Pensaron que habían secuestrado a su hijo pero se había dormido en un escondite
Em ña tarde de este viernes, el temor se apoderó de una familia y de muchos vecinos de barrio Rocamora de Paraná por la desaparición de un menor de dos años, a quien no se encontraba por ningún lado.o
Como si fuera poco, una persona dijo haber visto cuando lo subían a un automóvil desconocido, por lo que de inmediato se dio aviso a la Policía temiendo un secuestro. Afortunadamente, luego de más de dos horas de tensión se descubrió que el pequeño se había quedado dormido escondido en la casa de Concepción del Uruguay.
“Fue un susto, por suerte no pasó nada, nunca había estado tan nervioso en toda mi vida”, dijo el padre del menor a La Prensa Federal, sólo quince minutos después de que el menor apareciera de entre unas mantas, donde estuvo jugando un rato y luego quedó dormido. Poco más de dos horas después, y luego de una intensa búsqueda que incluyó a todo el barrio y a los patrulleros del Comando Radioeléctrico de la Policía, el chiquito de casi tres años apareció de entre las frazadas para devolverle el alma al cuerpo a la familia Espinosa.
Todo había comenzado aproximadamente a las 17, en la vivienda ubicada en calle Belgrano al 1700, casi en la intersección con 9 del Oeste del barrio Rocamora. Familiares comenzaron a buscar al pequeño, ya que hacía varios minutos que no lo veían, la búsqueda se fue intensificando con el correr del tiempo, ya que no aparecía por ningún lado en la casa. Como es costumbre jugar en las afueras de la vivienda (es una zona poco transitada por vehículos), siguieron buscando afuera y en las casas vecinas o de amiguitos. Pero no aparecía.
Los abuelos y papás del nene entraron en pánico cuando una vecina señaló que había visto que subían en un auto extraño al menor de manera sospechosa, y ya había pasado una hora de su desaparición. “Buscamos en todas las casas y patios vecinas, en el zanjón en las calles y no aparecía, ahí entramos a desesperarnos”, contó el padre.
Llegó la policía
Ante la desesperación familiar, llamaron a la Policía para reportar la desaparición, y también mencionaron la versión del supuesto secuestro. La noticia comenzó a movilizar a todo el barrio y no había vecino que no se acercara para conocer la situación y colaborar con la búsqueda.
Cuando llegó la policía, los móviles del Comando Radioeléctrico se movilizaron hacia esa zona de la ciudad (al oeste) e intensificaron la búsqueda con un reporte y descripción del menor. También buscaron en el interior de la vivienda, realizaron una inspección en la zona, pero no hallaron nada. Por ese momento la tensión era extrema, varios patrulleros y cientos de vecinos concentrados en el lugar y recorriendo el barrio.
Sólo fue un susto
Aproximadamente a las 19.30, más de dos horas después de reportada la desaparición, el menor fue encontrado durmiendo escondido bajo unas frazadas. “Uno de los chicos entró a la casa y escuchó como ronquidos o unos ruiditos como de tos, y era él que estaba dormidito debajo de una cama, todo tapado y no lo habíamos visto, ni la policía lo había visto, debimos haber revisado mil veces el lugar, era increíble”, dijo el padre.
Mientras su abuelo todavía lloraba por la angustia vivida, y su padre temblaba al hablar, el pequeño corrió en busca del abrazo entre sorprendido y todavía asustado al ver el movimiento de policías y vecinos en el frente de su casa. Por suerte, sólo se trató de un susto y tuvieron que pasar varios minutos hasta que lentamente el barrio recobró la tranquilidad.
“Por favor, quiero agradecer a todos los que se preocuparon, a quienes nos ayudaron a buscarlo y a quienes sufrieron con nosotros todas estas horas. Hubiera sido muy difícil enfrentar esto solos. Muchas gracias”, se despidió el papá, todavía emocionado. (El Once Digital)
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