Promoción de una pedagogía de la paz en comunidades educativas
Alrededor de 100 agentes educativos de la diócesis se capacitaron en un programa que promueve habilidades que facilitan la prevención y gestión de conflictos.
Marcelo Lorenzo
Los conflictos son parte inherente de las relaciones humanas. Pero de lo que se trata es de aprender a manejarlos en el ámbito escolar para evitar que se traduzcan en crisis violentas.
Esa es una de las consignas que trabajaron el viernes pasado un centenar de educadores de la diócesis, como parte de una capacitación llevada adelante por la miembros de la Fundación Educación para la Paz, una ONG que difunde técnicas y herramientas orientadas a la prevención de conflictos.
Apoderados legales, directivos y responsables de la pastoral se dieron cita el viernes en el salón de la iglesia San Juan Bautista de la ciudad, con el objeto de adquirir habilidades y conocimientos que les ayuden a gestar una cultura de la paz en los establecimientos educativos en los que desarrollan sus actividades.
"Los conflictos, que son inevitables, encierran un gran potencial educativo, por lo que deberemos encontrar y desarrollar las claves para incrementar las habilidades para la convivencia", explicó a este diario la hermana dominica Joana O'Shanahan, coordinadora del grupo de capacitadores.
Esta religiosa irlandesa vive desde hace años en Argentina y reside en una comunidad que su congregación, Dominicas de la Anunciata, tiene en uno de los barrios más humildes de la ciudad de Victoria (Entre Ríos).
Dedicada a la docencia, la hermana Joana contó que vienen trabajando desde hace tiempo en la región con la Fundación Educación para la Paz, una ONG creada en Miami (Estados Unidos), dedicada a promover la paz en el ámbito de América Latina y el Caribe, y cuyo mentor es Lloyd Van Bylevelt.
Van Bylevelt es el presidente de Peace Education Foundation, que ha desarrollado un modelo de habilidades de pacificación, en el cual el docente practica y enseña a sus alumnos cómo usar en la vida real las reglas y habilidades como la escucha reflexiva, el manejo de la ira y la resolución de problemas.
En Entre Ríos se ha formado un equipo de capacitadores que difunden esta pedagogía, a través de un programa pensado sobre todo para los docentes, que suelen carecen de estos conocimientos en su formación profesional.
"Para nosotros la paz es sinónimo de solución de conflicto, de mediación, es tratar de promover un programa de convivencia, de manejar el enojo, de uso de un lenguaje inclusivo", apuntó la religiosa.
El programa que ha desarrollado la Fundación Educación para la Paz, señaló, tiende a difundir a través de una red de facilitadores "herramientas para enseñar a construir espacios pacíficos, estimulando el aprendizaje de habilidades para la vida".
Según la entrevistada, el objetivo es crear lugares en donde los docentes y las personas vinculadas al ámbito de la educación y del liderazgo, además de capacitarse en nuevas técnicas y fundamentos teóricos, puedan reflexionar sobre su labor actual.
"Es un programa de prevención -comentó- que fue hecho por docentes de escuelas públicas para docentes. Es un programa sistemático que se trabaja con niños y jóvenes de cero a diecisiete años, con libros, materiales, carteles, que se puede usar como programa de prevención, gracias al cual se trata de formar un buen clima en distintas comunidades, como las escolares. Se busca que aprendan técnicas y tengan herramientas nuevas para promover la paz y el respeto".
La hermana O'Shanahan destacó que el programa hace eje en el docente, que es el actor principal en la clase y en el establecimiento educativo, ya que en él descansa gran parte de la pedagogía ante sus alumnos, quienes gracias a su influencia y guía adquieren habilidades y actitudes a favor de un estilo de vida que privilegia la paz.
Cabe consignar que el año pasado los capacitadores de la Fundación Educación para la Paz realizaron en Gualeguaychú un encuentro donde presentaron por primera vez el programa, en el cual participaron algunos docentes de las distintas zonas pastorales.
Este año arrancaron con los talleres de capacitación en la diócesis. Al del viernes último, así, se sumarán en el futuro dos más, uno programado para el 13 de mayo y otro para el 13 de junio.
EL MANEJO DE LA IRA
La entrevistada reflexionó que el enojo es una reacción normal de las personas, pero que debe ser sublimado para que no se traduzca en violencia. "No somos ángeles sino seres de carne y hueso. A veces nos enojamos ante la injusticia. Y esto está bien, porque es un motor para producir cambios. Pero otras veces el enojo conduce a la violencia. Lo ideal sería poner esa energía en acciones más positivas, haciendo el bien. Es parte del programa reconocer y educar estas emociones", refirió.
La religiosa sostuvo que primero en la familia y luego en la escuela es necesario fomentar una cultura de la paz, para que este modelo de conducta asociada a la convivencia y el respeto hacia el otro repercuta luego en el resto de la sociedad.
En este sentido, destacó que hay que educar en la "escucha", como una actitud ética básica que actúe como antídoto contra el deseo de imponerles a los demás nuestro punto de vista, a veces a través de la violencia.
Sostuvo además que el grupo de capacitadores de Victoria viene trabajado en cómo neutralizar los efectos del bullying entre los adolescentes, que en algunos casos extremos puede conducir a actitudes suicidas.
"Es importante saber qué hace en estos casos. Es decir, cómo conversar con quien hace el hostigamiento, por un lado, y con quien lo sufre por otro. Además, el docente no puede ser un puro espectador ante estos casos. Debe tener una estrategia para actuar", precisó O'Shanahan.
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