Santos Guerra brindó dos conferencias en Gualeguaychú
El español Miguel Santos Guerra dejó una impronta en nuestra ciudad al desarrollar ayer dos conferencias, una de mañana y otra de tarde, relacionadas con las formas de evaluación y exámenes en la enseñanza. Lo hizo ante más de 500 docentes.
Por Osvaldo J. Sosa
El escritor y docente estuvo en la ciudad invitado por la Asociación de Supervisores de Entre Ríos y resultó un verdadero acierto en el marco de las capacitaciones y perfeccionamiento de educadores que tanto se reclaman para el nivel secundario de la enseñanza, sobre todo.
Entre otros puntos abordados Miguel Ángel Santos destacó los tipos de evaluación que se pregonan a lo largo de los años en las leyes que impulsan los políticos, aunque fracasan en la mayoría de los casos. ¿Por qué? Porque los políticos no entienden nada de lo que pasa en las escuelas y a los docentes que están frente de los alumnos.
Ante el interrogante de cómo se puede mejorar la educación, mencionó entre los puntos básicos la buena formación de los profesores, que atiendan no más de 20 alumnos por aula, que perciban un buen sueldo y se les pague una capacitación. De esta manera será notable, rápida y de manera inevitable la mejora que se logrará.
Pero como esto cuesta dinero, políticamente no se lo hace. Es decir, se proclama desde las esferas de gobiernos y desde la clase política que la educación es lo más importante, sin embargo nada de eso pasa.
Habló de los modelos programados para la formación de docentes. El modelo del docente como investigador, no como aplicador de lo que los listos piensan y de lo que los responsables deciden. Ahora, la pieza clave es el docente, en todos los modelos.
“En el modelo de racionalidad práctica, en el que el docente es la pieza clave, él es el que es capaz de diagnosticar, comprender, decidir. ¿Y qué hace la política? Le da las condiciones y posibilidad para hacerlo bien. Todo depende del docente, pero en condiciones para que lo haga.
La estrategia de la mejora
Consiste según este autor en priorizar la investigación e indagación de los profesionales sobre sus propias prácticas para comprenderlas y para mejorarlas. Cuando esto pasa el docente se perfecciona y cuando se perfecciona innova.
¿Qué investigación? La que genera perfeccionamiento y genera innovación. ¿Qué perfeccionamiento? Que viene de la investigación y genera innovación. ¿Qué innovación? Que viene del perfeccionamiento y de la investigación.
El triángulo de los contenidos: ¿En qué debe mejorarse para hacer bien la evaluación?, ¿Qué contenido? Y esto tiene directamente que ver con las concepciones sobre lo que es la evaluación. ¿Qué se avalúa? ¿Para qué se evalúa? Y además de las concepciones hay que ver las actitudes. Hacia nosotros mismos. Hacia la práctica. Hacia los niños.
Pero si queremos cambiar en serio debemos a la práctica adosarle las actitudes.
El triángulo de los requisitos: Para que se produzca el cambio hace falta la voluntad de mejorar, de querer hacerlo. ¿De verdad queremos? Porque si no queremos, todo lo demás sobra.
Pero no es suficiente querer. Hay que saber, ser idóneo, tener conocimientos. No alcanza con querer y saber, también hay que poder. Con la mejora de las condiciones, entonces sí se puede.
Diez verbos a tener en cuenta
Preguntarse: el docente puede (debe) interrogarse sobre qué, cómo y por qué evaluar. Si la manera de implementar los instrumentos promueven un aprendizaje de calidad o un nivel más bajo de la enseñanza. Hay que poner en tela de juicio las prácticas y cuestionamientos. Hay que dudar. Poner en tela de juicio.
Compartir: las preguntas con otros profesionales. Hay proyectos colegiados. No hay niños que se resistan a diez profesores que estén de acuerdo.
Investigar: auscultar permanentemente.
Comprender: Son los docentes, los profesores, los que al fin de cuentas van a transformar el mundo de la escuela.
Decidir: Comprender para poder tomar decisiones cómo mejorar.
Escribir: Todos tenemos prácticas de evaluación. Si escribiéramos nos veríamos obligados a que ese pensamiento errático que tenemos sobre la educación y la evaluación lo tuviéramos que ordenar y argumentar.
Difundir: que genere una plataforma de debate. Pero esto es posible si compartimos y damos a conocer los proyectos que cada escuela arma. Qué riqueza y qué estímulo sería. Y eso genera una plataforma de debate.
Debatir: Qué pasa con el éxito y el fracaso de nuestra escuela. Quiénes son los que fracasan. Por qué fracasan. Qué hay que hacer para que no fracasen. Y de esto deriva un verbo fundamental, que es comprometerse.
Compromiso: No se trata solamente de leer mucho, sino de sentir mucho.
Exigir: Hay que exigir otras condiciones. Para exigir hace falta unión, perseverancia y valentía. Y hace falta ingenio, para pedir de una manera novedosa, eficaz.
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