Se requirió la elevación a juicio del caso de los “operarios telefónicos”

A casi un año de ocurrido el violento robo que involucró a dos familias de Gualeguaychú, finalizó la Investigación Penal Preparatoria (IPP) y se requirió que la causa sea elevada a juicio. El único imputado estaría detenido en Pergamino, Buenos Aires.El 22 de marzo del 2013, Gualeguaychú se asombró con asalto que sufrieron las familias Picini y Veronesi. La banda de delincuentes se hizo pasar por empleados de Telecom para ingresar al domicilio de Constitución y Bolívar, de donde se llevaron elementos de valor y dinero.Primero hicieron un trabajo de inteligencia en la zona y para derribar toda sospecha hicieron tareas como cualquier otro operario de Telecom, subiéndose a los postes de la zona de calles Constitución y Bolívar.Un día antes cortaron la línea telefónica de la familia Piccini y una vez que se realizó el reclamo, estos delincuentes tocaron a su puerta con el pretexto de que llegaban a solucionarles el problema.En la casa se encontraba Francisco Piccini y su mujer, y sin ningún tipo de sospecha, el hombre los hizo pasar. Le pidieron que les mostrara dónde estaban las bocas de conexión, lo cual fue aprovechado para contabilizar la cantidad de personas presentes en ese momento.Una vez que obtuvieron la información necesaria, sacaron sus armas y maniataron al matrimonio con elementos que había en la casa. Al dueño de casa le exigieron que les entregara todo el dinero que había, y los amenazaban psicológicamente poniéndoles el arma en la boca.Minutos más tarde llegó la cuñada, que ignorando todo lo que ocurría en el interior, tocó la puerta y fue recibida por un delincuente que a punta de pistola la obligó a ingresar. También le pusieron el arma en la boca y le exigían que les dijera dónde vivía, quién estaba en su casa y si tenía perro.Esta nueva víctima no tuvo otra opción que colaborar con los delincuentes, diciéndole cuántas personas había en su casa, dónde había elementos de valor, y les entregó la llave de su vivienda en calle Neyra 89.Dos delincuentes se quedaron en el domicilio de calle Constitución y los restantes ingresaron con las llaves a la casa de Ángel Veronesi en calle Nayra. La única persona que estaba en ese momento era la empleada que fue sorprendida por la aparición de los delincuentes.Rápidamente fue reducida y mientras revolvían todo en el interior en busca de elementos de valor, alrededor del mediodía, llegó el dueño de casa. Al igual que la mujer, fue sorprendido y a punta de pistola obligado a acatar todo lo que se le exigió. Lo maniataron y con algo de dinero y alhajas, se comunicaron con los otros delincuentes y en forma simultánea abandonaron los domicilios.Una semana después, la Policía de Gualeguaychú en conjunto con la Bonaerense, detuvieron a un hombre de 40 años que sería el cabecilla de una banda integrada por al menos cinco personas. El detenido, que tiene antecedentes por robo agravado y de mercadería en tránsito, fue arrestado en un allanamiento que se realizó en calle Martín Azcuénaga al 4500, en el partido de San Martín, provincia de Buenos Aires.Fue trasladado a Gualeguaychú y permaneció alojado en el penal de la Jefatura Departamental con prisión preventiva por unos 60 días hasta que su abogado defensor, luego de apelar la medida ante el Tribunal de la ciudad de Gualeguay, recurrió al Superior Tribunal de Justicia y consiguió la liberación.Actualmente, el imputado se encontraría detenido en Pergamino encausado por hechos similares al ocurrido en Gualeguaychú. El Fiscal finalizó la IPP y solicitó la remisión de la causa a juicio, pero hasta el momento no se ha fijado la audiencia con el Juez de Garantías Arturo Dumón.
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