OBRAS
Se repararon problemas cloacales en la zona del Corsódromo y reponen el pavimento para habilitar el tráfico
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Se trata de la calle Rucci, entre Buenos Aires y Concordia, una zona afectada por reiterados colapsos en la red
Se está llevando adelante un plan de reparación del sistema cloacal en la zona cercana al Corsódromo, un sector que desde hace años padece constantes roturas, filtraciones y desbordes. En esta oportunidad, las tareas se concentraron sobre calle Rucci, entre Buenos Aires y Concordia, donde se realizaron trabajos de reemplazo y reparación de las cañerías dañadas y actualmente se avanza con la repavimentación para restablecer el tránsito vehicular.
Las obras forman parte de una intervención planificada que articula el trabajo de distintas áreas municipales. En una primera etapa, el personal de la Dirección de Obras Sanitarias fue el encargado de ejecutar el reemplazo y reparación de la antigua cañería cloacal, que se encontraba en un avanzado estado de deterioro. Posteriormente, las cuadrillas de la Dirección de Obras Públicas iniciaron la reconstrucción del pavimento, con los cual se garantiza así la completa recuperación de la calzada.
El tramo intervenido presentaba frecuentes colapsos en el sistema cloacal debido a la antigüedad del material y al desgaste producido por el paso del tiempo. Por esa razón, se decidió retirar por completo la vieja cañería y reemplazarla por una nueva conducción de PVC de 160 milímetros de diámetro, un material moderno, resistente y de mayor flexibilidad, capaz de soportar mejor la presión interna y las variaciones de temperatura. Esta renovación no solo permitirá un mejor escurrimiento de los líquidos cloacales, sino que también reducirá de forma considerable la posibilidad de futuras obstrucciones y roturas.
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Concluida la etapa sanitaria, las cuadrillas de la Dirección de Obras Públicas iniciaron los trabajos de reparación del pavimento en el mismo tramo, realizando primero la remoción del material deteriorado, luego la nivelación y compactación de la base con suelo seleccionado, y finalmente el hormigonado de la superficie.
El proceso se lleva adelante con maquinaria pesada y herramientas específicas, los cuales garantizan que la base quede perfectamente consolidada antes de la colocación del nuevo hormigón.
Una vez finalizada la pavimentación, la calle permanecerá cerrada al tránsito hasta que el hormigón complete su tiempo de fraguado, estimado entre siete y diez días, dependiendo de las condiciones climáticas. Cumplido ese plazo, la arteria volverá a habilitarse para la circulación vehicular.
 
