
Los locales bailables ya no tendrán que ubicarse a 100 metros de un hotel. Con la nueva ordenanza, lo podrán hacer a sólo 60 metros. Un sector asegura que la modificación "tiene nombre y apellido". EL debate en la ciudad acerca de la cercanía o lejanía de los boliches nocturnos y su ubicación respecto a hoteles, geriátricos y hospitales, no es algo nuevo.A fines de 2009, una extensa discusión se instaló en la ciudad por la habilitación del boliche "Name" en la zona de la costanera. Este emprendimiento debió inaugurar con una categoría que no lo contemplaba como boliche ya que no cumplía con los requisitos que hasta la semana pasada exigía la ordenanza que regula el funcionamiento de los lugares bailables. Qué cambióLos 100 metros que debían separar a un boliche de un hotel, hospital o geriátrico fueron reducidos a 60. Esta modificación fue aprobada por mayoría en el Concejo Deliberante, aunque los metros se reducen sólo para los hoteles y siguen en vigencia los 100 metros para geriátricos y hospitales.Esta modificación de la ordenanza, le da rápidamente luz verde a los boliches de la costanera a poder ser habilitados como tales, a diferencia del verano pasado.La iniciativa de este cambio fue impulsada por siete concejales, entre los que se encuentra el Concejal del Frente Justicialista de la Liberación (FREJULI), Juan Manuel Álvarez quien explicó que se trata de una "actualización de una ordenanza que tiene 11 años y que la tecnología ha variado mucho respecto a los ruidos que emergen de los boliches, tanto en los aparatos como en las construcciones".Por este motivo, Álvarez sostiene que "se resolvió que la tecnología ha cambiado y que no existe el peligro de esos supuestos ruidos molestos. Es evidente que en esta última década las tecnologías han cambiado mucho". Además explicó que "se tomaron los 60 metros teniendo en cuenta las cuadras de la ciudad, para que no exista un hotel y un boliche en la misma cuadra". "Nombre y apellido"Muchas voces en contra de la iniciativa de modificar la ordenanza se escucharon en esta última semana. Los concejales que votaron en contra fueron Rosa Majul, Haydeé Venturino, Eugenio Bourlot, y Olga Isola, quienes entendieron que no eran suficientes los argumentos presentados para la modificación.La concejal del Nuevo Espacio, Olga Isola comentó en diálogo con Radio Cero que "el objetivo de esta modificación tiene nombre y apellido y es de la confitería Name". Además reflexionó sobre la función que debe cumplir el Concejo Deliberante y aseguró que "no tenemos que legislar para un sector sino para todos y sobre todo para los vecinos, y después para los privados. Este es mi pensamiento y mi ideología".Por otra parte, sorprendió a quienes no acompañaron la modificación de la ordenanza, la rapidez con que fue tratado y aprobado el tema. "Este proyecto entró una semana y a la otra salió aprobado sin siquiera ser charlado en una reunión de conjunta. Para mi era algo muy importante y debíamos hablar con los hoteleros y con los vecinos. Fue algo muy rápido, muy ligero, como que tenía que salir (...) Lo que me pesa de todo esto, es la ética del Concejo porque acá se aprobó una ordenanza para un lugar específico y esa no es la función del Concejo", comentó la Concejal Olga Isola.