierta voluntad para que cese la dilución, a nosotros nos llega a la CARU una resolución de fecha 26 de abril del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente del Uruguay donde por un lado dispone toda la modificación del proyecto que oportunamente habrían aprobado y en segundo lugar un aumento de temperatura. El problema es que mientras se venía trabajando intensamente para establecer los protocolos de mediciones, tanto para las mediciones que iba a realizar el Comité Científico de la CARU en la planta de UPM ex Botnia, llegó un momento en que la DINAMA, que es la autoridad de aplicación uruguaya, no pone dentro de la lista algunos parámetros que están en la norma uruguaya", explicó Orduna.¿Como por ejemplo?Temperatura y algunos parámetros relacionados con sustancias tóxicas que tampoco estaban. Naturalmente eso genera un intercambio entre el Comité Científico y la DINAMA. Finalmente se termina acordando que el protocolo en Botnia va a contemplar la medición de todos los parámetros establecidos en ese decreto uruguayo. Ahora la sorpresa es que dos días después de esa reunión y dos días antes de que se ingrese a medir la temperatura aparece esta resolución, que por un lado dice que habla de una reunión de cancilleres del 14 de noviembre que se acordó. No es cierto lo que dice que responda a una solicitud del gobierno argentino; se pidió que el gobierno uruguayo ordenara la planta UPM y que cesaran de inmediato las actividades de dilución.¿Nunca se habló de modificar parámetros?-Nunca se solicitó la modificación del proyecto de la planta. La verdad que es una sorpresa que haya sido aprobado el proyecto con la dilución incluida cuando estaba expresamente prohibido por el decreto 253. Ni que se autorizara tampoco. Se solicitó que se autorizara a verter efluentes a una temperatura más elevada que la autorizada industrialmente y aún de una manera unilateral. Lo que hay que entender es que la cuestión del funcionamiento de Botnia- UPM y sus efectos sobre el río Uruguay, han sido puestos por la Corte dentro de la competencia de la CARU. La Haya había dicho que la CARU era el árbitro en esta situación...-No puede ser objeto de medidas unilaterales por parte del Uruguay. El día de mañana habrá una reunión de cancilleres donde se va a tratar la marcha del Plan de Monitoreo. Y también dentro de otros puntos, está la nueva normativa uruguaya. ¿Sorprende que en el medio de las negociaciones hagan estas modificaciones?Se había acordado un proyecto, que de acuerdo a una normativa uruguaya, que de golpe invocando cosas que no son ciertas, involucrando incluso posición argentina que nunca existieron. Si se va a lo que se acordó el 14 de noviembre por más que lea y relea no va a ver nada. Ni siquiera de dilución porque ahí se habló del proyecto específico de monitoreo tanto para la planta Orión como la para la desembocadura del río Gualeguaychú en el río Uruguay (...) esta unilateralidad, entiendo que es equiparable a los llevados a cabo por el Uruguay a partir del año 2003 cuando autorizó la construcción de la pastera y el puerto sin informar ni consultar previamente a la república Argentina, como lo ordena el Estatuto del Río Uruguay. La Corte Internacional de Justicia reconoció expresamente en su sentencia tanto la obligación que tenía el Uruguay como su violación reiterada. ¿Es complicada la tarea de la delegación argentina al enfrentarse a decisiones unilaterales?Un poco complicado, si. Quería destacar que Entre Ríos tiene como temperatura máxima de vuelco 45 °C. Pero no es lo mismo echar agua por una manguera (aunque sea a 80 grados en el Río Uruguay) que 800 litros por segundo durante 3600 segundos durante 24 horas (...) en la medida en que esa energía produce efectos nocivos, eso es contaminación de acuerdo al artículo 40 del Estatuto del río Uruguay y del digesto y de cualquier norma razonable que haya en el mundo. Entonces la cantidad de calor que se incorporaría con un aumento de 7 grados es muy grande. Esta es una fábrica que produce más pasta de celulosa que la suma de todas las fábricas que hay en la república Argentina.¿El caño difusor o de dilución fue sacado, fue modificado o no se movió en absoluto?Tengo entendido que se constató que había sido retirada la bomba pero estamos esperando el informe oficial del Comité Científico, tanto de todo lo que vieron como de las mediciones que son las primeras mediciones que se han hecho en UPM.7°C más = 8000 hornallas en el ríoPor definición 1 Kcal (Kilocaloría) es la cantidad de calor para aumentar en un grado, un litro de agua de 14°C a 15°C.Un ∆T = 7 °C implica una cantidad de calor agregada al efluente, y que éste descargaría al río, de 7 Kcal/litro.Por lo anterior tenemos que:=> 800 litros/segundo x 7 Kcal/litro = 5600 KCal/s. = 20.160.000 Kcal/hora.Tomado 2500 Kcal/h por hornalla de gas, equivaldría a unas 8000 hornallas prendidas en el fondo del río calentando el agua.Si esto lo llevamos a la cantidad de gas natural que habría que quemar para lograr esta cantidad de calor, se tiene aproximadamente (gas natural tiene aprox. 9000 Kcal/m3 de gas): 5600/9000 = 0,62 m3/s de gas x 86.400 seg/día = 54.000 m3 gas/día.Es decir, la cantidad de calor volcado al río equivale a quemar anualmente más de 20 millones de metros cúbicos de gas natural calentando el agua.