Seis años y ocho meses de prisión para el joven que asaltó un comercio

Yari Emanuel Sartori, de 23 años, fue encontrado culpable por el Tribunal de la Sala de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú que viajó ayer a Urdinarrain para encabezar un hecho histórico para la vecina ciudad. La victima hizo un conmovedor relato del hecho ante de los jueces, que lo condenaron a cumplir la pena en la Unidad Penal N° 2.El 4 de septiembre de 2013 quedará grabado en la historia de Urdinarrain como el día en que, por primera vez, se realizó un juicio oral y público relacionado a un robo a mano armada que sucedió el 28 de abril en una despensa.El lugar elegido para el desarrollo del juicio fue el salón de usos múltiples del "Colegio de Urdinarrain", que estuvo repleto de estudiantes, público en general y trabajadores de prensa. La presentación del juicio estuvo a cargo del presidente del Tribunal, Eduardo García Jurado, acompañado de Alicia Vivian y Mariela Rojas.El acusado, Yari Emanuel Sartori, fue el primero en tener la palabra. Lejos de notarse nervioso, reconoció la autoría del robo pero negó rotundamente que haya sido con arma de fuego. Dijo estar arrepentido y entregó, junto a su abogado Carlos Wagner, la suma de 600 pesos para que sean devueltos a la damnificada.El oficial de policía Diaz Sack fue el primer testigo que llamó el Tribunal y reconoció el arma secuestrada el día del allanamiento al domicilio de Sartori. Hubo algunas diferencias entre la declaración de Diaz Sack en referencia a lo que había redactado el día del hecho, lo cual fue utilizado por la defensa.Posteriormente, Estanislao Wursten que en su momento cumplía funciones como segundo jefe de la comisaría, contó cuál fue su papel en el procedimiento el día que recibieron la denuncia del robo y expresó que la víctima tuvo "un relato contradictorio, primero dijo que le había apuntado con un arma de fuego y después dijo que no estaba segura".En tercer orden, pasó a declarar, la víctima del robo: María Silvia Sánchez. La mujer contó que esa mañana entró un joven al negocio y compró unas galletitas y un alfajor, le pagó con veinte pesos y cuando ella le fue a dar cambio, el joven se pasó para el otro lado del mostrador y una vez frente a ella, sacó un arma y se la puso en la cabeza a la altura de la sien. "Me tomó del cuello con la mano izquierda y me estaba ahorcando, con la otra mano me encañonaba, yo quise agarrar una cuchilla y no pude, Dios puso su mano para que no llegue al cuchillo porque si no él hubiera gatillado. Me pedía plata, yo le entregue el dinero y salió corriendo, yo salí tras él gritándole hijo de puta... no porque me había robado si no porque casi me mata".Sánchez, llorando, se dirigió al Tribunal diciendo: "por favor, quiero creer en la Justicia, hagan algo, no es justo que yo salga todos los días y tenga que mirar para todos lados antes de abrir mi negocio, que tenga yo que estar entre rejas, les juro que digo la verdad, hagan algo".La víctima fue contundente en todo su relato, contradijo lo escrito por la policía en el acta de procedimiento y dijo que en el negocio había quedado todo revuelto porque forcejeó con el ladrón. Además, con la participación como voluntaria de una joven del público, se realizó la reconstrucción del hecho, además de reconocer el arma que le fue exhibida por el fiscal Guillermo Biré.Los dos últimos testigos eran vecinos de la despensa que el día del hecho tomaban mate en la vereda. Ambos coincidieron en ver a Sartori salir corriendo del negocio y la mujer atrás insultándolo y uno de ellos indicó que el delincuente llevaba algo en sus manos.Posteriormente se conocieron los alegatos finales, donde el fiscal Guillermo Biré solicitó 10 años de prisión por considerar que había quedado acreditado el uso de arma de fuego siendo esta con aptitud para el disparo, tal como lo determinaron las pericias. Además, señaló que el joven sabía lo que hacía y que no lo hizo por necesidad porque en ese momento el imputado decía tener trabajo.Luego, el abogado defensor pidió que el caso se califique como robo simple e insistió que no hubo uso de arma de fuego, que su defendido estaba arrepentido y que devolvía los 600 pesos pidiendo disculpas. En referencia al arma de fuego secuestrada en el allanamiento dijo que su cliente la usaba por la "inseguridad que se vivía".También señaló que su defensa se basaba en que el arma no existió al momento del hecho y pidió el sobreseimiento, y adelantó que apelaría en todas las instancias si su cliente era encontrado responsable.Finalmente, el Tribunal decidió condenar a Sartori como "autor penalmente responsable del delito de robo agravado por uso de arma de fuego, a la pena de seis años y ocho meses de prisión de cumplimiento efectivo". El condenado permanecerá en libertad hasta tanto quede firme la sentencia. En caso de que su abogado no apele en el plazo de los próximos 10 días, Sartori deberá presentarse en la comisaría de Urdinarrain para ser trasladado a la Unidad Penal N° 2 de Gualeguaychu para cumplir la pena.
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