
"Si alguien sabe de alguna egresada que no tenga la posibilidad de tener su vestido para su noche, presto el mío. Todos sabemos que está todo muy difícil y me gustaría ayudar", es el mensaje que circula junto a las imágenes de las jóvenes de Gualeguaychú. Un gesto que merece ser reconocido.
Muchas veces los medios de comunicación muestran a los jóvenes que protagonizan hechos lamentables, como excesos de toda índole, peleas escolares o cualquier tipo de situación reprochable que en pocos minutos se gana el repudio de buena parte de la sociedad.
Pero lejos está esa realidad de ser representativa de la totalidad de la juventud argentina. Todo lo contrario, son muchos los casos de chicos y chicas comprometidos con su entorno, que llevan a cabo acciones que merecen mayor reconocimiento del que tienen, y también merecen ser copiadas.
Este es el caso de, al menos -al menos, porque seguramente existen decenas de casos similares que no se han hecho públicos- dos jóvenes de Gualeguaychú que, preocupadas por la situación de pobreza generalizada, decidieron prestar sus vestidos de recepción a quienes lo necesiten.
"Si alguien sabe de alguna egresada que no tenga la posibilidad de tener su vestido para su noche, presto el mío! Todos sabemos que está todo muy difícil y me gustaría ayudar. No lo regalo porque me lo hizo mi abuela con mucho amor", escribió en su cuenta de Facebook Yamila Pesce.
Luego, Marilina Eckerdt copió el gesto de la primera y puso sus dos vestidos a disposición. Con una sola condición: "que los cuiden mucho ya que ambos tienen mucho valor sentimental", aclaró.

Como era de esperar, los mensajes se multiplicaron en pocos minutos, al igual que las palabras de agradecimiento y las muestras de afecto para estas dos generosas chicas.
¿Cuántos pedidos habrán recibido?