Seguridad y Justicia: la Argentina, ¿a contra mano del mundo?

Jorge D'Onofrio, jefe del bloque de senadores bonaerenses del Frente Renovador, presentó un libro en el que recopila experiencias en diferentes sitios del mundo sobre buena parte de las problemáticas argentinas: desde el combate del narcotráfico y el comercio sexual, a las barra bravas y los femicidios. Florencia Carbone "El gran desafío de Vidal (gobernadora de Buenos Aires) es cambiar la policía, si no lo hace, la bonaerense la cambiará a ella."Las palabras de Sergio Massa -con sabor a advertencia- se escucharon en el salón de un hotel porteño el miércoles 27 de abril. El motivo que había reunido a dirigentes de diferentes espacios y circunscripciones era el libro "Seguridad y Justicia: Argentina a contra mano del mundo", que esa noche presentaba Jorge D'Onofrio, jefe del bloque de senadores del Frente Renovador en la provincia de Buenos Aires.Sólo algunos días más tarde, y casualmente mientras Vidal cenaba con Massa y otros dirigentes en la residencia oficial, dos policías ingresaban al despacho de la gobernadora y revisaban, sin autorización, cajones de escritorios y otros muebles. Fue el propio ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, el encargado de confirmar la noticia. El funcionario dijo que los policías también ingresaron a la oficina de la secretaria privada de la gobernadora. Tanto los dos efectivos como el jefe de la custodia de la Gobernación fueron separados de la fuerza.En los últimos días, con el episodio del médico Lino Villar Cataldo, quien mató a un ladrón que le intentó robar su auto en Loma Hermosa, la seguridad (¿o la inseguridad?) volvió a ser protagonista, aunque sería más preciso decir que volvió a ocupar el centro de una escena de la que nunca salió.El libro de D'Onofrio es una recopilación de experiencias en diferentes sitios del mundo sobre "buena parte de los problemas que padece la Argentina en materia de seguridad y justicia", dice antes de explicar que el objetivo es mostrar cómo en otras latitudes pudieron resolver de manera exitosa esas cuestiones "mientras que acá nos empeñamos en tomar el camino contrario" y de ese modo "intentar imitar la labor de los que más saben"."El propósito es abrir el debate sobre seguridad y justicia. La única forma de obtener resultados es tener una firme decisión de terminar con la corrupción. Este trabajo es fruto de un exhaustivo trabajo de campo en Chile, Colombia, Brasil, Estados Unidos, Inglaterra y España. Como así también consultas a una veintena de embajadas", explicó.Cada capítulo de "Seguridad y Justicia: Argentina a contra mano del mundo" está identificado con una letra, en orden alfabético, relacionada con el tema que allí se aborda, por ejemplo:Capítulo 1. "A". Arrepentido: figura jurídica que se torna indispensable.Capítulo 2. "B". Barras bravas: Argentina, el cuento de la buena pipa; y Banco de datos genéticos: una ayuda para frenar la reincidencia.Capítulo 6. "F". Femicidio: un crimen sin estadísticas; y Fugados: ¿mil o ciento diez mil?Capítulo 12. "M". Medellín "milagrosa", el renacimiento de la ex capital del secuestro y el narcotráfico; y Motochorros, un peligro mortal que no para de crecer.Capítulo 13. "N". Narcotráfico, Estados Unidos tuvo que cambiar de estrategia.Capítulo 16. "R". Régimen de armas: en la Argentina el 50% de la tenencia es irregular. Reincidencia: se agrava la tasa en el país. Robos con violencia: la Argentina gana con comodidad la Copa América. Robos exprés a los bancos."En Europa, Estados Unidos y Brasil la ley del arrepentido hace temblar a los poderosos pero aquí no nos decidimos a aplicarla con todo su rigor. En Chile, la fuerza de los Carabineros fue distinguida como una de las tres mejores del mundo (detrás de Finlandia y Nueva Zelanda). Mientras tanto, nuestras policías son cuestionadas a punto tal de que varios especialistas en seguridad proponen barajar y dar de nuevo, comenzando desde cero con nuevas instituciones que reemplacen por completo a las existentes", dice D'Onofrio en la Introducción del libro.Más adelante señala que mientras en Europa "lograron frenar con éxito a los hooligans, ultras y tifosi, acá no sabemos qué hacer con los barras bravas, que cada día acumulan más poder y manejan mayor volumen de negocios".El legislador cita como ejemplo el caso de la ley del arrepentido y la extinción de dominio (se trata de un recurso por el cual el Estado puede dar uso a los bienes de origen o destinación ilícita). "En el libro planteo la realidad de la policía de Japón, la británica y la de Nueva York, y claramente podrán decir que somos de culturas diferentes, pero también hablo de la policía chilena, que ocupa el tercer lugar entre las mejores del mundo y está del otro lado de la cordillera", dice.