UNA POSTAL QUE DECEPCIONA
Preocupa el estado de abandono y falta de mantenimiento que presenta la Terminal de Ómnibus
Debido a una situación complicada que vive la empresa concesionaria, uno de los lugares que primero ven los turistas al llegar a la ciudad presenta un mal estado evidente. Tanto las tarifas para el alquiler de las boleterías como el conocido “Derecho de Andén” no se aumentan desde hace años, lo cual llevaron a que el lugar presente un estado de abandono en algunos sectores.
Es la puerta de entrada del turismo a la ciudad y la primera imagen que tienen los visitantes que llegan a Gualeguaychú con la ilusión de pasarla bien. Sin embargo, esa primera impresión –la cual muchos consideran de importancia absoluta– decepciona ante el primer vistazo. Se trata de la Terminal de Ómnibus, el lugar al que arriban los micros de larga distancia sobre todo en las épocas de temporada alta. Un lugar que hoy en día está en mal estado, con obras adeudadas, lugares abandonados y con varias falencias a la hora de prestar algunos servicios.
Si bien continúa operando con normalidad y su funcionamiento no se ha visto afectado durante los últimos años, la Terminal de Ómnibus de Gualeguaychú presenta señales de falta de mantenimiento edilicio y de inversión en mejoras generales.
Todo esto se pudo visibilizar con un simple relevamiento realizado por Ahora ElDía, durante el cual observó que el estado de la terminal de ómnibus evidencia una falta de inversiones en mejoras.
El estacionamiento principal, de ripio, muestra un avanzado deterioro, con varios baches e irregularidades en el terreno. En un estado similar se encuentra la vía de salida de los colectivos, donde se aprecian imperfecciones y baches en el asfaltado.
Por su parte, el exterior de la terminal ofrece escasa iluminación en horario nocturno, y las estructuras destinadas a grandes carteles se encuentran mayormente vacías y oxidadas, sobre todo aquellas dispuestas frente a los andenes de ómnibus. Sin embargo, cabe señalar que el predio se mantiene limpio en términos generales y regularmente se corta su extensa superficie de pasto.
En el interior del edificio, los sanitarios presentan un estado de abandono: con uno de cuatro cubículos fuera de servicio en el baño de hombres, espejos rotos, paredes y puertas vandalizadas, además de poca higiene en los artefactos. Por su parte, la zona de andenes se ve afectada en cierta medida por la suciedad que generan las palomas que anidan en los techos. En dichos andenes también faltan varios cilindros de cemento que operan como tope o freno para los colectivos que ingresan. Otro detalle relevado es que ya no funciona el Buffet La Terminal, ubicado en el ala izquierda, detrás de los asientos de espera.
Entendiendo a la terminal de ómnibus como una de las puertas de entrada para el turista que visita Gualeguaychú, el presidente del Consejo Mixto de Turismo, Fernando Zubillaga, señaló que durante la temporada de verano su área recibió las quejas de usuarios de la terminal: “Dijeron que en este estado no puede estar, no es acorde a un modelo de ciudad turística. Y lo comparto”.
“Hay un montón de cosas que se podrían hacer: señalética, iluminación y emprolijamiento de la parte asfáltica. Por otra parte, la higiene y la limpieza son fundamentales. También se ha ido perdiendo el buffet. El estado de mantenimiento, de falta de servicio, de los sanitarios, demuestra que hay una gran desidia o falta de dedicación”, observó.
Por otro lado, Zubillaga indicó que “es cada vez menor el turismo que llega en colectivo” y que la terminal atraviesa el hecho de que los viajes particulares puerta a puerta “han tomado gran parte del mercado", lo cual supone un cambio en la dinámica del transporte. “En las estadísticas comparativas la cantidad de vehículos que hoy salen de la terminal como punto de origen es bajísima”, apuntó. En ese sentido, consideró que “comparativamente, hay otros puntos donde conviene que el turismo se muestre más”, ya que “las formas de realizar consultas del turista tienen más que ver con las plataformas digitales” y que, nuevamente, hoy la terminal es más usada por gente que trabaja o estudiantes que por turistas.
El origen del conflicto
La falta de inversión y mantenimiento general se atribuye en buena parte a la compleja situación económica que afronta la empresa Rotonda Group S.A., que lleva adelante la concesión del servicio de terminal desde 2001, año en que se inauguró la actual ubicación en el Acceso Sur de la ciudad, entre boulevard Pedro Jurado y General Artigas. La concesión, otorgada en un principio por 15 años, fue recibiendo prórroga por parte de la Municipalidad, y hoy la empresa se ve comprometida a continuar prestando el servicio hasta 2032.
Esto no sería un problema para Rotonda Group de no ser por el conflicto que arrastra desde hace tiempo con algunas empresas de transporte de pasajeros por la no actualización del canon –o “derecho de andén” – que estas últimas deben abonar cuando una de sus unidades sube pasajeros en la terminal y sale de ella.
“El 60% de las empresas todavía sigue pagando la misma tarifa del año 2015, cada colectivo de larga distancia que tiene que recorrer más de 120 kilómetros abona $153,60 pesos, IVA incluido, cuando la tarifa actual es de $7.775 pesos”, señalaron desde la Terminal de Ómnibus.
Y remarcaron: “La situación económica es nefasta, porque se vive básicamente del canon y las boleterías siguen pagando el mismo alquiler que en 2015”.
De todas formas, las fuentes consultadas aclararon que alcanzaron mejores acuerdos con las empresas restantes o están en tratativas para lograrlo. A modo de ejemplo, detallaron que una de las empresas desactualizadas adeuda al día de hoy “26 millones de pesos desde hace cinco años”, y que “hay otras cosas que ellos dicen que ya no se las podemos reclamar, por lo antiguo del asunto, y ofrecen 11 millones en cuatro cuotas”.
Con los altos niveles de inflación acumulados en los últimos meses, el desfase en los cánones impacta de lleno en las arcas de la Terminal de Ómnibus. A esto se suma que su posibilidad misma de recaudar se ha visto afectada: “Los servicios que salen y pagan han disminuido a un 50% o menos de lo que era antes de la pandemia, por ende la recaudación es muy bajita”, indicaron.