¿Qué hacemos con la congestión del tránsito?
Algunos piensan que la mentada densidad urbana en el centro de Gualeguaychú -que da cabida a la propuesta de la descentralización territorial- es ante todo congestión en el transporte.Separan, por tanto, la construcción edilicia de los problemas de circulación vehicular. Y dan a entender incluso que el espacio céntrico está deshabitado, ya que proliferan locales comerciales.Plantean, además, que hay mucho margen todavía para seguir construyendo dentro del casco céntrico. Saber si esto es así, es algo que compete a la sapiencia de los urbanistas, que al parecer no se ponen de acuerdo.Como sea, parece haber cierta unanimidad en torno a la sobresaturación circulatoria. La impresión que existe es que la trama vial está colapsada por el exceso vehicular.Quien sube a un auto con la intención de concurrir al sitio donde se concentra la actividad cívica y económica de Gualeguaychú, ya sabe que es ese periplo no está exento de dificultades.Por lo pronto poder estacionar -en una ciudad donde no existen playas de estacionamiento- se ha convertido en una actividad estresante. De hecho muchas veces uno termina dejando el auto bastante lejos del sitio adonde quería llegar.De ahí que haya vecinos que directamente prefieren caminar unas cuadras para ahorrarse problemas con el tránsito. Una decisión que no deja de saludable, por los problemas que genera el sedentarismo.¿Cómo se resuelve la congestión vehicular en Gualeguaychú, que se agravó con el incremento del parque automotor en el último tiempo? El escritor norteamericano Russell Short, se quejó hace poco de que las ciudades de Estados Unidos sigan dependiendo el auto.Short, que lleva varios años viviendo en Ámsterdam, elogia cómo esta ciudad ha sabido abordar la congestión y la acumulación de gas de invernadero mediante los recursos de convertir los centros urbanos en zonas peatonales.También aplaude la búsqueda europea por formas innovadoras de combinar el manejo de vehículo con el transporte público.El escritor está convencido de que es un problema de mentalidad. Toma el caso de las bicicletas. Al respecto considera que es inútil limitarse a marcar un carril en la calle para el ciclismo recreativo."En Ámsterdam, casi todos pedalean, y autos, bicicletas y tranvías coexisten en un complejo flujo de sentadas para bicicletas, semáforos y estacionamientos", refiere.La coexistencia de diferentes modos de viajar es algo que forma parte de la cultura, sostiene Short. En este sentido, ¿en que medida la congestión local no es fruto de una mentalidad orientada automovilísticamente? *** Entre muchos es más fácilDe lograrlo. Hablamos de la fortaleza, decisión, unión y entendimiento de los vecinos de Gualeguaychú cuando quieren obtener algo en beneficio de la comunidad.La historia ha ubicado a esta ciudad en gestora de sus propias obras. Está en los libros y en vocablo de los entrerrianos. Cuando se refieren a Gualeguaychú lo hacen con respeto y admiración, por encima de cualquier bandería política.El crecimiento prolongado y el arribo constante de personas que quieren desarrollarse y progresar en estas tierras, está indicando algo. ¿Por qué será?No hay que analizar mucho. Cuando un conjunto de habitantes está consustanciado lo consigue. Y ejemplos sobran: el Parque Industrial, la Autopista Mesopotámica, el Carnaval del País (corsódromo incluido), el Teatro Gualeguaychú, el ex frigorífico, el apoyo a la construcción del puente Zárate Brazo Largo. Y muchos más.Los años pasaron y la actualidad nos encuentra con otros frentes para solucionar. Algunos más importantes, para algunos, o imprescindibles, para otros tantos.En los últimos días surgió la inquietud de un grupo de madres y padres -a través de la red social facebook- con relación a la ausencia de una guardia pediátrica en los sistemas de emergencia de salud privada. ¿Por qué no hay? Fue la pregunta.Y comenzaron a movilizarse. Llamar a los periodistas, contactarse con más padres, elaborar planillas para dejar en comercios y medios de comunicación para juntar firmas. Además, hacer cartas y tomar contacto con las autoridades.Son simples vecinos, padres preocupados por la salud de sus hijos, que pagan un sistema de emergencia privado para utilizarlo en situaciones cuando la palabra lo indica. Parece que guardia pediátrica no hay por el costo, de acuerdo a lo manifestado a una madre que tuvo de dirigirse al Hospital Centenario. Obviamente, en el centro de salud público su hijo fue atendido como corresponde.Los padres entienden que el Hospital no puede albergar a todos los niños. "Lo queremos preservar", relataron. Por eso abonan una emergencia privada para tenerla en el momento justo.Entre todos será más fácil lograr una respuesta. Un ejemplo más de la movilidad y conciencia de los vecinos de esta ciudad. Resta ahora esperar que se concrete lo de la guardia pediátrica en los sistemas de salud privada.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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