Robaron y maniataron a una familia

Cuatro hombres irrumpieron en el domicilio de la familia Olaechea, ubicada en calle Andrade esquina Borques, logrando reducir al hijo de 23 años quien fue maniatado. Al mismo tiempo tomaron del cuello al hijo menor de 14 años quien despertó a sus padres con sus gritos.El hecho ocurrió en la madrugada del lunes, cuando alrededor de las 3,30 Estela, la madre se sobresalta al escuchar llantos y gritos. Según relató la mujer "nos despertamos con los gritos y llantos de mi hijo que estaba llorando, mi otro hijo ya estaba atado".Los malvivientes portaban armas que estaban cargadas, según lo comprobó el personal policial. En este sentido hallaron un revólver a escasos metros de la vivienda de los Olaechea y balas en el interior de la casa, que pertenecían al arma de fuego.La identificación es una tarea que traerá sus complicaciones ya que los cuatro hombres estaban encapuchados y habían apagado todas las luces de la casa. Según declaraciones de Estela Olaechea, "por las voces podías inferir que eran jóvenes, pero lo único que vi es que eran altos".El saldo total del robo fue de mil pesos en efectivo, una computadora personal, una cámara fotográfica digital y una moto, propiedad del hijo mayor. En dicho rodado dos de los ladrones huyeron, mientras que los restantes se quedaron unos minutos más en la vivienda y luego escaparon a pie.Horas más tardes, el ciclomotor fue encontrado por personal policial en la zona del Barrio Pereda, mientras que las restantes pertenencias no pudieron ser halladas hasta el momento.En base a las pericias, ninguna de las aberturas delanteras estaba forzada, por lo que infieren que los malvivientes ingresaron por un tapial bajo que separa con la casa vecina y luego irrumpen por la puerta que da al patio. Una vez adentro, toman posesión y control de la situación por el término de veinte minutos.
"Estaban drogados"
Según expresó la madre de la familia "estaban descontrolados y drogados, realmente sufrimos una pesadilla". El flagelo de las drogas en la sociedad está dejando su huella en cuanto a la delincuencia y a la violencia social con que se expresa.Los robos ya no son sólo eso, sino que están enmarcados en una trama compleja de falta de educación, de escasa contención familiar e institucional. La inseguridad en nuestra ciudad está acrecentándose y no es una sensación. Boquetes, armas, irrupción en domicilios, amenazas y personas atadas son algunos de los datos de la realidad que nos toca atravesar.No sólo los hijos de la familia fueron maniatados y amenazados con armas, sino que también el padre fue golpeado en la cabeza y lo ataron fuertemente con sogas.Por su parte, Estela fue reducida, siendo obligada a acostarse boca abajo en el pasillo que une las habitaciones, mientras que los restantes miembros de la familia se encontraban encerrados en uno de los cuartos. En ese momento Estela relata que "pude escapar y agarrar un celular con el que llamé a la policía. Cuando se dieron cuenta, empezaron a gritar y decidieron huir".Hasta el momento no hay detenidos y las investigaciones siguen adelante. Pericias y averiguaciones darán luz al terrible momento que atravesó esta familia.
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