PRESUPUESTO POR DECRETO
Presentan nuevas proyecciones económicas y preparan un cambio en el impuesto a las Ganancias
El Gobierno publicará su ley de leyes antes del 30 de junio y mostrará su nueva estimación de suba de precios para este año; luego, el Ministerio de Economía espera modificar el mínimo desde el que se paga el impuesto
A través de un decreto, el Gobierno prevé dar luz verde en las próximas semanas a un nuevo presupuesto para este año, que incorporará, entre otras novedades y detalles sobre la planificación oficial, una nueva pauta de inflación, de ingresos por recaudación de impuestos y de gastos, entre ellos, el monto de subsidios energéticos.
Además, fuentes oficiales confirmaron que, con un importante avance en el cierre de las paritarias salariales y luego de la presentación de la nueva “ley de leyes” (dará un indicio de la pauta de suba de precios reestimada para 2022), publicará un decreto para actualizar el tope mínimo desde el que se pagará el impuesto a las ganancias (hoy es desde un salario bruto superior a $225.937). Se oficializaría, en julio o agosto. Es una decisión prevista por Economía, más allá de la presión desde el propio Frente de Todos canalizada días atrás a través de Sergio Massa.
El nuevo presupuesto se aprobará antes del 30 de junio, una demora importante teniendo en cuenta que en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) estaba prevista una modificación de la norma vigente para ponerla en línea con la meta de déficit primario para 2022 acordada en el programa de Facilidades Extendidas (EFF, según las siglas en inglés) a más tardar el 15 de abril pasado.
En el Gobierno aseguran que fue el organismo conducido por Kristalina Georgieva el que ofreció más tiempo para “tabular con más precisión” los impactos en el mundo de la guerra en Europa del Este. El viernes, por caso, era furor entre funcionarios la última tapa de The Economist sobre este es tema. La Nación consultó con el Fondo, pero no obtuvo una respuesta.
Ministerio de Economía
Fuentes oficiales reconocieron además que, tras el rechazo en el Congreso del proyecto de presupuesto 2022 y la prórroga del anterior, la fecha límite de mitad de año responde a la restricción que implican los cupos presupuestarios. “Es difícil operativamente trabajar sin eso”, dijeron. “El decreto también debe reflejar las condiciones actuales en cuanto a las readecuaciones que haremos para cumplir la meta [con el Fondo], dado el shock de la guerra”, aclararon a este medio. En ese sentido, con el cambio del marco macroeconómico a implementar, se prevén modificaciones en ingresos y en gastos.
El presupuesto presentado en septiembre pasado -que fue rechazado- estimaba una suba de precios para este año de 33%. En esa iniciativa ya se había modificado la pauta 2021 (originalmente de 29%) y se subió en 16 puntos (45,1%), pese a que la inflación terminó siendo 50,9%. El acuerdo con el Fondo previó para 2022 una suba de precios de entre 38% y 48%. El último panorama del FMI sólo tomó el techo de esa banda. Sin embargo, las paritarias están cerrando actualmente en un 60%; el equipo económico trabaja con un “escenario optimista” del 65% y los privados creen que rondará 70%.
Tal nominalidad de la economía sumará ingresos extras al Tesoro. Parte de los mismos fueron utilizados para dar bonos a trabajadores informales, jubilados y monotributistas. Con las mejoras en la Tarjeta Alimentar y otros programas, el costo llegó a 0,44% del PBI. La factura la pagó la inflación, dicen en Economía. Por las dudas, allí siguen diseñando nuevos impuestos: Guzmán insistirá en su tributo a la “renta inesperada”, según fuentes oficiales, que impactará en 2023 en algunas empresas.
Con relación al gasto, es probable que, dado el impacto que tuvo la invasión rusa a Ucrania en los precios de la energía, éste se incremente. El viernes, el resultado primario de abril mostró que los subsidios a la energía crecieron ese mes 132,8% interanual y llegaron a $116,673 millones. Son $66.559 millones más que lo que se pagó en abril de 2021.
El secretario de Energía, Darío Martínez, y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, en una reunión del Equipo de Trabajo de Aprovechamientos Hidroeléctricos Concesionados (Etahc)
El secretario de Energía, Darío Martínez, y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, en una reunión del Equipo de Trabajo de Aprovechamientos Hidroeléctricos Concesionados (Etahc)
La inflación y los cambios en el Gobierno
El nuevo presupuesto tendrá dos nortes fundamentales: la adaptación al contexto mundial y al acuerdo con el Fondo Monetario, y la intención de Guzmán de anclar las expectativas del sector privado para frenar la inercia inflacionaria. El programa con el FMI prevé un déficit fiscal primario de 2,5% del PBI, reducción de la emisión (1% del PBI) y acumulación de reservas. Para Guzmán, la credibilidad -de su plan- y los dólares en el Banco Central (BCRA) son las anclas.
Pero la reducción de la inflación conlleva un enorme desafío político, ya que el propio ordenamiento macroeconómico es a través de un plan inflacionario per se. El acuerdo con el FMI prevé subas de tarifas y un dólar que siga más de cerca los precios. La inflación lima las posibilidades políticas del Frente de Todos para 2023 -lo sabe Cristina Kirchner-, pero al mismo tiempo es la principal socia del Gobierno a la hora de achicar el déficit a través del “impuesto inflacionario”. (Fuente: La Nación)