
El 1 de julio se conmemoró un año de la muerte del joven de 24 años que fue encontrado atado de pies y manos en un complejo de boungalows en la zona del Camino de la Costa. Recibió siete puñaladas y lo cubrieron con una manta.367 días atrás, Gualeguaychú se consternaba con la dura noticia de lo que había ocurrido en la zona del Camino de la Costa. Un crimen sin precedentes en la ciudad tenía como víctima a un joven que trabajaba como sereno en un complejo de alojamiento turístico.Según se pudo establecer el día en que se conoció el crimen, el joven fue encontrado atado de pies y manos a una silla, tapado con una sábana. Tenía un corte de 10 centímetros sobre el lateral derecho del cuello, en la zona de la arteria aorta, y siete puñaladas en el torax.Por aquellas horas, la Policía estaba dedicada a establecer el número de personas que actuaron en el aberrante hecho. Desde ese día se tomó como posible hipótesis que habían actuado entre tres y cuatro personas, incluso se habló de una filmación de una cámara de seguridad de un complejo aledaño a la escena del crimen pero nunca se conoció fielmente qué era lo que mostraban esas imágenes.En principio se habló que el móvil sería el robo que hubo de un LCD de 52 pulgadas, una TV de 20 pulgadas, una computadora y un DVD, aunque en la investigación policial no descartó la hipótesis del crimen pasional, que con el paso de los días fue la que tomó más importancia en la línea investigativa.Pablo Dilollo se convirtió en el abogado querellante a principios de diciembre de 2011, luego que la representante legal Amelia Angerosa se alejara de la causa por común acuerdo con la familia de la víctima.Desde que Dilollo tomó el caso, la familia se mostró satisfecha con el accionar del letrado, y en un trabajo en conjunto se acercaron varias pruebas y testimonios reveladores al Juzgado de Instrucción N° 3 de Sergio Carboni.El abogado querellante confirmó que hasta el momento no ha habido detenciones en la causa, pero reconoció que hay sospechosos aunque excusó al magistrado al reconocer que "desde el punto de vista probatorio, todavía no hay elementos para que esos sospechados sean llamados a indagatoria"."Hay un par de testimoniales que sindican a algunos de ellos, hay una testimonial importante que da nombres concretos pero no obstante ello me parece que faltaría algún elemento para darle más consistencia a una llamada a indagatoria", aclaró.Con respecto a la investigación, Dilollo afirmó que nunca ha estado paralizada y que incluso se encuentra en marcha. "Días atrás llegó parte una prueba respecto a un patrón genético con indicios recolectados en la escena del crimen y esa prueba debe completarse en el corto tiempo", comentó el letrado y agregó que también se aguardan resultados por las llamadas telefónicas que se registraron en la zona del crimen.La hipótesis del crimen pasional forma parte de las cuatro hipótesis que maneja la querella, pero Dilollo aclaró que respecto al móvil concreto "no hay absolutamente nada", pero a los investigadores lo que les llamó la atención en la escena del crimen no hubo nada que indicara una pelea, por lo cual se especula que Herrera conocía a sus asesinos."Estamos insistiendo con un testimonio que todavía no ha podido ser recogido en la causa, vamos a insistir, también estamos a la espera de una recolección de huellas digitales y palmares, estamos esperando el resultado y con los testimonios y huellas cotejadas vamos a continuar con el siguiente paso que es la recolección de ADN para cotejar con el patrón genético obtenido en la causa", informó el abogado de la familia.