"Gente como la gente" fue su consigna en 2003, como candidato del Nuevo Espacio. Hoy, Martínez Garbino pide al electorado que elija "gente sencilla".El dirigente de Gualeguaychú, Emilio Martínez Garbino, encabeza la nómina de candidatos a diputados nacionales por el Encuentro Social.Junto a socialistas y ex referentes del massismo, Garbino apela nuevamente a ganar terreno en el medio de la polarización, así como en 2003 y desde entonces en cada contexto electoral, intentó terciar con más o menos suerte en el bipartidismo de Entre Ríos.En visita a Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, junto a los socialistas que integran la nómina, Verónica Magni y Marcelo Haddad, Martínez Garbino insistió con la idea de promover "la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción desde el 10 de diciembre de 1983 hasta la fecha". "Lucharé incansablemente para que en Argentina logremos un Nunca Más de la corrupción", prometió quien encabeza la nómina que se amparará en la herramienta jurídica del Partido Socialista."Estamos asistiendo a una campaña que será brutal, sucia, y de golpes bajos. Es realmente la posverdad: sobre un hecho sin correlato en la realidad, se magnifica y convierte en tema de debate, y los grandes problemas que nos acucian a los entrerrianos no están sobre la mesa", dijo en las declaraciones que publica El Argentino.A su turno, Magni aseveró: "Los dos oficialismos, provincial y nacional, no sólo promueven la grieta sino que al venderle a la sociedad la necesidad de separarse o verse como enemigos, su intención es la perpetuidad. Esto lo hacen al convalidar el enriquecimiento con aumentos siderales de sus dietas, cosa que desde nuestros espacios no sólo denunciamos sino que se votan en contra".Gente comúnEmilio expresó: "Pedimos a Juan Pueblo que tome por cinco minutos conciencia del valor que significa votar y que de una vez por todas vote algo parecido a él. Estamos convencidos de que nosotros vamos a recoger muchas adhesiones", seguro de que su espacio logrará superar las estructuras armadas."Intentamos no mentir. Decir lo que la gente quiere escuchar es un pecado. Hay que decir lo que uno, como dirigente, ve y siente. Esta sociedad necesita gente sencilla, que no mienta, con una línea de conducta, coherencia y fundamentalmente, con independencia", postuló. (Página Política)