-¿Qué diferencia a la policía chilena de la bonaerense?-Una cuestión fundamental: la corrupción, que se termina cambiando el sistema para que no haya lugar para los corruptos. A nadie se le ocurriría intentar sobornar a un carabinero chileno porque sabe que va preso. Ocurre que el carabinero chileno no sólo tiene una cuestión de formación sino un sistema que hace que sea más valiosa estar dentro que fuera del sistema porque tiene excelentes condiciones de trabajo y una conducción que lo respalda cuando trabaja e investiga, cosa que no pasa acá. Hoy la policía bonaerense está plagada de cajas negras en donde hay connivencia con la Justicia y con un sector de la política.-Durante la presentación de su libro, en abril, Massa hizo una advertencia a Vidal respecto de la bonaerense...-Sí, y también se lo dijo personalmente en una cena que tuvimos algunos legisladores y funcionarios con ella, al mismo tiempo que le estaban revisando el despacho. Massa le dijo que si ella no cambiaba a la bonaerense, la bonaerense la cambiaría a ella.-Después de ese episodio empezaron las amenazas. ¿Por qué creé que no hubo cambios profundos más allá de remover a los dos policías y cambiar el jefe de la custodia? ¿Subestimó el gobierno poder de la bonaerense o sobrestimaron su poder para manejar la situación?-Creo que Aranguren (el ministro de Energía de la Nación) es un buen ejemplo para mostrar lo que está pasando no sólo en Seguridad sino en todas las áreas de gobierno. Tuvo dos frases célebres. La primera fue cuando dijo "estamos aprendiendo sobre la marcha". La segunda: "Asumí sin plan energético". Lo mismo sucede en cada una de las áreas de gobierno con el agravante de que el presidente Macri, lejos de haber elegido un CEO como en otras áreas que al menos fuera conocedor del tema, para Seguridad llamativamente eligió a alguien que no tiene ningún antecedente en la conducción de los sistemas de seguridad...-¿Lo dice por Patricia Bullrich (ministra de Seguridad de la Nación)?-Sí, por supuesto. Además y fundamentalmente, hoy la alianza de gobierno Cambiemos tiene bajo su mando a la Policía Federal, a la Policía Aeroportuaria, a Gendarmería, Prefectura, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), el Banco Central, la Unidad de Información Financiera (UIF), la Policía Metropolitana, la bonaerense, y la local. Si teniendo todos estos organismos no puede tener una política unificada y mostrarnos hacia dónde va la lucha contra el crimen organizado, están fallando o viendo de qué se trata.Vamos de improvisación en improvisación, y creo que han puesto piloto automático y están manejándose con un sistema de autogobierno de la misma manera que se manejaba el gobierno anterior. Por eso decimos que nada ha cambiado.-En una oposición que por ahora se presenta bastante fragmentada, el Frente Renovador aparece como uno de los espacios más representativos, ¿cuál es el papel que debe tener en el contexto actual la oposición? ¿Sumarse al Pacto social que propone el Gobierno, hacer una Marcha de la Resistencia como la del kirchnerismo o una Marcha Federal como la de la CTA?-Claramente planteamos que la oposición se hace con propuestas y no con protestas, y menos aún con violencia. Resistir se resistió a un gobierno dictatorial, como lo fue la última dictadura. El actual es un gobierno legalmente constituido y democráticamente elegido. Me pueden gustar más o menos algunas de sus medidas pero eso no significa que deba haber una resistencia sino, a lo sumo, una oposición.Es obligación de la oposición discutir la agenda que plantea el Poder Ejecutivo pero al mismo tiempo instalar sus propios temas, como hemos planteado con la cuestión del empleo y las pymes, la inflación y la situación de la clase media. Pese a que el Gobierno planteaba otras cosas, logramos poner eso en el centro y discutirlo.La oposición es acompañar aquellas cosas que correspondan y plantarse en las que no. Por ejemplo, acompañamos al Presidente a Davos (al Foro Económico Mundial) para que haya una