UNA PESADILLA
Prisión preventiva para el agresor de Echepare y ella amplió su denuncia

Romina Echepare publicó el viernes en su cuenta de Facebook una situación que debía salir a la luz porque se sentía desprotegida. Habría realizado tres denuncias. El domingo el juez de Garantías, Ignacio Telenta, le dictó la prisión preventiva al detenido por haber violado una perimetral.
El hombre de 32 años que fue detenido el viernes por la mañana dentro del domicilio de la mujer, en el barrio 200 viviendas, no fue liberado, porque el juez Telenta hizo caso a la requisitoria fiscal y dictó 15 días de prisión preventiva, porque además de los hechos de violencia, este sujeto violó una medida judicial que se le había impuesto tras la segunda denuncia que hizo la víctima el 9 de junio. El sábado fue indagado por el fiscal Lucas Pascual y el domingo se realizó la audiencia de prisión preventiva, donde se decidió que permanezca alojado en la Jefatura de Policía por dos semanas. Telenta consideró que en libertad podía entorpecer el avance de la investigación e incluso amedrentar a la víctima, además de la desobediencia judicial imputada. El fiscal Facundo Álvarez, que es quien realmente interviene en la causa, se entrevistó este lunes por la mañana con Romina Echepare, que brindó mayores detalles y amplió su declaración sobre situaciones de violencia anteriores. La mujer ratificó todo lo relatado a ElDía, e incluso contó los padecimientos que pasó a manos del detenido que se negaba a ser dejado. Víctima y victimario se conocen desde hace 2 años, pero en febrero comenzaron a tener una relación más cercana y a frecuentarse con mayor asiduidad. Pero la personalidad del hombre comenzó a cambiar y según contó Romina a ElDía, “ya no lo podía sacar de la casa”. Como remedio a esto, porque el sujeto la amenazaba con matarla, decidió abandonar su propia casa y alquilar un departamento. Lo hizo a escondidas y engañándolo, pero tras la mudanza el hombre logró localizarla. La primera denuncia se radicó el 5 de abril, el mismo día que ella dejó su hogar. Relató a la policía lo que estaba viviendo, y si bien se radicó una denuncia, nunca fue informada de ninguna represalia judicial hacia su agresor. Mientras tanto el hombre amenazaba con matarla y prenderle fuego la casa. La segunda denuncia fue el 9 de junio, el día de las elecciones. Este hombre se presentó en la casa de Romina, a donde había regresado después de pasar un tiempo en el departamento alquilado, y le dijo que se subiera a su auto porque “le iba a cortar la cara”. Para evitar que la situación empeorara, ella subió al auto y el hombre la llevó a su departamento en calle Etchevehere. Según indicó la víctima, la mantuvo casi 24 horas secuestrada, donde la golpeó en reiteradas ocasiones y hasta la amenazaba con sacarle los dientes mostrándole una pinza. Fue recién al otro día, y semi desnuda, que Romina logró salir del departamento convenciéndolo de que entre ambos “estaba todo bien”. Incluso la obligó a despedirse con un beso. Romina se subió a un remis, toda golpeada, sin ropa interior y vestida con lo primero que encontró, y se dirigió a la Comisaría del Menor y la Mujer. Ahí hizo la segunda denuncia y como consecuencia de esto, el Juzgado de Héctor Vasallo dictó una prohibición de acercamiento. Pero como ocurre generalmente en este tipo de casos, esas medidas poco sirven para proteger a las víctimas de violencia de género. En la mañana del viernes 28 de junio, y mientras Romina dormía junto a su hija de 8 años, el hombre volvió por más. “Hoy a las 8:30 volvió a violar la restricción entrando por la ventana. Me golpeó, intentó ahorcarme y amenazó con matarme”, escribió la mujer en su cuenta de Facebook. Se despertó escuchando ruidos en su puerta, pero cuando preguntó quién era nadie respondió. Sospechando de quién se podía tratar se encerró en el baño y alcanzó a llamar a la Policía, pero el agresor rompió una ventana y se metió en la casa. Abrió la puerta del baño, donde estaba encerrada Romina, y fue allí donde la ahorcó y pretendía dañarle el rostro, dejándole marcas en sus mejillas. Cuando llegó la Policía el hombre había encerado con llave la puerta de acceso y se negaba a abrir, por lo cual debieron entrar por la ventana. Mientras lo llevaban al patrullero “me amenazaba que me iba a matar”. Desde entonces está detenido en Jefatura.
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