Sanz: la UCR de Entre Ríos “es prusiana”
Con esa frase distinguió Ernesto Sanz al radicalismo local al recordar la época en que dirigentes se hacían K. A la Casa llegaron dirigentes de todos los espacios internos y hasta un socialista.
Pese a la complicada jornada temporal, el salón Carlos Perette de calle San Martín se colmó de militantes. La presencia del presidente del bloque de senadores de la UCR, Ernesto Sanz; y el legendario dirigente de Avellaneda, Juan Manuel Casella, fue motivo para repasar los errores del radicalismo en los últimos años, pero también para empezar a despuntar los próximos debates internos. No hubo alusiones, pero nada quedó sin entenderse.Fabián Rogel fue el anfitrión del encuentro. Luego de agradecer la presencia de los dirigentes presentes, a quienes fue nombrando a medida que los veía, no dudó en destacar la presencia del socialista, Santiago Reggiardo.Casella hizo un recorrido histórico del centenario partido, muy resumido, pero claro. "El radicalismo debe recuperar el entusiasmo. Ese que perdió entre los años 30 y el 40 y que encontró el peronismo", dijo el dirigente que se presentó, orgulloso, de ser el presidente del Instituto Ricardo Rojas. "Fue un intelectual que con un reconocimiento irrefutable se hizo radical en la derrota porque entendió que este partido representaba al pueblo", rememoró.El bonaerense manifestó su descontento con la política actual. "Se ha perdido el debate. Estamos en una etapa en donde los dirigentes son meras figuras reconocidas en la pantalla mediática", criticó haciendo referencia a "una cultura de los 90".Le pidió a la clase política "tener una imagen del mundo. De un mundo que hay que modificar, pero no para la próxima elección", aclaró. "Como primera medida hay que humanizar al Estado. Y eso se hace con el puntero político. Ese hombre que sabe que a la vuelta de la esquina un anciano necesita una cama y no duda en llamar a un dirigente para que se la consiga", señaló en un tono de súplica. La barra aplaudió.Llegó el turno de Sanz. El mendocino fue presentado por Arturo Vera. Al hacer uso de la palabra confió que se había hecho 400 kilómetros no para dar una charla, sino para escucharlo a Casella. "Es difícil hablar después de semejante entereza", regaló el senador.Propuesto a meterse en la historia resiente, prologó su discurso con un breve reconocimiento al kirchnerismo. "El 2001 - 2002 fue una época donde explotó el sistema político. Es por eso que cuando Kirchner se hizo cargo del gobierno entendía que había que salir de tal situación con el diálogo y el consenso. Fue así que (Roberto) Lavagna nos llamaba para consultarnos sobre la negociación de la deuda externa o Daniel Filmus nos convocó para revitalizar las escuelas técnicas. Estuvimos ahí y aportamos. Como así también votamos a favor de los juicios políticos para terminar con la Corte menemista", recordó el legislador por Mendoza.Enseguida fue levantando el tono para entrar en la descripción del "proyecto de poder" del matrimonio presidencial. "Consistía en la acumulación de poder político y económico", aseguró. Y agregó: "En lo político estaba relacionado directamente a terminar con el radicalismo y fue ahí que empezó la cooptación de dirigentes".A la casa del partido llegaron Sergio Varisco, Juan Arralde, Jorge Monge, Jorge D' Agostino, Atilio Benedetti, Jorge Chemes, Arturo Etchevehere, Alba López y Marcelo Viola. También estuvieron algunos legisladores y gran parte de las autoridades del Comité Provincial. Página Política
Pese a la complicada jornada temporal, el salón Carlos Perette de calle San Martín se colmó de militantes. La presencia del presidente del bloque de senadores de la UCR, Ernesto Sanz; y el legendario dirigente de Avellaneda, Juan Manuel Casella, fue motivo para repasar los errores del radicalismo en los últimos años, pero también para empezar a despuntar los próximos debates internos. No hubo alusiones, pero nada quedó sin entenderse.Fabián Rogel fue el anfitrión del encuentro. Luego de agradecer la presencia de los dirigentes presentes, a quienes fue nombrando a medida que los veía, no dudó en destacar la presencia del socialista, Santiago Reggiardo.Casella hizo un recorrido histórico del centenario partido, muy resumido, pero claro. "El radicalismo debe recuperar el entusiasmo. Ese que perdió entre los años 30 y el 40 y que encontró el peronismo", dijo el dirigente que se presentó, orgulloso, de ser el presidente del Instituto Ricardo Rojas. "Fue un intelectual que con un reconocimiento irrefutable se hizo radical en la derrota porque entendió que este partido representaba al pueblo", rememoró.El bonaerense manifestó su descontento con la política actual. "Se ha perdido el debate. Estamos en una etapa en donde los dirigentes son meras figuras reconocidas en la pantalla mediática", criticó haciendo referencia a "una cultura de los 90".Le pidió a la clase política "tener una imagen del mundo. De un mundo que hay que modificar, pero no para la próxima elección", aclaró. "Como primera medida hay que humanizar al Estado. Y eso se hace con el puntero político. Ese hombre que sabe que a la vuelta de la esquina un anciano necesita una cama y no duda en llamar a un dirigente para que se la consiga", señaló en un tono de súplica. La barra aplaudió.Llegó el turno de Sanz. El mendocino fue presentado por Arturo Vera. Al hacer uso de la palabra confió que se había hecho 400 kilómetros no para dar una charla, sino para escucharlo a Casella. "Es difícil hablar después de semejante entereza", regaló el senador.Propuesto a meterse en la historia resiente, prologó su discurso con un breve reconocimiento al kirchnerismo. "El 2001 - 2002 fue una época donde explotó el sistema político. Es por eso que cuando Kirchner se hizo cargo del gobierno entendía que había que salir de tal situación con el diálogo y el consenso. Fue así que (Roberto) Lavagna nos llamaba para consultarnos sobre la negociación de la deuda externa o Daniel Filmus nos convocó para revitalizar las escuelas técnicas. Estuvimos ahí y aportamos. Como así también votamos a favor de los juicios políticos para terminar con la Corte menemista", recordó el legislador por Mendoza.Enseguida fue levantando el tono para entrar en la descripción del "proyecto de poder" del matrimonio presidencial. "Consistía en la acumulación de poder político y económico", aseguró. Y agregó: "En lo político estaba relacionado directamente a terminar con el radicalismo y fue ahí que empezó la cooptación de dirigentes".A la casa del partido llegaron Sergio Varisco, Juan Arralde, Jorge Monge, Jorge D' Agostino, Atilio Benedetti, Jorge Chemes, Arturo Etchevehere, Alba López y Marcelo Viola. También estuvieron algunos legisladores y gran parte de las autoridades del Comité Provincial. Página Política
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios