Salvaron la vida de un bebé con un celular

Enfermeras y madres de la sala de neonatología del Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes tuvieron que alumbrar con teléfonos y ventilar manualmente a una criatura en medio de un apagón por el temporal. El grupo electrógeno había dejado de funcionar.En medio de la oscuridad, la tenue luz de un celular ilumina a una enfermera vestida de azul, que de forma acompasada presiona el respirador mecánico, para mantener ventilado a un chiquito. La imagen corresponde a la sala de neonatología del Hospital Isidoro Iriarte, de Quilmes. Allí, los efectos de la sudestada atentaron contra el suministro eléctrico del nosocomio, que durante una hora se quedó sin electricidad. Eso, aún cuando cuenta con dos generadores: uno grande, general, y otro más pequeño, que alimenta únicamente a neonatología. Pero ninguno de ellos funcionó.Entonces, médicos, enfermeros y hasta las madres de los bebés internados colaboraron para salvar sus vidas. "El bebé está bien", aseguró una fuente que prefirió preservar su identidad sobre el chiquito que fue asistido mecánicamente por una enfermera."En ese momento había un solo bebito al que debíamos ventilar, de lo contrario, otra hubiera sido la historia. Se hace lo humanamente posible. Pero siempre es así: solucionamos todo con cinta", continuó con un dejo de queja.Las madres de los bebés contaron el drama que tuvieron que vivir a Crónica. "Con ayuda de las enfermeras, tuvimos que sacar a los bebés de las incubadoras y por la falta de frazadas y el frio que hacía esa noche, los tuvimos que poner en nuestros pechos, así sus cuerpitos no perdían el calor", contó Laura, quien tiene a su bebé internado desde hace pocos días en ese hospital.Las mujeres se quejaron de la "falta de insumos" del nosocomio, pero resaltaron la calidad humana de las enfermeras que "pusieron todo para salvar la vida de los bebés".El bebé más afectado, además de ser socorrido por la joven madre, fue ayudado por todas las enfermeras de turno que debieron "balsearlo" con un fuelle manual, técnica que requiere que alguien constantemente lo esté apretando.De acuerdo con lo indicado por fuentes del nosocomio, el servicio de neonatología cuenta con un generador propio que no funciona desde hace ya un tiempo. "Ahora, si se sabe que cada vez que hay sudestada hay corte de luz, ¿cómo no se ocuparon del tema sabiendo que el generador más grande podía fallar también?", se preguntaron.Y es que, según advirtieron, la del lunes pasado no fue la primera vez que el hospital se queda sin luz y que neonatología se ve afectada por el corte de energía.17 años de antigüedadEl actual servicio de neonatología del Iriarte tiene 17 años de antigüedad. Las madres que tienen sus pequeños internados son contenidas por un servicio de voluntarias que las asisten de forma constante. Incluso hay una residencia para que ellas se queden cerca de sus chiquitos.Habló el director del nosocomioGustavo Wahnschffe -director del Hospital Isidoro Iriarte detalló que el corte de luz "duró una hora y media desde las 23 del domingo"."El grupo electrógeno -siguió- tiene 20 años. Por su tiempo detectaron que podía fundirse. Debido a eso, le solicitamos a Edesur un generador, pero éste no se accionó rápidamente"."Por suerte no pasó nada ni con un bebé, ni con un adulto. El tema es que no podemos estar ligados a la suerte", dijo por último Gustavo Wahnschffe.Por su parte, Nélida Bogado no dudó en señalar que "hicimos lo que teníamos que hacer. En estos casos de emergencias, no podíamos dejar que estos bebés se mueran. Todos colaboraron, incluso las madres de los pequeños que taparon a los chiquitos con frazadas para que no mueran congelados".La enfermera neonatóloga, que fue quien dio a conocer el caso mediante una grabación que hizo con su celular, dijo sentirse orgullosa de sus colegas, pero se preguntó qué hubiese ocurrido si a esa misma hora"estaba yo sola".Por último señaló que "estas cosas no pueden volver a pasar. Ojalá que las autoridades solucionen el tema de los generadores ante eventuales cortes de luz".