visión de la Argentina unida, pero también dijimos que no cuando quiso poner jueces de la Corte por decreto. Desafío generalMassa está convencido de que "el desafío más grande de todo el sistema político argentino es cambiar la bonaerense."D'Onofrio asegura que mientras "el primer mundo marcha hacia las comisarías virtuales con policías súper conectados, aquí el desarrollo informático de las comisarías choca contra la falta de estadísticas internas en cuestiones tan básicas como robos y asesinatos".Según relevó, Scotland Yard (la Policía Metropolitana de Londres) llegó al extremo de vender en 500 millones de dólares su más emblemático edificio en el centro de la ciudad para comprar decenas de miles de IPads para sus efectivos.El legislador del Frente Renovador también asegura que contar con el mapa del delito es clave para las policías que desarrollan métodos científicos en base a los datos recabados por sus efectivos y por las denuncias de la ciudadanía.Menciona que la videovigilancia y la utilización de las nuevas tecnologías están logrando bajar los delitos callejeros en diversas partes del mundo y que la Policía Judicial "es un arma estratégica en manos de los jueces independientes de los Estados del primer mundo. En la Argentina sólo la provincia de Córdoba tiene un cuerpo de este tipo cuyos efectivos responden exclusivamente a magistrados y fiscales". Sindicatos policialesOtro de los aspectos que destaca en el libro es el hecho de que tanto en Europa como en Estados Unidos, las fuerzas policiales están sindicalizadas, lo que las hace menos dependientes del poder político."Los gremios de uniformados pueden denunciar los casos de corrupción interna y quebrar la omertá (ley de silencio de origen siciliano que prohíbe informar sobre delitos que podrían involucrar a miembros de organizaciones mafiosas o la camorra. Romper este código de honor es punible con la muerte) que a menudo afecta a este tipo de corporaciones. En nuestro sistema legal no se acepta ni por asomo que las fuerzas puedan tener sus propios delegados y líderes. De esta forma, están siempre a tiro de la lapicera de los políticos de turno, quienes pueden ascenderlos o separarlos de sus puestos con un simple acto administrativo. Además, los países más evolucionados han dictado fuertes normas que endurecen las penas de la corrupción de funcionarios estatales. En la legislación argentina, el cohecho no existe como delito específico y debe acudirse a otras figuras para sancionar a los políticos que malversan fondos públicos", dice.Para el comienzo de su libro, D'Onofrio eligió un antiguo refrán: "Un hombre inteligente aprende de sus propios errores, pero un hombre sabio es capaz de aprender de los yerros y virtudes de los demás". El tiempo dirá si la Argentina -y sus dirigentes- supieron actuar de manera sabia frente al flagelo de la inseguridad. Apuntes de una temática complejaA continuación, se transcriben algunos de los puntos que se abordan en "Seguridad y Justicia: Argentina a contra mano del mundo":*Desparecidos de la democracia. "Las naciones desarrolladas implementaron programas de búsqueda de desaparecidos muy sofisticados, aprovechando las nuevas tecnologías y la rapidez de las redes sociales. En la Argentina desaparecieron más de 6.000 personas en el último cuarto de siglo, en plena democracia, y el Estado se muestra impotente ante la multiplicación de casos".*Fronteras. "Las fronteras de los países más ricos son el eje de la discusión política actual: son controladas con radares, drones, escánares e información satelital. Nuestros bordes se encuentran inermes y apenas funcionan de manera diurna, unas pocas horas por jornada, viejos radares 2D que sólo detectan aquellos aviones que prenden sus equipos de comunicaciones".*Femicidios. "España logró con una política pro activa disminuirlos hasta la mitad en su territorio. Nuestra realidad es completamente distinta. A pesar de las multitudinarias manifestaciones callejeras registradas en todo el país, los índices siguen creciendo y actualmente una mujer muere por violencia de género cada 30 horas".*Imputabilidad de los menores. "En ofensas muy severas oscila entre los 7 años (Irlanda) y los 15 (Noruega). Y se le abren tribunales especiales para juzgarlos. Argentina es el único país que los lleva a un proceso y los imputa luego de los 16 años".