EL DRAMA DE UNA GUALEGUAYCHUENSE
Por culpa de una mala praxis de un polémico médico, le quitaron el derecho a ser mamá

En 2016, Marianela Álvarez fue atendida por el doctor Horacio San Miguel tras sufrir un aborto espontáneo. Por culpa de un mal procedimiento médico, debió ser intervenida con una histerectomía de emergencia, lo cual le impidió para toda la vida poder ser madre. El médico que realizó el procedimiento es el mismo que apareció con un arma en el Centenario en julio pasado.
Por Amílcar Nani
En abril de 2016, Marianela Álvarez y Damián Moreyra hacía ya dos años que estaban de novios, eran felices y 4 meses atrás habían comenzado su aventura más hermosa: estaban esperando a su primer bebé. Era el sueño que tenían latente y naciente, en especial ella, que soñaba con ser mamá desde siempre.
Sin embargo, llegó el fatídico 7 de abril de 2016. La noche anterior se le había subido la presión y comenzó a sentirse mal: “Fui al Hospital Centenario, a la sala de emergencias y maternidad. Fui atendida y diagnosticada de haber sufrido un aborto espontáneo y me realizaron un raspaje”, relató Marianela a AHORA ElDía.
En otras palabras, había sufrido un aborto espontáneo, y lo que le hicieron ese día fue una intervención que hace un cirujano en el útero de una mujer embarazada para extraerle un feto.
El procedimiento, ese día, lo realizó el profesional de la salud, Horacio Esteban San Miguel, ginecólogo y obstetra oriundo de Concordia pero que terminó haciendo guardias en Gualeguaychú.
“A las dos horas fui dada de alta aunque yo le expresaba que no me sentía bien. Asimismo, me dan el alta igual. Horas después, estando en mi casa, mi estado comienza a empeorar, con inflamación, hemorragias, pérdida de movilidad, hasta llegar a estar inconsciente y sintiendo que estaba muriendo” agregó Marianela. Así, en ese estado, pasó dos días que fueron como estar en el infierno. Recién el 9 de abril, inconsciente, fue ingresada de nuevo en el Centenario.
¿Pero cómo terminó un raspaje derivando en una situación que dejó a una mujer joven al borde de la muerte? Según denuncian, todo fue culpa de la manera en que el doctor San Miguel realizó el procedimiento, realizando un corte de 4 centímetros en la matriz del útero, algo que jamás debería haberse hecho. Todo esto derivó en una histerectomía de emergencia, una operación para extraerle el útero e impedirle para siempre su sueño de ser mamá.
“Estuve varios días sin poder despertar, y cuando lo hice me dijeron que ya no podía ser madre nunca más. Cuando deciden vaciarme yo ya estaba inconsciente, y me entero a los varios días de todo lo que me habían hecho. A mi familia le dijeron que debían operarme de urgencia y que no sabían si iba a poder sobrevivir porque estaba muy lastimada por lo que me habían hecho. Los médicos se rezaban uno a otro entre ellos para salvarme la vida porque el daño ya me lo habían hecho”, se lamentó Marianela.

“Esos dos días en los que ella estuvo tirada en la cama, ni al baño podía ir. Lo cierto es que le tajearon la matriz, 4 centímetros, no fue un error pequeño. Y este doctor salió como si nada. A los dos días, cuando la llevaron de nuevo al Hospital, estaba inflamada por dentro. Es a mi que me dicen que si o si tienen que sacarle la matriz y esperar 48 horas para ver si ella sobrevivía”, lamentó por su parte Damián, la pareja de Marianela.
La recuperación fue muy sufrida, y estuvo 5 meses en cama por la operación, atendiéndose todo el tiempo para poder volver a estar de pie. Hoy en día, Damián trabaja en una empresa de seguridad privada y Marianela tiene un kiosco. Pero por más que volvieron a estar en pie y siguen más fuerte que nunca como pareja, jamás olvidarán ese fatídico abril de 2016, y ambos están dispuestos a que las cosas no queden en la nada.
El juicio
“El hecho de darme cuenta que jamás iba a poder ser madre me movilizó para buscar ayuda legal. Mi sueño desde chica era ser madre, e iba encaminada a serlo, pero no pude ser madre por culpa de un error humano”, informó decidida Marianela.
Fue entonces que comenzaron a trabajar con el abogado Ignacio Pérez Núñez para que alguien se hiciera responsable por la mala praxis de Horacio Esteban San Miguel. “Lo primero que hicimos fue pedir el secuestro de la historia clínica, y no encontramos ninguna reticencia por parte del Hospital Centenario. Yo creo que porque sabían que este médico tenía problemas y malos antecedentes. Es como que sabían que si buscábamos algo sobre él era porque lo más seguro era que teníamos razón. Lo que sí, creo que no fueron consecuentes, ya que, si este tipo había cometido tanta mala praxis, ¿por qué no lo habían echado?”, explicó el letrado a AHORA ElDía.
