Después de hacer cerrado 2015 con una expansión del 3,5%, pasó a signo negativo desde el segundo trimestre.Después de años en que la demanda privada estuvo incentivada por políticas que alentaron el consumo en detrimento de la inversión y el comercio exterior, y que derivó en incrementos superiores al ritmo de expansión de la riqueza generada por el conjunto de los agentes económicos, en 2016 esa dinámica se acomodó a la marcha del PBI.Así, tras un 2015 en que el consumo privado aumentó 3,5% y el del sector público se expandió 6,8% -pese a que el PBI subió en menor medida: 2,6%- el Indec midió doce meses después sendos recesos de 1,4% en el primer caso y de 2,3% en el valor agregado por toda la actividad económica, en tanto que el sector público sólo se contrajo en el último trimestre 2%, que no le impidió terminar otro año con crecimiento de la demanda: 0,3 por ciento.