¿HAY MALTRATO ANIMAL?
Polémica por la caída y la reacción de un caballo en el Festival de Jineteada de Diamante

Como sucede cada año, el Festival de Jineteada y Folclore de Diamante divide aguas entre quienes celebran y defienden este tipo de prácticas y quienes ven en ellas un acto de crueldad animal. Un caballo cayó junto a su jinete y reaccionó contra el mismo. ¿Qué pasa en Gualeguaychú con la comisión especial por las jineteadas?
El jinete santafesino Miguel Díaz está listo para el espectáculo, espera la señal, montado en su caballo. “El blanco que va a entrar a defender el lomo”, dice el animador. El animal se para dos veces sobre sus patas traseras y cae. Se levanta y vuelve a caer, esta vez con sus patas delanteras, a centímetros del cuerpo del jinete, como queriéndolo alcanzar, como quien reacciona a un golpe.
La escena no tardó más que algunas horas en viralizarse entre aquellas agrupaciones que trabajan por los derechos de los animales y, como suele pasar, se volvió a desatar la polémica entre quienes entienden a las jineteadas como un acto de maltrato animal y aquellas personas que las defienden en nombre de la tradición.
“Esto ocurrió anoche en la ciudad de Diamante. ¿Todavía puede quedar alguna duda del maltrato animal que se ejerce en estos espectáculos? No existen argumentos para avalar la crueldad sobre estos animales”, publicaron, junto al video, desde la ONG Patitas, una de las protectoras de animales con más años en la ciudad.
La posición de quienes se consideran proteccionistas o animalistas no es nueva, ni mucho menos. De hecho, antes de “La Reina de las Jineteadas”, como se conoce al Festival Nacional de Jineteada y Folclore de Diamante, hubo una campaña de repudio contra la TV Pública, encargada de la trasmisión del espectáculo, que no sólo reúne a jinetes y a agrupaciones de larga trayectoria, sino también convoca a artistas de primera línea nacional. Sin ir más lejos, entre los nombres que conformaron la cartelera la semana pasada estuvieron el Chaqueño Palavecino, Abel Pintos, Jorge Rojas y Antonio Tarragó Ros, entre muchos otros.
“La violencia está relacionada con la agresividad; el animal humano utiliza ese impulso de agresividad con consciencia e intención de provocar daño”, aseguraron desde Patitas. E hicieron propio el pedido de change.org “Argentina sin Jineteadas”. En el mismo se detalla: “Consideramos a las jineteadas como algo anacrónico, que está totalmente fuera de época, y ya no deberían realizarse. Muchos dicen que es una tradición, pero entendemos que como sociedad vamos evolucionando y si una tradición es violenta no debe seguir existiendo. Tampoco las consideramos culturales, porque la cultura no es tortura”.
“La violencia es violencia, no importa contra quien la ejerzas, porque siempre el que sufre es una víctima indefensa. Busquemos generar actividades que recreen situaciones de empatía y paz, ya bastante violencia hay en nuestra sociedad como para seguir avalando más”, sostiene la campaña que suma más de 83 mil firmas.
Pero, la realidad denunciada por los proteccionistas dista muchísimo de la consideración que tienen las jineteadas, en general, y el Festival de Jineteada y Folclore, en particular, no sólo para los miles que son parte del mismo, sino también para el Estado argentino, en cualquiera de sus niveles.
¿Qué pasa en Gualeguaychú?
Hace varios años que el gobierno local, las asociaciones protectoras de animales y las asociaciones tradicionalistas tratan el tema. Lo concreto es que actualmente en el ejido de la ciudad los espectáculos de jineteadas están prohibidos. Así lo explicó, cuando se volvió a retomar el tema, el secretario de Gobierno Agustín Sosa: “hay una ordenanza del 2003 que establece las jineteadas como actividad deportiva, y otra sancionada en el 2005 que abarca cuestiones sobre el maltrato animal”, además está vigente “un decreto del 2014 que establece que se suspendan todas las solicitudes para eventos como jineteadas hasta tanto no se establezca si estas actividades son o no un maltrato para los animales”.
Bueno, desde 2014 a la fecha no se ha podido llegar a dicho objetivo. Por eso, sobre el cierre del año pasado, y como ya había sucedido anteriormente, se conformó una comisión especial, como establece el decreto. Dicha comisión se reunió en tres oportunidades y fue abierta, sólo había que inscribirse previamente. Esa instancia ya se agotó. Quienes están a favor y quienes están en contra de las jineteadas pudieron expresarse libremente, ahora la pelota la tiene la Municipalidad.
¿Las jineteadas continuarán prohibidas? ¿se avanzará en una nueva ordenanza que sea superadora? ¿se modificará la existente? La decisión del gobierno fue avanzar en construir una respuesta a la altura del problema, por lo que el 2022 será el tiempo de hacerlo.