Quién es el supermosquito depredador del Aedes aegypty

Por Verónica Toller
Especial La noticia apareció en Paraná y fue furor en toda la provincia: un mosquito desconocido por la generalidad, el Toxorhynchites, también llamado "mosquito elefante" y "mosquito carnívoro", podría ser nuestra arma secreta contra el Aedes. Se trata de una especie de gran tamaño que, según algunos sitios científicos, no pica a humanos. Trabajos publicados por la Universidad de Florida dan cuenta de que los T. adultos subsisten con néctar y otros hidratos de carbono, pero no con sangre humana.La Directora de Epidemiología de la provincia, Silvina Saavedra, indicó por el contrario que sí pican pero que mejor es cuidarlos, no matarlos, ya que son depredadores de la especie que transmite el dengue. En realidad, según pudo saber El Día, son depredadores de todas las especies que viven en recipientes. Entre ellas, la especie Aerdes aegypty (la del dengue). En experiencias realizadas en otros países, larvas del Tocorhynchites comieron el 74% de las larvas del Aedes.En Paraná, vecinos de barrio Lomas del Mirador atraparon uno de estos mosquitos y lo llevaron a la sección de Epidemiología. También se observó su aparición en la ciudad de La Banda de Santiago del Estero.En Gualeguaychú, el Director de Veterinaria Municipal, doctor Aldo Tellechea, prefirió ser cauto: "no tengo todavía información al respecto. Es más, hace pocos días tuvimos una reunión con el doctor Daniel Salomón, del Centro Nacional de Leshmaniasis dependiente del Conicet, una autoridad en dengue, chagas y leshmaniasis. Y no nos habló de ningún mosquito depredador".El Toxorhynchites es de mayor tamaño que los mosquitos comunes y tiene manchas en las patas. Debemos aclarar que hay numerosas especies de este mosquito (más de 100). Es posible que la humedad reinante en los últimos meses haya ayudado a su proliferación. Hay que aclarar, para que puedan ser diferenciados, que el mosquito Aedes aegypty es de menor tamaño que los comunes. Así que, aunque ambos tienen manchas en las patas, uno es pequeñito y el otro enorme: el Toxorhynchites es el más grande del mundo.Según Phil Lounibos, del Florida Medical Entomology Laboratory d ela University of Florida, sus investigaciones sobre Toxorhynchites rutilus con referencia al control biológico de mosquitos habitantes en recipientes dio alentadores resultados. Demostró reducción de mosquitos en huecos de árboles, atribuida a depredación del Toxirhynchites. Esta especie es incluso caníbal con sus hermanas si no tiene otras especies que comer. También se alimenta de artrópodos terrestres. Las larvas de Toxorhynchites son grandes, depredadoras, y se desarrollan en recipientes naturales, dice el estudio de Lounibos.Ejercen control biológico al alimentarse de larvas de otros mosquitos de importancia médica. Entre ellos, el mencionado vector transmisor del dengue. Llegan a medir 24 mm de longitud. Son de actividad diurna, preferentemente crepusculares.El estudio de la Universidad de Florida cita otro trabajo, de Mitchell & Darsie (1985), quienes mencionaron para la Argentina ocho especies de Toxorhynchites, ubicadas en las provincias de Catamarca, Jujuy, Salta y Tucumán.En tanto, la Sociedad Venezolana de Entomología, en un estudio de 2002 que cita asimismo a Phil Lounibos y a Raúl E Campos, corroboran estos datos.Organismos de control de vectores han ideado como metodología introducir estos mosquitos en zonas donde no son naturales, incluyendo zonas urbanas (son más bien selváticos), y procurar así el control sobre especies transmisoras de enfermedades.Wikipedia nos informa que Zairi Jaal, coordinador de la Unidad de Investigación para el control de vectores de la University Sains Malaysia, especificó que el Toxorhynchites splendens es el mejor depredador del Aedes aegypty. No pica a humanos ya que no es hematófogo. No transmite enfermedades. Propone criar larvas e introducirlas en agujeros de árboles o llantas donde puede haber crías del Aedes. O bien, colocar mosquitos adultos para que se reproduzcan.En fin. Habrá que esperar a que las voces científicas argentinas se expidan al respecto. Pero ante los datos colectados, podemos ver una vez más que la naturaleza es sabia porque sabio es su Creador. Que tiene sus propias leyes y orden, y una especie equilibra a la otra. Somos los humanos los que rompemos el equilibrio y destruimos a la naturaleza, nuestro planeta.
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