Revelan los últimos minutos antes de la caída del avión de Air France
Cuatro minutos pasaron desde las primeras señales que envió el avión de Air France que realizaba el vuelo AF447, por fallas eléctricas, hasta su caída en el Océano Atlántico con 228 personas a bordo.
El Airbus tuvo entre las 23.10 y las 23.14 (hora local) del domingo una secuencia de fallas eléctricas y de equipamientos fundamentales al vuelo, que llevaron a la pérdida de esas informaciones en la cabina de comando.
La aeronave envió al menos seis mensajes escritos automáticos a las computadoras de la compañía Air France, en tiempo real, a través del sistema Acars (Sistema de Comunicación e Información).
Los comunicados fueron traducidos por un comandante de Airbus y muestran que el avión alertó sobre la pérdida de sistemas e intentos de corrección de los parámetros electrónicos, que entraron en falla generalizada.
Según la agencia de noticias ANSA, fallaron sistemas de referencia como el "Adiru"(unidad que informa datos como altura y velocidad vertical) y hubo falla eléctrica en la computadora principal del vuelo, entre otros sistemas.
Los registros Acars comienzan a las 23 horas locales, cuando el comandante envió un mensaje manual informando sobre un área de fuertes turbulencias por encima de las nubes y lluvias cargadas de electricidad y con fuertes vientos. Diez minutos después, otro comunicado indicaba que el piloto automático había sido desconectado.
A las 23.10, surgen los primeros indicios de problemas eléctricos apuntando fallas en el sistema principal de energía eléctrica y desvío de potencia para mantener la navegabilidad. En los dos minutos siguientes, al menos dos relatos electrónicos informaron fallas en los sistemas de recepción y exhibición de informaciones de vuelo.
A las 23.13, fallaron la computadora primaria del vuelo y un sistema auxiliar, responsable de comandar partes móviles del ala; y a las 23.14, hubo aumento de la velocidad vertical del avión lo que podría indicar la despresurización de la cabina o incluso que el avión ya estaba cayendo al océano en ese momento.
Algunos de los detalles que faltan por conocer deberían permanecer en las cajas negras, cuya localización centra ahora las tareas de búsqueda. Por el momento, los aviones que participan en la misión han encontrado restos a unos 1.000 kilómetros de las costas brasileñas, como asientos de avión flotando en el agua y una pieza "aparentemente metálica" de siete metros de diámetro. También se ha avistado "una capa de queroseno de 20 kilómetros" en el Atlántico, según los portavoces de la Fuerza Aérea brasileña. De los cinco buques enviados a la zona por la Marina brasileña, uno ya se encuentra en el lugar, aunque aún no ha informado de ningún hallazgo. También participan en la operación tres barcos mercantes, uno de ellos francés y los otros dos holandeses.
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