Percusión, guitarras, danza flamenca y Boehmi en la Fiesta de la Luna

El próximo domingo 18 a las 23 horas habrá un encuentro único de música, baile y arte. El Centro Cultural Gualeguaychú (CCG) abrirá sus puertas para disfrutar de Boehmi y de Invasión Ska.     La Fiesta de la Luna tendrá como banda principal a Boehmi que se caracteriza por presentar una fusión de técnicas que conllevan su propia expresión e interpretación. Son dos sonidos con influencias, ideas, recorridos diversos que conviven dejando de ser un género puntual para transformarse en un encuentro musical minimalista. La voz de Manu Ntaka junto a dos guitarras más elementos de percusión (cajón, tinaja, Udu, shekeré, caxixi, djembe) sumado a la danza flamenca y africana generan un entrelazado cultural único. La banda invitada será Invasión Ska, compuesta por músicos de la ciudad con un estilo diferente que se caracteriza por la impronta de sus vientos y la improvisación como juego y estilo. En la Fiesta de la Luna en el CCG habrá servicio de cantina. Las entradas en puerta estarán a $200 y las anticipadas a $150; pueden conseguirlas en Zinguería Figún ubicada en Artigas 2167) o por whatsapp a Cristian al (3446)309258. Manu Ntaka es un reconocido músico, cantante y productor argentino, quien absorbió las tradiciones musicales de su padre e incursionó en géneros como el soul, reggae, rock y afrobeat. En el transcurso de su carrera pasó por el casting televisivo Popstar en el año 2001 y fue elegido para formar parte del grupo "Mambrú" producido por el reconocido productor musical argentino, Afo Verde. Ntaka promulga sus raíces de manera tal que produce y dirige musicalmente, con el auspicio de la AECID de España y el apoyo de Asociaciones de africanos y afrodescendientes en argentina, el disco "Sonidos Negros en Argentina". Ntaka estará acompañado de Rodrigo González, quien comenzó a los 10 años estudiando guitarra en un club de barrio. Dedicó su mayor tiempo al flamenco, influenciado mayormente por su padre. Durante su recorrido por la música española fue donde Rodrigo se consagró logrando ser catalogado como uno de los máximos exponentes de la guitarra flamenca de la Argentina.