Se celebró anoche la Misa Crismal

Monseñor Jorge Lozano presidió este miércoles a las 20 en la Catedral San José la solemne Misa Crismal, acompañado por los sacerdotes y religiosos de la diócesis.
Se trata de una de las celebraciones más importantes de la Semana Santa, donde se bendicen los santos óleos, el “crisma”, aceites para ungir a los fieles en distintos sacramentos durante el año (por ejemplo, en bautismos y unción de los enfermos). Estos aceites se entregaron luego a representantes de cada parroquia de la diócesis.
Esta solemne Misa tiene además como momento importante la renovación de la promesa de servicio a Dios y a la Iglesia de los sacerdotes y religiosos, que lo hacen frente a la comunidad.
El miércoles santo fue según los santos evangelios, el día en que Jesús no concurrió al templo sino que permaneció en Betania en una vigilia de oración. Todo lo que debía decir lo había dicho ya. Como dice Enrique Cases, la revelación de su identidad ya era clara, la denuncia del pecado también y las posiciones de los importantes estaban definidas. Cristo les dice: "Sabéis que de aquí a dos días será la Pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado"(Mt). Cristo sabe todo lo que le va a suceder, y no se retira. “Lo sabe, y no huye, porque esa afrenta va a ser convertida en un sacrificio en el que Él va a ser sacerdote y víctima. Va a pedir al Padre el perdón para todos, pero lo va a pedir pagando el precio de justicia de todos los pecados. Va ser un verdadero sacrificio expiatorio. Pero ahora no va ser un símbolo, sino una realidad. El peso de todos nuestros pecados va a caer sobre Él”.
El miércoles santo, se supone, es el día en que Judas vende a Jesús: « Entonces, uno de los doce, llamado Judas, se fue a los príncipes de los Sacerdotes y les dijo: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?» Ellos se ajustaron con él en treinta monedas de plata»

V.T.