Pedro Capdevila: Una vida dedicada a la Técnica y al servicio de la Comunicación

Pedro Capdevila es sinónimo de radio en Gualeguaychú. Repara o "atiende" a 40 de las 42 emisoras de FM que existen actualmente en la ciudad. Su pasión comenzó a los 3 años y en esta entrevista cuenta su historia forjada entre consolas, válvulas y transistores. "Soy un autodidacta", confesó. Estela Gigena Pedro Ramón Capdevila (50) es un autodidacta. Tiene su Habilitación Local de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) - ex Comfer- como Técnico Operador y tramita actualmente la Habilitación Nacional. Pero más allá de los títulos, sin lugar a dudas es quien más sabe en Gualeguaychú de la cuestión técnica de radios, tanto de Amplitud Modulada (AM) como de Frecuencia Modulada (FM).- ¿A qué edad comenzó tu pasión por la radio?- En realidad esto empieza más o menos a los tres años. Me inspiraron mucho las revistas de electrónica que tenía, por ejemplo, la "Lupín". Pero me faltaba conocimiento. Y después entré a la Escuela Técnica (EET N°2).- Para estar en lo que te gustaba...- Sí. Porque papá quería que fuera policía como él y yo me negaba. Recibí unos cuantos chirlos porque él me veía haciendo chasis, radios, bobinitas...- Armabas y desarmabas...- Sí, tal cual. Y así, a los 13 años, fabriqué mi primera radio a transistores con el circuito Superton. Un día lo conocí a Osvaldo Fiorotto; él me invitó a ir a LT41. Yo andaba en difusora Grecco enredando cables con el 'Negro' (Ricardo) Ríos y Alfredo Lucardi; pobrecitos, les hice pasar las mil y una. Después empecé en LT 41. Salía de la Escuela Técnica a las 6 de la tarde, me cruzaba a calle Fray Mocho 486, a ese mundo que estaba descubriendo. Un día, Osvaldo me autorizó a sentarme en la consola a pasar unos temas. Para mí eso era tocar el cielo. Y de repente entra (Armando) Mettler y me pesca sentado en la consola y a Osvaldo sentado arriba de un rack tomando mate. Entonces Mettler pregunta: ¿Quién es este chico? En eso entra 'Bocho' (Néstor Mancini), que le dice: "un futuro operador". Yo tenía 16 años. Una semana después me llamó Bocho y empecé a trabajar como suplente los fines de semana. Y ahí empezó todo, a principios del '81. Al año ya tuve turnos completos.- ¿Cómo fue 'meter mano' en los transmisores, que se ven tan complejos?- Siempre fui curioso, siempre quise saber por qué funcionan las cosas. Y soy un agradecido tanto a Armando Mettler como a Eduardo Gurovici, que me permitieron acceder, a probar, a intentar. En el caso de Mettler, me dejó hacer una reparación un día y luego otro, hasta que llegó el momento en que quien habitualmente reparaba el transmisor, Tito Viollaz, le dijo a Mettler: "no me llames más, Pedro sabe hacerlo".- Y un día dejaste la mesa de operación técnica y preferiste el equipo transmisor...- Es que llegó un momento en que me hacen Jefe Operador y ya me alejé de la mesa. A mí me apasionó todo, desde armar un micrófono en forma casera, fabricar la consola, armar el transmisor, armar la antena. Todo ha pasado por mis manos. Y hoy hay que seguir aprendiendo para hacer los transmisores nuevos, que son de una tecnología totalmente nueva.- Y seguís perfeccionándote, estudiando, leyendo, como autodidacta que sos...- Totalmente. Soy un autodidacta. Y hay que seguir informándose. Buscar información, que es difícil de encontrar, porque no está disponible en ingeniería; circuitos secretos que mantienen las empresas. Yo he tenido la suerte de entrar en empresas que han sido muy abiertas, que me han enseñado. Entonces, sería imposible reparar un equipo en estado sólido que difiere totalmente de lo que es la antigua tecnología de válvulas.La "suciedad" del espectro radioeléctrico- Actualmente, ¿cuántas radios de FM hay en Gualeguaychú, sin contar las de LT41 y Radio Nacional?- Aproximadamente 42. De la más chiquita a la más grande, todas andan en los 500 a 250 Watts. Y después está la del pibe que le gusta la radio y empieza con un equipito de 15 o 20 vatios.- ¿Es fácil fabricar un equipo de Frecuencia Modulada?- Sí. Se fabrica fácil porque la materia prima está; los circuitos están disponibles en Internet. Un chico al que le gusta la electrónica se pone y lo hace.- Con esa facilidad y la proliferación de FM en Gualeguaychú, ¿cómo está el espectro radioeléctrico?- He estado en contacto con la gente de la CNC (Comisión Nacional de Comunicaciones) y he participado en inspecciones. El piso de ruido que tiene Gualeguaychú es tremendo. Es una de las ciudades más sucias en el país. Pasa porque cualquiera pone un transmisor al aire, suena lindo, pero no se tienen en cuenta las espurias, que eso lleva filtros de salida. Y es fundamental tener un instrumento que se llama analizador de espectro, que te permite ver si ese transmisor está bien o mal ajustado para que salga en su frecuencia. Hay una contaminación muy grande a nivel radio frecuencia en Gualeguaychú por eso.- ¿Cómo están las radios que visitás, que reparás?, ¿cómo se trabaja?- Noto la falta de profesionalismo, la falta de capacitación. Hoy es muy fácil. Todo esto se da gracias a la computación. Porque es muy fácil cargar una computadora con copetes y música y decir tengo una radio. O sentar a un chico a pasar música desde una computadora; pero su conocimiento de nivel técnico como radio operador es nulo. No sabe lo que está manejando. La persona que está en un medio de comunicación, sea operador, periodista o locutor tiene que estar preparado a nivel cultural en muchos aspectos. Y el técnico operador también tiene que estar preparado a nivel cultural. Tiene que conocer de música, saber de historia, porque no es solamente mover botoncitos. Y si es técnico operador tiene que saber cómo funciona una emisora. Eso no se da. Ellos se sientan en una consola llena de lucecitas pero no saben por qué funciona. No tienen idea. Eso hay que aprender. Que conozcan un transmisor, cómo funciona y por qué sale al aire. Anecdotario- Seguramente hay muchas anécdotas de tu historia en la radio...- Sí, de las transmisiones de exteriores, por ejemplo. De ir un día antes, probar el equipo desde Concepción del Uruguay para transmitir las carreras de Pancho Grecco - "Hombres, Máquinas y Carreras"- andando todo bien. Y llegado el momento de hacer la transmisión, no funcionaba. Después, que se nos haya quemado un transmisor en plena transmisión y repararlo en el momento. Otra, la tirada de línea. Tirábamos cable por cable con escalerita. Una noche estaba solo de operador en LT41, comienza la transmisión de Pedro Juan Bals y enseguida se corta la transmisión. Se corta la línea, un cable que iba de Urquiza y Gualeguay al Club Central Entrerriano. Estaba solo, en la mesa, operando y dije: "¿qué hago?". Puse el long play "Playas de Manhattan", que era la cortina musical, y rogué a Dios que no se fuera a rayar. Me fui al galpón, agarré la escalera, la bicicleta, los auriculares, un pincita y me fui cuadra por cuadra. Eran nueve y pico de la noche y yo iba probando cada dos cuadras; subía la escalera, la calzaba, escuchaba. Podés creer que media cuadra antes de llegar al Club estaba el problema. Arreglé el cable cortado, escuché que salía bien la transmisión, bajé de la escalera, subía a la bici y volví a la consola a operar.De los sueños - Al día de hoy seguís en bicicleta haciendo tu vida sencilla. Es decir, con esta pasión no te enriqueciste...- Para nada. Quizás si me ponen una camioneta último modelo para ir, no la uso; porque ya a los 50 años no te sacan las mañas. Soy un agradecido de los que me brindaron esto, desde mi creador, hasta el último que me permite hacer lo que me gusta. Desarrollé lo que siempre me apasionó. Cuando era chico, yo vivía en el Club Yacaré, y en el verano venía mucho turismo. Entonces juntaba las moneditas del agua caliente que vendía en un tarro. Me venía a la librería Ferrando, que ya no existe, y con eso me compraba unos libros que se llamaban "Aprenda radio en 15 días". Tenía 13 años. Un día, el chapista Rojas me prometió traerme una radio vieja. Estaba cada domingo esperando que llegara mi chiche como si fuera un juguete nuevo. Hasta que un día llegó el Negro con un chasis repodrido. A mí, es como que me habían regalado un IPod. Guiándome por los libros armé mi primera radio. Al material lo compré en casa Pombo. Y mi vieja tenía la costumbre de irse al cementerio. Dos de la tarde, limpiaba su cocina y de allá, del Club Yacaré, se iba al cementerio a visitar a su hijo fallecido. ¿Qué hizo el nene? Mamá tenía una radio antigua de madera, hecha artesanal, a transistores y lo que hice fue arrasar la parte de adentro, no dejé nada; y armé mi radio. Y la radio salió andando. Mi vieja volvió en horas de la tarde y nunca se enteró. Después, de grande, le dije la verdad: la que seguía escuchando desde aquella vez era la radio que yo había armado.- ¿Tenés alguna asignatura pendiente o un sueño especial?- No pretendí ni pretendo enriquecerme con esto. Uno sólo pretende vivir tranquilo, asegurar la vejez. Yo sigo aprendiendo y desearía ingresar a Radio Nacional. Me he presentado al concurso para Operador de Planta Transmisora. Pero siempre tengo algo por hacer.- Pero como hombre de radio cumpliste el sueño de tener la propia, sólo para darte el gusto...- Sí, puse al aire Radio "Tiempo" hace 8 años, en 103.5 MHZ, pero no lo hice con fines comerciales. Lo hice por pasión, porque a mí me gusta la música, me gusta compartirla. Si me siento en mi casa a escuchar música en una computadora tengo esa sensación interna de querer compartirla con alguien. Siento que escucharla solo es un poco egoísta. Radio Tiempo surgió una tarde de verano y la idea después la concreté en el mes de agosto 2004. Ponía las FM y todo era cumbia, que no me parece mal. Pensé entonces en la gente mayor, en los viejitos, que se levantan a la siesta con su mate y no encuentran su música. Y así nació Radio "Tiempo", con milongas, folclore tradicional, algún pasodoble español y todas esas melodías que traen buenos recuerdos a nuestros viejos y no pasan de moda.
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