MALTRATO ANIMAL
Piden ayuda urgente del Municipio para asistir a los caballos en mal estado de la ciudad

Es uno de los grandes flagelos de la actualidad. Según organizaciones proteccionistas, todas las semanas se produce, como mínimo, la muerte de un equino en estado de abandono. Denuncian además un comercio sin control de potrillos entre personas que no pueden mantenerlos.
La denuncia hecha en redes sociales era clara y concisa: en el predio ubicado sobre Juan B. Justo, entre 1º de Mayo y Sáenz Peña, en la zona norte de Gualeguaychú, una yegua blanca había caído exhausta, cansada de comer desde hacía vaya uno a saber cuánto tiempo lo que encontraba en el basural que día a día crece en el lugar. Hasta allí fueron al rescate miembros de dos organizaciones proteccionistas y que luchan contra el maltrato animal: los integrantes de Guaba, quienes hace un tiempo emprendieron un proyecto solidario para los canes ya que se dedicaban a tejerle chalecos a los perritos callejeros, y Patitas, la ONG que rescata animales callejeros. Y ahora, se juntan para luchar contra este nuevo flagelo: caballos maltrechos, dañados hasta en el espíritu y que todas las semanas muere uno de la manera más lúgubre. Al llegar, encontraron a la yegua blanca, caída, mal alimentada y, para colmo, preñada y a punto de parir. Los miembros de las dos fundaciones comenzaron a trabajar a contra reloj, y aportando de sus propios bolsillo lograron llevar ayuda veterinaria para asistir al animal, que por milagro pudo sobrevivir. Lamentablemente, el potrillo no lo logró. “Un caballo que se cae es muy difícil que se levante, porque viene de una mala alimentación, ya está demacrado y ya está muy débil para querer seguir en pie. Cuando le preguntamos al dueño por qué tenía a la yegua en esas condiciones y la respuesta fue concisa: ‘Si no tengo para comer yo, ¿cómo le voy a dar de comer a los caballos?’. Y me contestó en plural porque tiene dos animales más en similares condiciones”, describió con bronca a ElDía la proteccionista Coki Carbó. Esta es sólo la última historia acontecida en la ciudad sobre este nuevo maltrato animal que sufren los equinos. Una recorrida que realizó este medio por el Camino de la Península, y por zona sur y la oeste de la ciudad, se pudieron contabilizar unos 40 caballos dispersados por ahí, muchos de ellos sueltos, y gran parte de estos últimos perdidos y escapados. Por supuesto, varios de estos animales muestran escoriaciones, mala alimentación y debilidad. Sin ir más lejos, ElDía recibió hace unos días la denuncia de un equino suelto sobre el puente Méndez Casariego, dirigiéndose hacia Pueblo Belgrano. Ayudar sin tener ayuda Tanto Guaba como Patitas están tratando de asistir en lo que pueden cada vez que reciben una denuncia sobre caballos en mal estado, pero lo cierto es que rescatar a un perro es muy diferente de asistir a un equino: es más caro, es más difícil y también más ingrato. “Somos nosotros los que aportamos toda la parte económica, y no tenemos ningún tipo de ayuda. Ni siquiera tenemos ayuda moral por parte del Estado porque nadie se nos acercó para preguntarnos si necesitamos algo. Uno de los pocos que nos ha ayudado es el director de Tránsito Oscar Navone, que nos ha mandado el camión para poder trasladar a los animales. Y con los que contamos incondicionalmente son los Bomberos Voluntarios. También siempre nos dan una mano los trabajadores de Higiene Urbana, no las autoridades, pero si los que están en la calle”, reclamó Carbó. En concreto, lo que piden es cualquier ayuda al Municipio no sólo para acabar con este flagelo sino también para poder asistir a los animales que ya están en las últimas. “Imaginemos que no tengan los insumos, bueno, está bien. Pero hay un veterinario municipal, y esa mano de obra podría ser de gran ayuda para nosotros. También podrían ayudarnos con un predio para los animales recuperados: antes estaba una parte del ex Frigorífico, pero ahora ya ni a ese lugar podemos acudir”, pidió y agregó: “Tras que nos hacemos cargo de todo, intervenimos en el lugar, ponemos nuestros recursos y llamamos a quien haya que llamar, luego nos encontramos con el problema de que no tenemos a donde llevar a un animal ya recuperado. No tenemos un lugar con las características necesarias para un equino”. “No estamos pidiendo que dejen de darle a otro para darnos a nosotros, es simplemente algo de ayuda. Un predio, un profesional, cosas básicas. Quizás no solucionamos la totalidad del problema, pero si vamos a poder comenzar a solucionar juntos pequeños problemas”, remarcó. Un comercio sin control El panorama actual de los equinos es cruel pero sencillo: los caballos son utilizados como animales de carga, y las yeguas también, pero además sus vientres también es un artículo de cambio. Muchos hacen preñar a las yeguas para vender a los potrillos a un costo muy bajo (en algunos barrios se puede conseguir un potrillo por 2000 pesos) pero sin cuidados, sin alimentación óptima para la madre y la cría y sin ningún tipo de cuidado y vitaminas. “Ese es el mercado que se está haciendo en Gualeguaychú. Tienen caballos, los atan a un carro o los hacen parir para vender crías, pero están mal alimentados, mal cuidados y en un lugar que no es apto. Realmente, es un flagelo esto que se vive en estos momentos”, denunciaron desde las organizaciones proteccionistas.
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