*Narcotráfico. "Ciudades como Medellín (Colombia) y Río de Janeiro (Brasil) demostraron que se puede volver desde el infierno del narcotráfico y bajar los índices de criminalidad de manera ostensible. En ciudades como Rosario y Santa Fe no pueden despegarse del mencionado estigma y cada día se las emparenta más con las peores urbes fronterizas de la devastada geografía mexicana: Ciudad Juárez, Tijuana, Sinaloa y Caléxico".*Comercio sexual. "En la Argentina vivimos una explosión del comercio sexual. La oferta sexual se volvió escandalosa y los departamentos privados suman varios miles a lo largo y ancho del territorio nacional".*Piquetes. "En los países más organizados dejó de discutirse hace rato sobre la legalidad o no de los piquetes que cortan rutas, calles o arterias estratégicas. Casi sin fisuras se debe cumplir un protocolo que establece el pedido de autorización para las marchas a las autoridades. Se debe garantizar que no se obstruirá más de un carril. En nuestras ciudades, los protocolos que se han tratado de instaurar fueron desafiados de manera inmediata por gremios y organizaciones sociales".*Tramitación de portación de armas. "El régimen de tenencia de armas en las naciones europeas, Japón o Australia es sumamente estricto: es casi imposible lograr que una autoridad estatal le permita a un civil contar con una pistola o revólver para seguridad personal. Aquí, un certificado de buena conducta, algunas horas de práctica y unos sencillos test físicos y psicológicos alcanzan para que cualquiera pueda obtener un permiso".*Taxis. "Los rodados de alquiler en países como Estados Unidos o Inglaterra cuentan con amplias medidas de seguridad, como un vidrio especial que separa al chofer de los pasajeros. Además tienen cámaras de circuito cerrado de televisión y registran a todo cliente que sube a la unidad. En nuestras grandes ciudades prácticamente no se ha logrado que se coloquen botones de pánico, vidrios antibala o registros de imágenes en los taxis".*Tolerancia cero. "El famoso operativo impulsado durante las gestiones de los ex alcaldes de Nueva York Rudolph Giuliani y Michael Bloomberg logró bajar el nivel de homicidios de más de 2.200 por año, a 300 cada 12 meses, lo que representa un descenso de entre 80 y 85%. En la Argentina, donde ni siquiera sabemos cuántos asesinatos ocurren, altos funcionarios judiciales (como el ex ministro de la Corte Eugenio Zaffaroni) se han burlado abiertamente del programa de seguridad ideado por el Manhattan Institute".*Contra. "La situación es siempre la misma: basta que un plan funcione con éxito en los países con mayor grado de instrucción para que la Argentina elija el camino opuesto y se burle de las soluciones adoptadas a varios miles de km de distancia". "La bonaerense no combate el delito, lo regula"Sergio Massa confiesa que "en un punto lo invade cierta desazón: el problema más serio en la provincia de Buenos Aires es que la policía no combate el delito, lo regula".El auditorio escuchó con atención las frases del diputado nacional y líder del Frente Renovador. "En el país se impuso la idea de que violar la ley es la regla, y cumplirla, la excepción. Hay avance del crimen en todos los ámbitos: en la familia, la calle, sobre los bienes. Falta una política judicial clara. La Argentina es rehén de la doctrina y no hay respuesta para los ciudadanos", espetó.La presentación del libro de D'Onofrio se transformó en la escenografía perfecta para enviar mensajes sobre un tema sensible como el de la seguridad a múltiples destinatarios: potenciales votantes, potenciales aliados y al oficialismo."Necesitamos que el país tenga una política criminal, es una batalla que venimos dando hace rato", dijo antes de admitir que "revertir la situación actual llevará alrededor de 5 años".En otro de los tramos de su discurso, Massa advirtió: "Perdimos la frontera, estamos defendiendo la trinchera, por eso una fuerza como Prefectura se encarga de dirigir en tránsito en Puerto Madero".Y para el final guardó la estacada más profunda hacia el Gobierno. Sin dejar el rol de equilibrista que intenta mantener desde diciembre último (mostrarse como opositor responsable pero al mismo tiempo crítico, para diferenciarse de la administración macrista), enfatizó: "Ser de derecha es darle ganancias exorbitantes a las mineras, no usar a las fuerzas de seguridad para proteger a la gente de los delincuentes".
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