Por esta luz que me alumbra
¿Cuánto nos costarán de ahora en más a los entrerrianos la energía eléctrica y el gas? Es la gran pregunta de estos días luego de la eliminación de algunos subsidios nacionales. Mario Alarcón MuñizEspecial Por lo pronto la poda se circunscribe a ciertos sectores de mayores posibilidades económicas de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Y está bien. Es indiscutible. No nos toca. Pero tarde o temprano, de esa o de otra forma, llegará también a nosotros.El gobierno nacional intenta ajustar las cuentas y hacerlas aterrizar porque el exceso de mano suelta las ha llevado a las nubes. Cabe suponer además que procura tomar previsiones frente a probables coletazos de la crisis mundial.En el proyecto de presupuesto 2012 que en breve será aprobado por el Congreso de la Nación, las partidas de subsidios suman 75.000 millones de pesos. La tímida reducción del 0,8% anunciada por los ministros Boudou y De Vido al comenzar el mes, fue ampliada por los mismos protagonistas el miércoles último a poco más del 6%: la quita superará los 5.000 millones. Más ruido que nueces. Por ahora. La tapa de la ollaResulta al menos curioso que mediante decreto "de necesidad y urgencia" del 31 de octubre (apenas veinte días atrás) el mismo gobierno amplió el presupuesto del año actual en 38.000 millones de pesos que se destinarán en su mayor proporción a subsidiar servicios públicos (23.000 millones para las empresas de energía eléctrica) y financiar el Fútbol para Todos y el rally Dakar. Desde luego también se atenderán los requerimientos de Aerolíneas Argentinas que ha hecho volar 2.900 millones de pesos nuestros en lo que va del año.A la reducción de subsidios de servicios públicos en el área metropolitana se le añade la renuncia voluntaria a ese beneficio. Cada usuario deberá manifestar su decisión de no percibir el subsidio o de acogerse al mismo. En esta última alternativa intervendrán la AFIP y la Anses para verificar los datos. Vale decir un seguimiento personalizado que suena a persecución o apriete. Se aplicará por ahora en Buenos Aires, pero se extenderá luego a todo el país. Es una manera de maquillar los mayores costos que pagaremos por los servicios, más allá de las dificultades que presentará su implementación.En el caso de la energía el subsidio es importante. En Entre Ríos si tomamos como ejemplo una familia tipo de clase media que consume unos 500 kilovatios por bimestre, el costo (fijo más consumo, sin impuestos) asciende a 245 pesos, pero paga 115 porque el Estado le subsidia 130. Va de suyo que sin subsidio a esa familia la luz le costará más del doble, lo disimule o no con una adhesión voluntaria.A esta situación se ha llegado de tanto disfrazar la realidad. Los costos han crecido a pesar del Indec y los berrinches de Moreno. En cierto momento salta la tapa de la olla. Se viene el ajusteMientras tanto ¿qué pasará en Entre Ríos? Meses más, meses menos, el ajuste llegará. De eliminación de subsidios nada se habla todavía. Se sabe en cambio, desde hace más de un mes, que el 7 de diciembre se realizará la audiencia pública convocada por el Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE) para tratar el aumento tarifario solicitado por Enersa. Se habla de un 22,5% equivalente al índice de aumento salarial del sector, pero ese rubro no es el único componente del costo eléctrico. Éste se integra con el precio del kilovatio que factura la empresa mayorista nacional (Cammesa) y los gastos de distribución entre los cuales figura el personal.El defensor de los usuarios, Héctor Lovera, consideró estos días que "es aceptable el pedido porque pasaron dos años de la última actualización". Se deduce entonces que la audiencia pública será un mero trámite. La lucha de Lovera se limitará a procurar un aumento escalonado de la tarifa. Hora de actuarQuizá sea también el momento de revisar algunas cosas. En la actual situación Enersa no cuenta con un margen de inversión porque la tarifa más el subsidio se agotan en la prestación y el mantenimiento del servicio. Es bueno saber entonces que el consumidor aporta para la inversión por separado y fuera de la tarifa. Quien lea la factura encontrará un 13% de recargo sobre el costo del consumo por "impuesto provincial Fdeer", es decir para el Fondo de Desarrollo Energético de Entre Ríos. Lo paga el usuario. ¿Quién lo administra? Sería interesante saber a cuánto asciende esa recaudación y cómo se invierte.En Entre Ríos la factura de energía suele representarle al consumidor aproximadamente el doble de lo que cuesta el consumo real. Pesos más, pesos menos, el recargo por IVA y gravámenes provinciales y municipales ronda entre el 80 y el 100 %. En otras palabras todos se prenden. Y a esto hay que cambiarlo alguna vez.Lo más llamativo es el impuesto nacional ley 23.681. Por cada factura no es importante, sólo el 6 por mil, lo cual significa entre 50 y 75 centavos para un consumo bimestral promedio. Claro que si lo multiplicamos por la cantidad de consumidores de todo el país se logra una suma voluminosa destinada a la provincia de Santa Cruz, la misma que hace diez años depositó medio millón de dólares en Suiza.La citada ley data de 1989. El gravamen se creó a efectos de subvencionar el consumo de energía de Santa Cruz hasta tanto esa provincia se incorporara al Sistema Integrado Nacional, algo que sucedió hace ya tiempo con las últimas obras en Pico Truncado y El Calafate. Y como usted, sigo pagando por esta luz que me alumbra.
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