La causa tuvo sentencia en primera instancia en septiembre de 2020 a favor de Marianela y Damián. Dentro de los rubros de daños que reclamamos, había uno que, en ese momento, era de 500 mil pesos.
“Sin embargo, cuando apelan en la Cámara de la Contencioso administrativo de Concepción del Uruguay (los demandados son tres: el Estado provincial y dos compañías de seguro), los jueces demoraron un año en revisar el fallo. Una vergüenza porque usualmente los tiempos son mucho más cortos, a lo sumo dos meses. Y una vez que actuó, deciden que el daño moral pretendido no tenía que ser de medio millón de pesos, sino que lo baja a 100 mil pesos”, informó Pérez Núñez.
“Es entonces cuando decidimos ir la Superior Tribunal de Justicia, donde ya va a ser un año que están analizando la causa. Cuando una causa es contra el Estado, tienen que ser los nueve jueces los que tienen que fallar a favor o en contra nuestro. A casi un año, sólo un vocal ha tenido la causa. No necesitamos un veredicto unánime, sino una mayoría entre esos nueve”, agregó el letrado sobre la actualidad de la causa.
“El doctor San Miguel es de Concordia y viene a trabajar a Gualeguaychú. Eso pasa cuando tenés problemas en tu lugar de origen y te apartan para que trabajes en otro lado. Este médico ya venía con malos antecedentes”, concluyó.
Los antecedentes de San Miguel
En julio pasado, el ginecólogo Horacio Esteban San Miguel se hizo célebremente infame por una situación violenta en la Guardia del Hospital Centenario: exhibió, ante pacientes y profesionales que estaban en ese lugar, una pistola de aire comprimido. El hecho, perturbador, se sumó a una serie de reproches por el comportamiento que había exhibido en su trabajo, y a una serie de dudas sobre supuestos casos de mala praxis, según detallaron aquella vez desde el Ministerio de Salud.
Ahora, San Miguel está separado de su función, pero por el hecho del arma, no por mala praxis. Por este hecho, la Unidad Fiscal de Gualeguaychú le abrió una causa a partir de la denuncia que presentó el director del centro asistencial, Eduardo Elías. La investigación penal quedó en manos de la fiscal Eliana Ghiglione.
Sin embargo, no es la primera vez que el nombre de San Miguel está envuelto en un expediente judicial. El 14 de mayo último el Hospital Centenario había cesanteado a San Miguel, que disconforme con la medida acudió con un recurso de amparo que fue resuelto favorablemente por la camarista María Josefina Pace, integrante de la Cámara del Trabajo de Concordia. El profesional había iniciado su relación laboral en 2005 como profesional interino del Servicio de Guardia, y su trabajo consistía en hacer guardias médicas todos los jueves y viernes cada 15 días, y el último domingo del mes.
En su presentación judicial, el médico había dicho que el despido configuró una “lesión manifiestamente ilegítima que impide el ejercicio de un derecho o garantía constitucional. Y que la resolución del Estado en su contra era improcedente, ilegítimo, ilegal y abusivo”.
Ahora, quizás, cuando el STJ se termine de pronunciar sobre su accionar a la hora de atender a Marianela Álvarez, haber hecho un corte de 4 centímetros en su útero, lo que derivó en un vaciamiento de emergencia lo cual le arrebató el sueño de ser madre, quizás ahora el doctor Horacio Esteban San Miguel se haga responsable de sus actos y ninguna mujer más quede expuesta a algo similar.
El presente de Marianela y Damián
“Cuando me enteré, me invadió un dolor intenso por saber que jamás podré ser madre. Es el dolor más grande que he sentido en mi vida. Siempre soñé con ser mamá, y hasta el día de hoy me cuesta ir a una plaza con mi sobrino, o todos ya saben que no tienen que invitarme a un cumpleaños donde hay gurises chicos porque me deprimo. Veo a algunos niños y pienso: si hubiera tenido a mi bebé, hoy tendría la edad de ese nene. Y va pasando el tiempo y sigue costando”, comparte con pesar Marianela a AHORA ElDía.
Sin embargo, ahora ambos apuestan por la esperanza: “Ahora decidimos apostar por la adopción: nos hemos anotado y estamos desde hace bastante tiempo, pero hasta el día de hoy estoy esperando a que nos llamen porque me muero por darle mi amor a una criatura. Nos inscribimos hasta niños de 5 años y hasta estamos dispuestos a adoptar hermanitos. Hay tantos chicos tirados por ahí queriendo tener padres y también estoy yo queriendo ser madre, pero nadie me llama”, concluyó.