VA POR EL PENTACAMPEONATO
Papelitos presentó el argumento de "Vivos" y dio a conocer una de sus canciones para el Carnaval del País 2026
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La comparsa tuvo su fiesta de presentación el fin de semana y luego adelantó en sus redes sociales una de las dos canciones que tendrá en la próxima edición del espectáculo más importante de la ciudad.
Papelitos se prepara con todo para la edición 2026 del Carnaval del País, en la que irá en búsqueda de un histórico pentacampeonato tras ganar las últimas cuatro ediciones.
La temática será “Vivos”, y justamente así se titula una de las tres canciones de Furia del Oeste, la banda de la comparsa de Juventud Unida que también viene quedándose con triunfos en su rubro y sumando puntos determinantes para los títulos.
La canción fue difundida a través de las redes sociales.
El argumento de Papelitos 2026
En Gualeguaychú, cada noche de carnaval es un latido en el alma de la ciudad. Una fiesta que une generaciones, donde pasado y presente bailan juntos al ritmo de los tambores.
Para Celeste, el carnaval no era solo una tradición: era un latido heredado, el eco de su abuela Blanca, una costurera silenciosa que jamás desfiló por la pasarela, pero cuyas manos bordaron la historia misma del carnaval. Doña Blanca vivió en el anonimato carnavalero, refugiada en talleres iluminados por el brillo de lentejuelas y telas multicolores. Invisible para el público, como tantos otros, dio vida a la fiesta con su oficio, cosiendo el alma de una celebración que trasciende el tiempo.
Celeste también era una trabajadora incansable del carnaval. La noche previa al gran desfile era cuando más sentía la ausencia de su abuela. En el taller —el mismo que había albergado a Blanca— trabajaba contra reloj, hasta que algo mágico ocurrió. La máquina de coser cobró vida propia, hilvanando un suspiro de otro mundo. Los trajes colgados se estremecieron. El aire se impregnó de un aroma antiguo.
Entonces, el tiempo pareció detenerse. Y aparecieron… sombras delicadas, titilantes como estrellas, que se deslizaron por el taller: los viejos anónimos del carnaval. Las almas de los que fueron. Las costureras del tiempo. Los artesanos de la memoria perdida. Los constructores del carnaval eterno. El taller se transformó en un torbellino de recuerdos vivos. Manos espectrales cortaban telas, ajustaban tocados, colocaban plumas y cosían lentejuelas. Y allí, en medio de todos, estaba su abuela Blanca. ¡La comparsa de los invisibles había regresado!
—Aquí estamos, seguimos presentes en cada puntada, en cada paso de baile —susurró con una voz que contenía muchas voces—. Nunca nos hemos ido.
Lentejuelas antiguas se fundieron con nuevas telas. Y en ese instante, el carnaval fue uno solo: uno entre dos mundos, el de los vivos y el de quienes partieron, pero que nunca se fueron.
Cuando llegó la noche del desfile, Celeste sintió su presencia en cada destello, en la multitud, en la música, en la emoción del público. Porque en el brillo de esos trajes había almas que jamás dejaron de iluminar la fiesta.
El viento golpeó la puerta del taller y Celeste despertó. ¿Había sido un sueño? Tal vez. Pero supo que esa noche desfiló toda la historia.
Con este sueño, Papelitos honra a los constructores anónimos de nuestra fiesta: a las manos que, desde las sombras, tejieron y tejen la magia. Porque mientras haya carnaval, ellos seguirán VIVOS.
