DURAS SECUELAS TRAS EL INTENTO DE FEMICIDIO
"Perdí parte de mi vida, no duermo bien": Los padecimientos de Rocío y su hija tras el feroz ataque de Sire

Este martes en horas de la mañana se realizó una marcha pidiendo que se haga justicia y que el agresor, le asestó 15 puñaladas, a Roció Barrozo sea juzgado y condenado. La víctima acompañada de sus seres queridos y allegados marchó por las calles céntricas de la ciudad hasta Tribunales. Conmovida y quebrada por el llanto transitó las arterias principales de la urbe ante la mirada de quienes circulaban por las mismas. Estuvo acompañada por su hija de 15 años que le salvó la vida en la madrugada del 8 de junio.
La sobreviviente de un artero y cobarde ataque se mostró entera antes de la marcha. Habló con Ahora ElDía pidiendo justicia y que el juicio a Sebastián Sire no se dilate en el tiempo. Aseguróo que tiene la expectativa de que “no se terminen los 90 días de prisión preventiva que se le otorgaron sin que le se le fije una fecha para su enjuiciamiento".
“Tengo algo muy dentro mío que me dice que el juicio va a salir en breve, que no va a pasar un año hasta que eso suceda. No quiero eso, pido que todo sea más corto para empezar a sacarme ese enorme peso de encima. Miro las cosas que hacemos, lo que realiza mi familia por mí, algo que me da fuerzas al igual que la gente, pero a la vez me siento muy triste por la causa que lleva a estar en la calle pidiendo justicia. Nadie merece pasar por una situación tan extrema en la vida”, aseveró Rocío.
"Soy una persona que no se mete con nadie, vivo trabajando, trato de estar lo más posible con mi familia, mis hijos, mis nietas, no molesto a nadie. De mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa. Siempre fue así mi vida desde los 16 años en que fui mamá joven”, comentó.
La víctima del intento de femicidio sostuvo que por el ataque "perdí parte de mi vida, no duermo bien y no tomo pastillas para hacerlo por el temor de dormirme y despertarme con esa imagen del ataque que no quiero recordar, que quiero desterrar de mi cabeza para siempre”, expresó conmovida.
La gualeguaychuense dijo que tiene temor que “alguien vinculado al agresor intente tomar represalias". "Anoche le dije a una amiga que tenía miedo de que alguien tome cartas en el asunto. No estoy para nada tranquila, vivo con miedo, sigo con pánico en mi casa, en la calle. En horas del día que anda mucha gente por la calle me siento acompañada, pero a la vez estoy mirando para todos lados pensando que el ataque se puede repetir”, reveló.
Consultada sobre si tiene algún tipo de apoyo profesional, señaló que “cuento con la ayuda de psicólogos y profesionales del Hospital que me están acompañando”.

Indicó que “ahora pido por mi hija”, la que la salvó la madrugada del ataque, ya que “se trata de una criatura que tuvo una activa participación para salvarme en un hecho que el 8 va cumplir un mes y hasta el momento no tengo ninguna respuesta. A ella, desde fiscalía, la mandaron al Copnaf para que sea tratada por una psicóloga. La llevé un miércoles que tenía turno, pero cuando entró le dijeron que le iban a dar otro turno, no la atendieron. A los dos días me llaman para que la lleve al Hospital, pero una vez en el mismo me dijeron que era el Copnaf el que tenía que hacerse cargo porque es un tema judicial, razón por la que estamos en la nada con mi hija, que no quiere ir a la escuela, desde el hecho fue solamente dos veces”, marcó.
“Hay que tener en cuenta que tiene 15 años. Le cuesta volver a mi casa, no quiere entrar sola, no está durmiendo de noche, sufre ataques de pánico y es muy triste ver a una hija así”, contó Rocío.
"Estamos pidiendo que el Estado nos ayude. Es una nena muy cerrada que no habla con nadie y solo está pidiendo que la ayuden. A la escuela fue dos veces y la tuvieron que ir a buscar los hermanos porque se siente mal y se larga a llorar”.
A su vez, valoró que desde el Colegio “Héroes de Malvinas” la están acompañando porque "la conocen y entienden la situación”.
Además, Rocío comentó que las secuelas físicas del ataque también son muy fuertes. ”No puedo mover mi brazo izquierdo, ni siquiera me puedo lavar la cara, además estoy con estudios en la cabeza por el corte que tengo y por una serie de golpes. No siento bien mi mandíbula, el oído izquierdo no lo siento directamente y el tema de los pulmones estoy esperando que me den el alta, luego de una serie de estudios que me tengo que realizar”, describió.